El alto oficial, que ha visitado los modelos que se fabrican en la isla, indicó que sus capacidades son limitadas y “no es más que humo”, ya que la estrategia es improvisada bajo la influencia del régimen castrista
Sebastiana
Barráez/ 7 de septiembre 2020
@SebastianaB
Después de una publicación donde Forbes que revelaba que la Armada de Venezuela posee un submarino de transporte de buzos, relacionado con uno probado recientemente por los Navy Seal de EEUU, consultamos a un vicealmirante venezolano quien explicó que sí hay unos minisubmarinos, como los que tiene Cuba, que “poseen muy poca autonomía. Podría definirlos como un híbrido entre un submarino o sumergible artesanal como los que utiliza el narcotráfico, pero por supuesto, con mayor tecnología”.
El alto oficial, que pide no ser identificado, dice
que “tuve la oportunidad de visitar y entrar en un minisubmarino en Cuba. Ellos
no tienen Armada, solo pequeños patrulleros costeros, y basan su defensa de costas
en el minado, misiles lanzados desde la costa y estos minisubmarinos de
fabricación propia. Ellos lograron persuadir a nuestros dirigentes de que esa
era nuestra mejor opción. Son prácticamente artesanales y eso es lo
que deben haber visto y a lo que hace mención Forbes”.
Lo que explica el Vicealmirante es que esos
minisubmarinos “poseen muy poca autonomía. Puedo definirlos como un híbrido
entre un submarino o sumergible artesanal, como los que utiliza el narcotráfico,
por supuesto, construido en mejores condiciones y con mayor tecnología”.
Dice que lo que tuvo entendido en ese momento es que “Cuba
envió tres minisubmarinos a Venezuela y la idea era construir más. Eso no es una
novedad ni algo extraordinario y estoy seguro de que la inteligencia
estadounidense conoce todos estos artilugios que se inventan los cubanos”.
Al preguntarle cómo son esos submarinos y qué
capacidad de alcance tienen, explica que “su construcción es relativamente
sencilla y su empleo sería el de acercar a buzos de combate a buques que
se desplacen o se encuentren fondeados cerca de la costa. Eso ocurre cuando
quieran efectuar ataques con bombas lapa o con torpedos. Ahora, si llegan a ser
detectados, son muy vulnerables por su poca capacidad de inmersión, de maniobra
y velocidad”.
“La idea en sí no es descabellada, es vendible”, dice
el oficial, a la vez que explica que “países con poco poder naval, como los
nuestros, ante una hipótesis de conflicto con un país como los Estados Unidos,
nuestros pocos y destartalados buques no durarían un día de guerra, ni siquiera
en sus mejores condiciones”.
Asegura que “Cuba logró vender la idea y Venezuela ha
ido adquiriendo minas navales para el bloqueo de puertos y pasos
marítimos estratégicos. Creo que se han hecho adaptaciones, que los
cubanos ya las hicieron, para colocar las plataformas de lanzamiento y el
sistema de tiro IPN10 de los misiles otomat que se han ido sacando de las
fragatas desincorporadas y adaptándolos a plataformas de lanzamiento desde la
costa”.
“Para los efectos, el software del sistema de
lanzamiento diseñado para tiro superficie-superficie (es decir del mar al mar),
al estar apuntado hacia el eje costero y desde el punto de vista de la
cinemática del tiro, simplemente ignora que se está lanzando desde la playa y
puede ejecutar, sin mayor problema o errores, las diferentes secuencias del
tiro”.
“En una visita a Cuba también pude conocer este tipo
de emplazamientos. Ahora, por supuesto que se debe imaginar que todo esto
es sumamente improvisado, pero hay que admitir que puede funcionar”.
Recalca que “estos sistemas con un modesto radio de
acción de unos 80 kilómetros, puede causar algunos dolores de cabeza a una
flota en la costa, sin embargo, es insuficiente porque son misiles anticuados y
actualmente existen complejos sistemas de detección y neutralización”.
“Y cierro esto con el tema de los minisubmarinos, los
cuales constituyen el otro elemento orientado a afectar o retrasar, porque no
tienen capacidad para Impedir, la movilización y aproximación de una flota a
nuestras costas”.
“De todas maneras, todo esto no es más que humo y es insignificante en cuanto a su impacto ante una hipótesis como la antes mencionada”, dice a la vez que expresa “no se si alguien asegura haber visto este minisubmarino y pueden ser medias verdades. También, puede ser el propio régimen el que filtre este tipo de información para lograr confundir y distorsionar sus verdaderas y pírricas capacidades”, finaliza diciendo el Vicealmirante venezolano.
La versión
Lo publicado por Forbes es que “la Armada de Venezuela tiene un submarino de transporte de buzos que es prácticamente desconocido incluso en los círculos de defensa. El minisub está estrechamente relacionado con uno probado recientemente por los SEAL de la Marina de los EE. UU. La inteligencia de código abierto (OSINT) que he visto apunta fuertemente a su presencia en Puerto Cabello, Venezuela. Este es un diseño sofisticado con aplicaciones tanto civiles como militares”
Cuba convenció a Venezuela de adquirir los minisubmarinos
“El buque venezolano parece haber estado en construcción en el astillero militar UCOCAR (Unidad Coordinadora Naval de Servicios de Dique Seco de la Armada) en Puerto Cabello, Venezuela. La evidencia sugiere que ha estado allí desde aproximadamente 2015, pero ahora puede estar en un estado terminado”.
“No está claro cómo UCOCAR obtuvo los planes para construir el submarino italiano. Una teoría es que una fue adquirida por Corpoelec, la corporación estatal de energía totalmente integrada. Esto puede haber sido antes de que entraran en vigor las sanciones internacionales contra el régimen. El presidente de Corpoelec fue en su momento Luis Motta Domínguez, quien también fue General del Ejército. Corpoelec contaba con un VAS-525 SL Mk2”, publicó Forbes.
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