Hubo una fuerte balacera en El Amparo poco antes de caer la noche de este jueves. Los habitantes están atemorizados y no pueden huir porque los grupos irregulares impusieron un toque de queda desde las 6 de la tarde
Sebastiana Barráez/ viernes 13 de agosto 2021
@SebastianaB
Este
jueves, cuando las sombras de la noche se acercaban, se originó una fuerte
balacera en El Amparo, causando el terror de los habitantes, que ni siquiera
pueden atravesar el río en canoa a esa hora porque los grupos armados
irregulares tienen impuesto el toque de queda, por lo que después de las 6 de
la tarde no hay paso en canoa por el río. El puente que divide a Apure y Arauca
es el internacional José Antonio Páez.
Desde el lado colombiano habitantes de Arauca dieron a conocer que hubo alerta porque el estruendo, entre tiroteo y explosiones, de lo que ocurría en territorio venezolano, “fue aterrador”. A El Amparo venezolano y el Arauca colombiano solo los divide el río Arauca, que por ser navegable es elemento determinante de control para los grupos armados, sin que las autoridades policiales y militares de ambos países, por la enemistad manifiesta entre los gobiernos de Nicolás Maduro e Iván Duque, impide acciones conjuntas de vigilancia y resguardo de la franja fronteriza.
El desplazamiento de disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) de unos territorios de Apure hacia otros del mismo estado, pero a todo lo largo de la línea fronteriza, se intensificó después de la guerra que el Ejército venezolano libró, en marzo y abril de este año, en la parroquia Urdaneta del municipio Páez del estado Apure, que dejó 16 integrantes de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) muertos y numerosos heridos, entre ellos algunos mutilados.
Hace
unos días, las disidencias de las FARC al mando de alias Ferley, quien está en
territorio venezolano, y cuyo campamento atacó la Fuerza Armada en marzo, hizo
correr un sonido, a través de WhatsApp, dirigido a los canoeros, donde un
individuo que al parecer sería alias El Mocho advierte que atacarán a quienes
atraviesen el río Arauca después de las 6 de la tarde, en lo que llamó Plan
Pistola.
El 3 de agosto fue asesinado José Leonardo Guerrero Estrada alias El Mono del Frente Décimo de las FARC, hecho ocurrido durante un enfrentamiento en la trocha La Marranera, en el río Arauca, que divide a Venezuela y Colombia, a la altura de El Amparo, estado Apure.
La
franja fronteriza a ambos lados del río tiene presencia activa de las FARC y
del Ejército de Liberación Nacional (ELN), desde hace años. Recientemente alias
El Enano fue conformando una banda delictiva que había tomado fuerza en el
microtráfico en la frontera, captando jóvenes colombianos y venezolanos, así
como disidentes de las FARC y el ELN, a quienes entrenaban para la vigilancia
de objetivos, el sicariato, el cobro de vacuna y la venta de droga.
Además,
hizo alianza con las organizaciones guerrilleras, para el manejo de acciones
delictivas en la zona. La crisis se generó cuando El Mono creyó que podría
hacerse solo del negocio en esa parte de la frontera, aprovechando que las
disidencias de las FARC al mando de Gentil Duarte y que en Apure lidera alias
Arturo entró en conflicto abierto con el gobierno de Nicolás Maduro, además del
enfrentamiento interno con la parte de las FARC llamada la Segunda Marquetalia
al mando de Iván Márquez.
El Enano traicionado
Las
muertes no se detuvieron ahí. Les siguieron los asesinatos de alias Camionero,
alias Chupón, mientras que Alias Caldera recibió heridas de consideración, pero
sobrevivió. Otras personas que murieron o desaparecieron serían víctimas
inocentes o colaterales del hecho.
La presión de las disidencias de las FARC, los asesinatos de varios de los responsables con la banda que asesinó a El Mono y las advertencias de los guerrilleros, habría influido para que subalternos de González Castillo alias El Enano decidieran entregarlo a las disidencias de las FARC; en una foto difundida en redes se ve a alias El Enano después de que supuestamente fue entregado a las FARC.
Funcionarios
policiales y militares de Colombia están apostados a todo lo largo del otro
lado de la frontera para controlar el avance de los sicariatos.
La
población fronteriza entra en pánico cada vez que se enfrentan los grupos
irregulares y parte de la población se desplaza rápidamente a territorio
colombiano, a travesando el río.
En
El Amparo continúa las disidencias de las FARC armada y mostrándose abiertamente en el pueblo.
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