Sebastiana Barráez/11 Abril 2020
@SebastianaB
“Soy un coronel
del ejército de Venezuela” le dice a un grupo de venezolanos que están el
exterior, un individuo que se identifica como el coronel José A. Jaspe
Castellanos, desde el número de teléfono 0414-6573091. Promete “llevar todas
sus inquietudes y más”.
“Ya tenemos casi 4
mil venezolanos que han regresado y están en diferentes sitios para hacerles
las pruebas. Posteriormente los dejan en cuarentena por 14 días que no tengan
ningún tipo de reacción y el presidente ordenó que los llevaran a la puerta de
su casa o de la residencia a la cual van a llegar”.
Es una de las
personas que ha aparecido en grupos de whatsapp y facebook de venezolanos que
están en Colombia organizándose para regresar al país. Les hace promesas que
incluyen que al llegar serán muy bien recibidos, enviados a refugios
acondicionados, limpios, con comida y dormitorios para que pasen cómodamente la
cuarentena.
Chapea, como dicen
los policías, cuando se pretende usar influencias, y les dice cosas como éstas:
“Cuenten con todo mi apoyo Tengo contacto con el general en jefe Suárez Chourio,
el exsecretario del Consejo Presidencial”, a la vez que solicita “hágame llegar
las cantidades y las regiones. Cuánto Bogotá? Santa Marta? Medellín?
Villavicencio?”.
Les dijo que deben
tener un grupo serio. “Están pasando unas informaciones que si él ELN está en
Capacho, eso es falso, falso, falso, que si la gobernadora dijo que cuidara…
Les voy a mandar unos vídeos para que vean cómo están tratando a los
compatriotas aquí en Venezuela”. Y los videos que pasa son más de propaganda
que de realidad.
Hay choferes de
autobuses transportando venezolanos. Uno de ellos dice que cobran 130 mil pesos
para Arauca, sin mencionar que desde esa población colombiana para el estado
Apure no está permitido el paso.
Frontera Viva conversó con Fabiola Sallam, del voluntariado en
Santa Marta de Colvenz, Comunidad de Venezolanos en Colombia, que ha sido punta
de lanza para la organización de quienes necesitan regresar al país desde
diversos sitios de Colombia.
Cuenta que desde
lo dicho por la alcaldesa de Bogotá, contra los venezolanos, arrancó una acción
masiva de desalojos en Colombia que, aunque no están permitidos, suma la deuda
del arriendo. “Aquí no hay quien tenga para pagar ese dinero. En vista de eso
decidimos organizarlos para que no hubiese aglomeración, hacer listados y
presentarlos a las autoridades correspondientes para que una vez que dieran la
autorización para transitar por las carreteras, ellos pudieran salir en orden”.
Lo que se difunde
por las redes sociales son extremos. “En nuestro grupo un coronel se involucró
y nos dijo que todo estaba bien, nos hizo llegar vídeos y audios diciendo que
podíamos regresar porque todo estaba preparado. Pero por otra parte tenemos los
testimonios de los migrantes, porque de los mil 200 tenemos censados 932 y
algunos ya están en frontera. El jueves en el peaje de Bogotá había 240 y en
Cúcuta teníamos 40. Con toda la gente que pasó perdimos comunicación”.
Lo que ocurre es
que ya están totalmente prohibidas las movilizaciones, porque el Gobierno
colombiano ordenó, por el decreto 457, cuarentena obligatoria desde el 25 de
marzo, inicialmente hasta el 13 de abril, extendida hasta el 27 de abril.
Dice Sallam que,
en función de eso, Colvenz decidió trabajar en lograr mayor cantidad de
albergues. “La ONU nos prometió un albergue el miércoles, pero aun pensábamos
que podían ir otros autobuses porque se había ido el de los 40 que están en
Cúcuta. El Consejo noruego se movilizó hasta el peaje en la salida de Bogotá
porque ahí teníamos a 240 migrantes que insistían en pasar, pero el paso ya
está prohibido”.
Confiesa que muchos
de esos venezolanos cayeron en el engaño, “porque un grupo de ellos, el de los
40 que llegaron a Cúcuta, fue contactado por un alcalde, que dijo ser del PSUV
y del municipio Elorza del estado Apure, quien les dijo que les iba a
garantizar el alojamiento en un hotel en San Antonio del Táchira”.
Explica que desde
el voluntariado de Colvenz en Santa Marta están convencidos que quienes se han
infiltrado en los grupos, prometiendo cosas que no están cumpliendo en
Venezuela, “están provocando las movilizaciones aquí en Colombia. No hay otra
explicación, porque si a quienes están en Colombia los estamos organizando, se
llevan a los refugios, se les está llevando la comida mientras se supera esta
pandemia mundial, entonces por qué hay gente como ese coronel azuzándolos a que
se regresen cuando ni siquiera tienen acondicionados los refugios como debe
ser”.
Confiesa Fabiola Sallam que “hay mucha
gente que quiere regresar, eso es verdad, y tenemos mucha en estado de
vulnerabilidad, embarazadas, lactantes, adultos mayores, muchos niños”, pero
también está consciente del riesgo que eso significa ante el virus Covid-19.
“El primer bus que logramos que saliera
organizado representó un éxito. Los migrantes durmieron en la frontera colombiana,
bien atendidos, con ventiladores y colchonetas, además de buena cena. Ahora
están en territorio venezolano, donde fueron recibidos con normalidad, les
hicieron las pruebas y luego esperan el bus. Les exigieron sacar el carné de la
patria a quienes no lo tenían, porque sin eso no le dan el cupón del bus que
según lo llevará hasta la puerta de su casa. Después les dijeron que los
llevarían a un refugio”.
En otros seis buses estaban en espera 200
venezolanos, “pero no pudieron entrar por Arauca”, porque se encontraron con grupos
irregulares y retornaron asustados. “Nos dijeron que habían hecho la denuncia
al ejército, sin respuesta alguna. El bus se accidentó y luego de 42 horas, siguieron
hacia Cúcuta”.
Sallam dice que la Policía Nacional de
Colombia está permitiendo el paso de los autobuses hacia la frontera, sin
cumplir el protocolo. “Hemos estado educando al migrante en la necesidad de que
se quede en sus casas o refugios, pero siguen saliendo empresas fantasmas,
vendiendo pasajes y muchas de esas personas están ingresando a Venezuela por las
trochas sin ningún tipo de control, lo que es peligrosísimo porque puede
desatar un brote extendido de casos del virus”.
Denuncia que hay empresas de transporte
que están cobrando montos de mínimo 120 mil para llevar a los venezolanos a
Cúcuta. “Eso lo hacen evadiendo cámaras, citando a la gente a algunos puntos de
la ciudad”.
Finalmente dice sentirse confundida. “No
entiendo cómo desde Venezuela, personas como ese coronel y los otros que han
aparecido en los grupos, quieren incentivar movilizaciones aquí (en Colombia)
si saben que hay cuarentena obligatoria. ¿Es que pretenden hacer un muro de
personas en la frontera?”
Por una parte hay personas como el
coronel Jaspe Castellanos que están auspiciando el regreso sin control de los
venezolanos hacia la frontera, pero también hay choferes trasladando pasajeros
desde diversos lugares de Colombia con apoyo de funcionarios la Policía
Nacional de Colombia.
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