Cuando el chavismo se enteró que entre los 266 deportados de un vuelo llegaba la pequeña que se había convertido en un símbolo de propaganda, montó una escena para ufanarse de una gestión que no hizo
Sebastiana Barráez/ jueves 15 de mayo 2025
@SebastianaB
Tomado de Infobae
En Ginebra la Misión de Determinación de los Hechos caso Venezuela manifestaba preocupación porque el régimen de Nicolás Maduro incurre en “desapariciones forzadas, así como por la falta generalizada de protección judicial efectiva”, mientras tanto, en un aeropuerto cercano a Caracas, Diosdado Cabello recibió con sorpresa que EEUU, entre los 226 deportados, envió a una niña que se había convertido en símbolo de propaganda para la revolución bolivariana.
Mientras estaban en espera del avión estadounidense, el Ministro del Interior y Justicia, Diosdado Cabello Rondón declaró en el aeropuerto Internacional Simón Bolívar de Maiquetía, en La Guaira, que en el vuelo número 22 con deportados, venían 226 venezolanos, agregando que “pedimos y seguimos exigiendo el regreso de la de la niña M.E.B. a Venezuela”.
Cabello agregó, con relación a la niña de dos años, que “ojalá nosotros pudiéramos verla bajar de un avión de esto pronto, ojalá pudiéramos verla, y que se reencuentre una madre con su niña” y el deseo se le hizo realidad, por lo que de inmediato armaron una puesta en escena para presentar como “un rescate” lo que no fue más que el envío por parte de EEUU de siete niños, entre esos la niña MEB, en uno de sus aviones.
El titular de Interior y Justicia había dicho que apoyaban a “las madres venezolanas que le han robado sus niños, le han secuestrado a su niño, y los han entregado a lo que ellos llaman unos hogares sustitutos en Estados Unidos, que en verdad no es otra cosa que la comercialización de seres humanos”.
Pocos minutos después el canal estatal presentaba en vivo la llegada del avión estadounidense del cual se bajaron los 226 deportados, entre ellos la niña M.E.B. de la cual había hecho un símbolo de resistencia y lucha contra los Estados Unidos, en interminables programas y entrevistas, con voceros del régimen, incluyendo a Nicolás Maduro Moros.
Se aguó la campaña
El argumento de la propaganda oficialista en Caracas era que los Estados Unidos se quería robar la niña, nacida en Perú y cuyos padres, los venezolanos Mayker Espinoza y Yorely Bernal, habían sido detenidos en abril 2024 cuando ingresaron ilegalmente a EEUU.
La pareja quedó detenida y cuando se inicia el proceso de deportación de cientos de venezolanos, ante la negativa de Nicolás Maduro de aceptar los vuelos estadounidenses, Mayker Espinoza entró en la lista de los que EEUU envió a cárceles de El Salvador.
La niña M.E.B. quedó en manos de los servicios infantiles y enviada a hogares de acogida desde abril 2024. Cuando Yorely Bernal fue enviada a Caracas sin su hija, el régimen venezolano usó el caso como una campaña “contra el imperialismo”, convirtiéndose en la referencia de los voceros del régimen.
No solo eran las declaraciones, las entrevistas a la madre y la abuela de la niña, sino que, en la relevante fecha del Primero de Mayo, en medio de la más terrible crisis de los trabajadores en el país, el régimen de Nicolás Maduro convocó a todos los funcionarios de la administración pública para marchar por la niña de quien dijo la secuestró el “imperialismo criminal” como llamó al gobierno estadounidense.
En Miraflores
Cuando Cabello descubre que en el avión viene la pequeña, de inmediato se activa el “plan de propaganda Rescate”, por lo que Cilia Flores de Maduro baja de inmediato al aeropuerto, para ser ella la que aparezca ante los medios con la niña en brazos.
“Lo que se armó fue un espectáculo, hubo que esperar a la primera dama, luego todas las cámaras fueron ubicadas como si apenas estuvieran llegando, por el pasillo, los pasajeros desde el avión que ya se había ido. Y llegaron cantidad de funcionarios”, le dice a Infobae uno de los reporteros que estaban en el lugar.
Ante la sorpresa de que la niña había sido deportada en el avión de EEUU, Diosdado Cabello, ante la pregunta de un periodista de dónde estaba la familia de la niña, dijo que ellos no sabían si llegaría. “No estábamos seguro de que vinieran y no podemos traer a la madre y a la abuela para que tuvieran una tristeza adicional”.
Agregó que tenían a la familia en un lugar a donde expresó que llevarían a la niña, no sin insistir que era una gran victoria “el rescate” de la pequeña. Mientras tanto en el Palacio de Miraflores se daba paso al segundo capítulo de la puesta en escena, con Nicolás Maduro.
La madre y abuela de M.E.B. fueron ubicadas en el salón donde Maduro, en medio de las cámaras, espero la entrada de Cilia Flores con la niña en brazos, Diosdado Cabello a quien le entregaron uno de esos juguetes que entregan a los niños en actividades oficialistas.
Maduro se aseguró de resaltar especialmente a Camila Fabri, esposa del comerciante colombiano nombrado ministro de Industria venezolano, como parte importante del logro del “rescate”, así como al presidente de la Asamblea Nacional, Jorge de Jesús Rodríguez Gómez. Adicionalmente mencionó a Cabello diciendo que siempre estaba “preocupado por los migrantes”.
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