Hace años que ese sector se lo dividieron los grupos irregulares FARC, ELN o FBL/FPLN. Antes operaban de forma clandestina pero ahora son públicas, visibles en todo el estado
Sebastiana Barráez/ miércoles 10 de febrero 2021
@SebastianaB
Tomado de Infobae
La imagen del Apure bravío y misterioso lo reflejó Rómulo Gallegos en su Doña Bárbara con su “¡De más allá del Cunaviche, de más allá del Cinaruco, de más allá del Meta! De más lejos que más nunca – decían los llaneros de Arauca, para quienes, sin embargo, todo está siempre ‘ahí mismito, detrás de aquella mata’”. Pero ni la prodigiosa memoria del gran novelista venezolano pudieron imaginar lo que es hoy el territorio apureño. Ya no se trata de las fincas Altamira y el Miedo, tampoco de Doña Bárbara y Santos Luzardo en la lucha de la barbarie versus la civilización; la realidad es más brutal. Hoy es territorio de guerrillas, de narcotráfico, de poderosos generales, del contrabando, red de prostitución y de hambre.
Hace muchos años ya, el territorio del estado Apure se
lo dividieron los grupos irregulares, llámense FARC (Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia), ELN (Ejército de Liberación Nacional) o FBL/FPLN
(Fuerzas Bolivarianas de Liberación/ Fuerzas Patrióticas de liberación
Nacional); antes operaban de forma clandestina, ahora son públicas, visibles en
todo el estado.
Desde El Nula, capital de la parroquia San Camilo,
municipio Páez, la mayor presencia es del ELN, o en la isla la pradeña del Amparo,
y de allí con navegación por el río Arauca hasta Puerto Infante y el Capanaparo
y el río Cinaruco; en ese eje fronterizo y desguarnecido nació el problema, se
refugió las FARC que asumió nuestro territorio como una zona de aliviadero.
Ninguno de los siete municipios del estado Apure está
libre de la presencia y control de los grupos guerrilleros, predominando las FARC,
con excepción del municipio Páez, controlado por el ELN casi de manera
absoluta.
El municipio Muñoz, en territorios de los hatos
propiedad del Estado, Agroflora, en el sector Araguayuna, en la estacada, en
tierras del hato El Frio y del Cedral hay presencia de las FARC. En la zona de
río Caribe en Elorza tienen campamentos e imponen el orden y seguridad en todo
el municipio. Cuando a algún habitante le roban una res, no acude a la GNB (Guardia
Nacional Bolivariana), escogen ir a quejarse ante el comandante de las FARC, porque
la guerrilla aplica su propia ley, por encima del ordenamiento jurídico
venezolano.
La media luna
En Guachara, en la zona de Las Campanas, ha existido
uno de los campamentos más grande que las FARC tenga en territorio apureño. De
allí se extiende al Capanaparo, rico en cultivos e innumerables pistas de
aterrizaje de aeronaves del narcotráfico. Desde ahí se conectan con el Capanaparo
de Elorza y de Pedro Camejo hasta La Macanilla, en una especie de media luna.
Desde Puerto Infante hasta La Macanilla, a su vez monitorean
por el río Matiyure hasta la zona de Guasimal, donde se encuentran innumerables
campamentos indígenas, o poblaciones de campesinos; Guachara, El Yagual, Guasimal,
El Samán, Apurito, son algunos de los sitios sometidos al control de las FARC.
Los campesinos o productores agropecuarios
consideran que sus cosechas de frijol, yuca, ganadería, pescados, solo la deben
vender a quien la guerrilla les indique. “Algunas veces las FARC les coloca el
precio al cual debe venderse el producto; esas acciones las respalda el partido
de Gobierno, PSUV y las alcaldías, porque consideran que así se controla la
especulación en el precio. Aliados de la guerrilla son los que adquiere la
mayoría de esos productos para llevarlos a otros mercados y revenderlos a precios
superiores”.
Las FARC generalmente reúnen a los pobladores en la
Plaza Bolívar del pueblo, les leen la cartilla de las normas de convivencia: “no
será aceptada la caza indiscriminada, prohibido el robo de ganado y de motores,
no se permiten homosexuales en los pueblos, no se permite que los hombres sostengan
relaciones amorosas con mujeres casadas, las fiestas solo se permiten según el
horario que ellos han fijado”.
En el municipio Pedro Camejo, cuya capital es San
Juan de Payara, el control de las FARC es casi que total. Hay un hecho que así
lo revela y que está tatuado en el recuerdo de los habitantes de la zona. “En
el año 2010 las FARC detiene una camioneta chasis larga Toyota, propiedad de la
alcaldía de ese municipio, el cuento es que la dejaron supuestamente abandonada.
Eso fue publicado en el semanario regional Notillanos, que lo desaparecieron”.
Es un hecho normal ver, en todas esas zonas, el patrullaje por el rio, en lanchas equipadas con armas. Toda la población sabe que es una realidad que los desborda. En San Fernando de Apure las FARC son dueños de edificios, han financiado clínicas, poseen grandes fincas, ganado; es una manera de lavar dinero a través de negocios de distribución de carnes, productos importados. Mantienen negocios con empresarios locales, algunos venezolanos y otros extranjeros. En cuanto a financiar políticos no discriminan entre candidatos del gobierno o de la oposición. Ellos son los dueños del pueblo.
https://www.infobae.com/america/venezuela/2021/02/10/apure-el-territorio-venezolano-donde-la-guerrilla-se-apropio-del-orden-controla-la-riqueza-y-manipula-los-suenos-de-los-ninos/
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