jueves, 3 de noviembre de 2016

Usted mintió señora

MINISTRA. Es la de Salud, Luisana Melo. No dijo la verdad en el Examen Periódico Universal (EPU) en las Naciones Unidas en Ginebra, Suiza. Ella habló de un millón de medicamentos distribuidos por día, de 332% más centros de salud desde que la revolución llegó al poder. Melo mintió ante las Naciones Unidas y le mintió al país. Esa señora habló de más de 289 millones de medicinas (un millón 142 mil 422 por día), que se distribuyen en Venezuela. Y dizque por la red de salud pública, 289 millones 033 mil 8 unidades. Aseguró que ha disminuido la mortalidad infantil. Una cosa es maquillar las cifras, pero otra es mentir. En la mayoría de los hospitales no hay medicamentos, no hay antibióticos, los pacientes o sus familiares son obligados a llevar el suero, las jeringas, las medicinas. Y para ser operado, llevar los guantes, las batas desechables para el personal de quirófano, la anestesia, etc. No hay medicinas ni en los hospitales ni fuera de ellos. La ministra ignora el aumento de enfermedades que ya estaban erradicadas en el país, como la sarna, paludismo, diarrea y amibiasis, la muerte de bebés como ha ocurrido en el Hospital Central de San Cristóbal (71 niños hasta abril), en Barcelona (abril), en Amazonas (11 en mayo), Porlamar (14 en mayo), Zulia (63 en seis meses del 2015) y en Valencia (9 en julio). ¿Usted no se ha dado cuenta del aumento de los servicios públicos, incluso en VTV, solicitando medicamentos? Aterrice en las redes sociales y vea la gente desesperada solicitando diversos medicamentos. No hay ni para la tensión, en un país con alta incidencia de hipertensos. Hay centros de salud donde no sirve ni una sola ambulancia. Peor aún, algunos permanecen sin médicos durante días. Para su información, hay CDI que no funcionan, prestan servicios a medias y a ratos. Es cierto que en algún momento el Estado suministraba casi a la perfección los medicamentos para las quimioterapias de los pacientes con cáncer; hoy es deficiente e incompleto. Usted señora, definitivamente, no va ni para hospitales ni para CDI.

BEBÉ. A Yaneisy Otilia Roa le robaron su bebé del Hospital Central de San Cristóbal. Es consecuencia de lo que sucede en ese centro asistencial y que advertí en mi columna del 2Sep2016 con el título Solo tiene cuatro pujos. Les dije del maltrato que recibe la parturienta, de cómo son obligadas a firmar una hoja en blanco, cómo las esterilizan sin consentimiento alguno, para las cesáreas deben llevar materiales por más de Bs. 85 mil, los obligan a firmar documentos librando al hospital de responsabilidad en caso de un desenlace fatal. A la madre no le permiten acompañamiento hasta casi 24 horas después de dar a luz. La sometida a cesárea es la que más sufre. Las que son pasadas a piso pueden contar con acompañamiento pero sólo de mujeres. “No se admiten hombres”.

INAUDITO. Fue lo ocurrido en la Empresa New Corporation, del sector Cardón, Punto Fijo, Falcón. Una banda se roba mil cauchos (Bs. 556 millones 31 mil 285) y 120 aires acondicionados. El Cicpc Punto Fijo tuvo 8 días conociendo del caso hasta que llaman a Fakih Ghassan, el árabe dueño de la empresa. Le dicen que recuperaron 35 cauchos. El árabe sospecha una mano peluda y llama al Cicpc Caracas, que envía una delegación hasta Carirubana. Hacen un impecable trabajo, descubren la banda, detectan cruces de llamadas, ubicación de teléfonos, etc. Meten presos a siete individuos, entre ellos a 2 policarirubana quienes dirigían la banda y recuperan 449 cauchos. El caso lo lleva el Tribunal 2do. de control a cargo del juez Lucibel Lugo y el fiscal Félix Salas, Expediente 2 C 091-2016. La fiscal presentó tardíamente, en una maniobra, para que por un tecnicismo se cayera el caso. Aun con todas las pruebas el fiscal pide libertad para la banda y medida de presentación cada 15 días. El juez deja en libertad a los 7 detenidos, quienes cuando salían campantes del tribunal fueron detenidos por el Cicpc Punto Fijo, con el argumento que el vigilante de la empresa señaló secuestro y agresión. Se supone que jefes de Caracas presionan al Cicpc Punto Fijo para que actúen con diligencia y eso hace que a los 7 detenidos se les sume uno más de la banda. Aún no se sabe dónde están los otros 552 cauchos y los aires.

ali-primeraALI. Fue un hombre de gran sentido y compromiso social. Ese sí que era un revolucionario que le cantaba al amor, a la justicia, que hizo de su vida un ejemplo a la sencillez y humildad. Nada que ver con gran parte de su familia, privilegiados del poder de turno. Alí Primera fue un cercano amigo de mi familia, de mis hermanos. Lo conocí de niña en la sala de mi casa. Siempre con su cuatro al hombro, con la brillante mirada de esperanza en sus ojos y también con mucha frustración por lo que anhelaba para su pueblo. Ahora le hacen estatuas a quien odiaba las estatuas. Tan absurdo es ver una casilla policial con el nombre de Alí, como a un militar hablando de él. Alí fue antipolicía y fue antimilitar. No solo lo decía, lo dejó plasmado en aquella canción “cuando el soldado no sirva a la patria en el jardín de un general, cuando las águilas se arrastren, cuando no se hable por hablar…” o en “... la policía siempre es eficiente cuando se trata de los pobres…”.  Una vez fue a un pueblo de montaña del Táchira llamado Pregonero. Era padrino de la promoción de bachilleres. Causó furor. Se disponía a partir cuando un aguacero derrumbó la vía. Alí y todos quienes lo acompañaron se quedaron incomunicados. Ese hombre maravilloso se integró a la gente común, hizo de la plaza un sitio de referencia, tocó como nunca rodeado de cientos de personas, tomó el aguardiente de la zona y pudo reír feliz como nunca. En esa noche, sin término, gente humilde del pueblo le pidió apadrinar a sus niños y Alí se convirtió en el padrino de ya no sé cuántos pequeños. A los dos días abrieron la vía y Alí continuó su gira. Todo el pueblo lo acompañó hasta la salida, sin saber que fueron privilegiados. Hace unos días el periodista Jordán Rodríguez (VTV), en un programa en homenaje a Alí dijo, palabras más palabras menos, que los discos de Alí en la Cuarta República había que llevarlos escondidos, porque era casi un delito. Eso es falso. Es cierto que los seguidores de Alí, los militantes de su canto, éramos apenas un grupo, lo que no impedía que algunos de sus conciertos fueran multitudinarios. Tampoco es cierto que fuéramos perseguidos, aunque no éramos consentidos del poder de entonces. En nuestro pueblo natal existía la Fundación Alí Primera, en la cual se hablaba, se discutía de política y se cantaba. Se disolvió por inactividad y falta de recursos. Lo que sí es cierto es que para la televisión Alí no existía, lo cual tampoco le hizo falta para que su canto recorriera América. Había una especie de antipatía mutua entre la TV y el cantor. Siempre fue antipoder, así que dudo lo dicho por Diosdado Cabello, de que hoy Alí estuviera defendiendo la revolución bolivariana, y no porque fuera derechista o imperialista, sino porque él creía en la quimera que es la justicia. Solo imaginen sus canciones sobre la avasallante corrupción, las colas que se extienden por todo el país, la falta de medicamentos en los hospitales, la feroz inflación, los millones de dólares que se robaron en Cadivi. No ha dado Latinoamérica otro como Alí Primera.

MARTI, “No me quites las canas/ Que son mi nobleza:/ Cada cana es la huella de un rayo/ Que pasó, sin doblar mi cabeza./ Dame un beso en las canas, mi niña:/ ¡Que son mi nobleza!”.

Última Hora

La quema de 2 unidades militar y policial en la ULA y Unet de Táchira es un acto brutal y violento. Son actos de delincuentes. Nada que ver con gestas heroicas.

Más de dos meses tienen barrios de Rubio (Táchira) sin servicio de gas doméstico. Usan cocinas eléctricas en un país donde escasea la electricidad.

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