Sebastiana Barráez/ miércoles, 26 de septiembre 2018
@SebastianaB
Tomado de PuntoDeCorte
Nota: este artículo se publicó originalmente en el portal de noticias PuntoDeCorte; ese mismo día la web fue atacada y sacada del aire.
Están detenidos numerosos militares señalados, imputados o sospechosos de instigación a la rebelión, traición a la patria, conspiración contra el Gobierno venezolano. También hay algunos civiles, como los gerentes de CITGO detenidos en noviembre 2017
Entre los militares mejores preparados por la
República están los de la Unidad de Operaciones Especiales (Uope), que integran
Fuerzas Especiales de militares de este grupo comando adscrito a la Armada
Venezolana y a la Aviación Militar. Es uno de los grupos élite considerados
entre los mejores que hay en la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB).
Entre los detenidos en mayo y, hoy tratados como
piltrafas humanas, hay integrantes de la Brigada Comando del Mar (Bricomar), la
mejor Brigada de Operaciones Especiales de Venezuela. Incluso el Gobierno ha
considerado que el subcomandante del Apostadero Naval “TN
Tomás Vega”, en la bahía de Turiamo, ubicada en el Parque Nacional “Henri
Pitier”, estado Aragua, es la persona líder en comandar ese grupo.
Veinticinco años de prisión, según expediente
FM9-097-2018, pidieron los fiscales militares 1TTE Keyla Emilse Ríos Lara y el
1TTE Israel Alfredo Echenique López, para los oficiales de la Operación
Armagedón. Ellos dicen que los delitos, en el que habrían ocurrido los
militares, aunque la única prueba sea un informe de Inteligencia y la
declaración de un presunto delator, son tan graves que atentan contra la
integridad, independencia y libertad de la nación. Y por ello los imputaron por
Traición a la Patria, Instigación a la Rebelión Militar, conspiración para el
motín y contra el decoro militar.
Aunque varios de los oficiales de Acciones
Especiales denunciaron en el Tribunal, a cargo de la juez Mayor (Ej) Claudia
Carolina Pérez de Mogollón, que fueron torturados en la Dgcim, a la mujer no le
pareció importante el hecho, alegando que ella no tiene competencia para
conocer de eso.
Si hay coincidencia, entre los oficiales detenidos,
es que jamás los trasladaron, como dicen las actas, a revisión forense en el
hospital de El Llanito. Al médico forense que llevan a la Dgcim a revisar a los
privados de libertad, es el doctor José Manuel Lugo, que sí trabaja en El
Llanito. Pero lo destacable es que la respuesta que le dio a los militares
cuando le manifestaron las torturas sufridas, fueron: “No son torturas las
cicatrices de las manos, es normal por las esposas”, “No, ahí no se le ve
ningún morado”, “Esa herida se la puso causar con un tropezón”, etc.
Cómo estará la situación que uno de los defensores públicos militares, a quienes ni siquiera le permiten visitar regularmente a sus representados, pidió la baja.
Violando sus derechos
Aquello de que se es inocente hasta que se demuestre lo contrario, no lo conocen en los cuerpos de Inteligencia ni en la justicia militar venezolana. Ahí lo entendieron al revés. Los únicos militares detenidos en la Dgcim con derecho a ir al baño, son los generales. Ese es un preciado lujo. El resto es castigado y sometido a diversas torturas.
Por ejemplo. las visitas son tres horas una vez a
la semana, pero les permiten el acceso más de media hora después para restarle
ese tiempo de compartir con el familiar detenido. Eso sí, los obligan a firmar
como si hubiesen entrado a la hora exacta.
El lunes y viernes les permiten una llamada de un
minuto a la familia para solicitar lo que necesitan o el sábado para anunciar
que sí tendrán visita el sábado o domingo. Ni un gesto de privacidad. Uno de
los militares policías se para junto al detenido, no solo para expiar su
conversación, sino para llevarles el tiempo. “Te quedan 30 segundos, te quedan
10, 5, 4,3 2, corte”. Si el militar no llama viernes, ya saben que no tendrá
visita.
Hace poco se dañó el aire acondicionado integral,
que llega al sótano. Así permanecieron los oficiales detenidos durante 10 días
en aquel calor infernal. En cada celda hay varios presos. Los pobres hombres se
turnaban para tirarse al piso, y poder recibir algo de aire a través de la
pequeña rendija que hay en la parte inferior de la puerta que es de metal, con
una pequeña ventanita.
Aunque estos sean oficiales de alto rango, con
carreras impecables, la gran mayoría de ellos, estando en proceso judicial, es
decir, no hay sentencia de culpabilidad, no les permiten ir al sanitario, deben
hacer sus necesidades en las bolsas donde los familiares les llevan los
alimentos, frente a los compañeros de celdas, en un ambiente putrefacto.
Apenas los llevan a bañarse una vez a la semana.
Ninguno de los comandos es sacado a recibir sol. ¿Cuándo perdieron esos
oficiales su grado de militares? ¿Qué es eso de que un militar de muy bajo
rango le dice a los capitanes de navío, capitanes de fragata cuando les
corresponden el baño una vez a la semana, les hable como si fueran
delincuentes? “Tienen cinco minutos y le quedan cuatro para que se bañen”.
A los militares no les permiten recibir libros, ni
estampas religiosas. No les basta tenerlos presos. Al alto oficial Capitán de
Corbeta Carlos Gustavo Macsotay Rauseo, y a 17 de los oficiales, lo dejaron
atado durante tres días y con los ojos vendados, mientras le daban golpes por
turnos. Luego de tres días, los encapucharon y los obligaron a firmar un
documento que no saben qué contenía.
Ese sótano es, sin duda, un lugar para torturar y
vejar la dignidad como ser humano de esos militares.
Hasta hace poco los obligaban y comían en la misma
celda donde hacen necesidades fisiológicas. Desde la llegada de una capitana,
ha cambiado un poco el maltrato y por lo menos los martes y jueves les da 10
minutos fuera de la celda, para que puedan comer.
Lo otro sigue igual, como eso de que la luz de la celda esté encendida las 24 horas, día y noche.
Las excusas:
Cualquier argumento es valedero para no cumplir con
el proceso legal del detenido.
Fijémonos que el 19 de septiembre la juez militar
Pérez de Mogollón, le notifica a los abogados, que la audiencia
CJPM-TM1C-027-18 no se efectuó porque la secretaria judicial tiene hepatitis. Y
dice que se fijó, dizque en aras del debido proceso, una nueva fecha para la
audiencia para el miércoles 10 de octubre 2018 a las 10 de la mañana.
Lo inaudito es que es la diferencia entre la
libertad y seguir presos, de los militares detenidos, puede depender de esa
audiencia que no se realizó por la excusa de que la secretaria está enferma.
Y además, como la juez está embarazada, pues más
excusa tiene para no asistir, solicitando reposo alegando malestares causados
por la barriga. Además, la juez se fue un mes de vacaciones. No les dan acceso
al expediente a los abogados.
En la audiencia que debió realizarse, primero a los
42 días de detenidos los militares, luego para el 19 de septiembre, trasladaron
a los dos generales, Naranjo y Morales Guitian y a uno de los capitanes de
navío, pero el resto ni siquiera fue trasladado, lo que indica que la Dgcim
tenía conocimiento de que la secretaria se iba a enfermar.
¿Qué causa las ausencias de la juez y de la secretaria? Denegación de justicia para esos militares detenidos. Como por ejemplo el hecho de que al Capitán de Navío Luis Humberto De la Sotta Quiroga, no le pusieron el Holter que requiere para monitorear su problema de tensión o cardiaco.
Los mejores comandos
- Capitán de Navío Luis Humberto De la Sotta Quiroga, segundo comandante de Bricomar del Apostadero Naval de Turiamo, promoción General Urdaneta 1995.
- El Teniente de Navío Ángel José Acosta Pérez, perteneciente a la Brigada Comando del Mar (Bricomar).
- Teniente de Navío Antonio Julio Scola Lugo.
- Teniente de Fragata Elías José Noriega Manrique.
- Teniente de Fragata Gustavo Enrique Carrero Angarita.
- Teniente de Fragata Argenis David Rodríguez Corona
- Capitán de Corbeta Carlos Gustavo Macsotay Rauseo, comandante del Batallón de Operaciones Especiales UOPE.
- Capitán de corbeta Luis Alberto Cunes Caldera, considerado el paracaidista más experimentado en Operaciones Especiales y perteneciente a la misma promoción de Ojeda Sojo, la “CN Sebastián Boguier”; de 1991.
- Capitán de corbeta Eduardo José Jiménez Perfetti identificado como “Conejo”.
- Teniente de Navío Raúl Eduardo Díaz Casado.
- Mayor de la Guardia Nacional Abraham Suárez Ramos, integrante del Grupo de Acciones Comando GAC.
- Mayor Isaías Lenín Falcón Juárez.
- Teniente Coronel Ruperto Molina.
- Mayor del Ejército Richart Carrasquel, quien fue detenido el 11 de mayo a las 11:30 de la mañana.
- Coronel de la Aviación Juan Pablo Saavedra Mejías.
- Mayor de la Aviación Leonardo De Goveia, quien fue enviado a la DGCIM.
- Sargento primero (GNB)Erick Javier González Azuaje
- Sargento primero Blanco Rondón.
- Sargento Segundo Peña Quintana.
- Sargento Segundo Alonso Ojeda.
- En esa ola de detenciones están dos generales de la Guardia Nacional: el de brigada Nelson Morales Guitian
- Y el general de división Pedro Naranjo Suárez.
De ese grupo pasaron 10 para la cárcel militar de Ramo Verde. Salieron en libertad los capitanes de corbeta Luis Alberto Cunes Caldera y Eduardo José Jiménez Perfetti identificado como “Conejo”, también los Tenientes de Navío Raúl Eduardo Díaz Casado y Ángel José Acosta Pérez, así como el Mayor Isaías Lenín Falcón Juárez.
Aclaratoria: Aunque la Capitán de Navío Emmy Mirella Da Costa, aparece en la lista de los presuntos involucrados, y se desplegaron cadenas de información diciendo que estaba detenida junto con su hijo Carlos Armas, de 20 años. La verdad es que esa capitana nunca estuvo detenida. Y su hijo vive en Portugal. Luego ella, quien estaba en Bogotá, aparece en unas fotos trucadas y donde se le ve maquillada con golpes en el rostro, para hacer creer que fue torturada y que había huido de sus captores. Lo cual siempre fue falso. Ella usó esa excusa para salir de Bogotá hacia Estados Unidos donde se encuentra en estos momentos.
Las celdas:
En la sede de Dgcim, en Boleíta, las celdas varían de tamaño, pero una conocida como “el cuarto de los locos” tiene capacidad para una persona, pues solo mide 2×2 metros cuadrados. Sin embargo, durante las manifestaciones de 2017 fue habilitada para cinco personas: los detenidos se turnaban hasta para sentarse. En la presentación del informe, indicaron las torturas que reciben varios detenidos en instancias militares.
Mayorca agregó que, según testimonios de
funcionarios o personas que estuvieron detenidas, la temperatura en las celdas
puede llegar a 10° centígrados, con lo cual aumentan las ganas de ir al baño,
un permiso que solo da el jefe de guardia del momento. Pero en las noches no se
puede ir al baño. Así que utilizan los ‘bicheteros’, uno envases de jugos, para
orinar. Mientras que para los excrementos se utilizan ‘barquitos’, realizados
con papel periódico.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario