El diplomático César Pavel Rondón Daza, presidente de la Fundación Escuela de Gobierno Mundo y Fronteras, analizó el tema en conversación con Infobae
Sebastiana Barráez/ jueves 15 de septiembre 2022
@SebastianaB
“Lo primero que el presidente Gustavo Petro observó, es la trayectoria de Venezuela en las negociaciones con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), donde obviamente han surgido relaciones con esa organización guerrillera que pesan en estas circunstancias”, dice César Pavel Rondón Daza, Presidente de la Fundación Escuela de Gobierno Mundo y Fronteras (FUNDEP), en conversación con Infobae, a propósito de la propuesta del mandatario colombiano a Nicolás Maduro para que se active la participación de Venezuela como país garante en el proceso de paz.
Aunque le queda mucho de su paso por la diplomacia, sobre todo en lo
cuidadoso que es al referirse al tema, Rondón es un conocedor de las
conversaciones con los grupos guerrilleros de Colombia, no solo como estudioso
del tema de fronteras desde hace décadas, sino por su presencia como
funcionario del Gobierno venezolano, en tiempos de Hugo Chávez, en los diálogos
que Colombia tuvo con el ELN en Caracas.
Al explicar las razones que han dificultado el Acuerdo de Paz con el
ELN, destaca “el federalismo, diversos grupos, en distintas regiones, con
diferentes posiciones. En septiembre 2022 ellos están hablando de que vienen a
Caracas a una reunión con el COCE (Comando Central) para tratar de llegar a un
acuerdo de lo que van a discutir con el gobierno, es decir, no es fácil ni algo
preestablecido o ya sabido, sino que tienen que discutir. Y el COCE lo que
significa es la presencia de los diferentes grupos regionales”.
Pavel Rondón era el embajador de Venezuela en Colombia cuando, el 27 de
noviembre 2007, Hugo Chávez lo llamó a consulta para evaluar las relaciones
bilaterales, molesto el mandatario porque el presidente Uribe Vélez decidió
cancelar la mediación del presidente venezolano y de la senadora Piedad Córdoba
como facilitadores para el Acuerdo humanitario con las FARC y el intercambio de
guerrilleros presos por secuestrados.
Insiste en la necesidad de buscar “las causas de los no acuerdos” y para
ello parte de explicar por qué o para qué se llega a un acuerdo de paz. “Se
buscó un acuerdo de paz por el fracaso de la guerrilla y el fracaso del
gobierno. Es decir, el Gobierno no ha podido liquidar a la guerrilla, y la
guerrilla no ha podido derrotar al gobierno; ya tiene 58 años y no puede seguir
un siglo más en eso”.
Sobre Venezuela y los diálogos del ELN con el gobierno, Pavel Rondón
asevera que en los gobiernos anteriores a Hugo Chávez y con él en el poder,
Venezuela ha participado en la búsqueda de un acuerdo entre el ELN y el
gobierno colombiano, en los llamados Acuerdos de Caracas, en 1992, con la
Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar. La participación más relevante, por el
tiempo que duró, fue con los acuerdos del 2005”.
Recuerda que “en diciembre 2005 se realizaba en Montevideo una reunión
de los presidentes del Mercosur (Mercado Común del Sur) con países aliados del
Mercosur como Venezuela, Colombia y Bolivia; se comenzaba a discutir la
incorporación de estos”.
En ese momento Rondón estaba encargado del Ministerio de Relaciones
Exteriores “por lo que participé en esa reunión, donde el presidente colombiano
Álvaro Uribe le dijo al presidente Chávez que el lunes siguiente, en La Habana,
iniciarían una discusión con el ELN para
intentar desarrollar un Tratado de Acuerdo de Paz y quería que Venezuela fuera
facilitadora”.
La facilitación consistía, según Rondón, en permitirle a los
guerrilleros que estuviesen en Venezuela “y de aquí llevarlos a La Habana,
igual cooperar con el Alto Comisionado para La Paz y llevarlo a Cuba. La
primera reunión fue el 12 en La Habana; nosotros no participamos en ese
momento”.
“En enero sí comenzó una participación muy activa; las primeras reuniones fueron en Caracas. Por diversas razones logísticas y de otro tipo, la delegación tanto del gobierno de Uribe como del ELN no pudieron ir a La Habana, así que las reuniones se empezaron a hacer en Caracas.
“El Gobierno colombiano exigía que el ELN se
concentrara en la frontera de Venezuela y depusiera las armas, a su vez el ELN
exigía que se resolvieran tales y cuales problemas sociales, económicos, de
tierras, entre otros”.
“Eso fue en el año 2005. Recuerdo que les dije que
desde 1995 al 2005 el gobierno de Chávez tenía sin resolver una serie de
problemas y que no se le podía pedir entonces al gobierno de Colombia que en 3
días o una semana resolviera problemas que necesitan inversión, tiempo,
planificación y participación ciudadana”.
Por otra parte “el ELN reclamaba que el gobierno no
reconocía el conflicto como tal, que el gobierno de Colombia tampoco reconocía
las causas de dicho conflicto, ni permitía la participación de la sociedad
civil y no se mostraba dispuesto a resolver el problema de la crisis
humanitaria, que planteaba como solución inmediata. Además decían que la
discusión con los paramilitares no podía confundirse ni compararse con la
discusión con ellos: son los argumentos que el ELN tenía en ese momento allí”.
El presidente de la Fundación Escuela de Gobierno Mundo y Fronteras
(FUNDEP) enfatiza que “en esas condiciones era muy difícil que llegara al acuerdo. Hubo momentos
de tensión, de alta crispación. Nosotros, que éramos facilitadores, tuvimos que
cumplir, sin que tuviese decidida ni acordada, la función de mediadores, intercediendo
en la discusión, tratando de reducir las tensiones y el enfrentamiento, porque
hubo momentos realmente difíciles en esos diálogos. Sin embargo, creo que las
partes, gobierno y guerrilla, demostraron sensatez, madurez política y se siguieron
con estas exploraciones”.
En esas reuniones de Caracas lo que estábamos discutiendo era, como en
cualquier proceso de negociación, quiénes discuten, qué temas discutir, cómo
discutir y qué se está buscando: un acuerdo de paz, el fin de la guerra o el
fin del ELN, otros. Esas discusiones fueron bastante tensas, sin embargo se
pudieron desarrollas; estamos hablando del 2005, 2006 y 2007”.
“En el 2005 se instaló en las afueras de Medellín, Colombia, la Casa de Paz, un caserón donde la guerrilla discutía con la sociedad civil y así se satisfizo la propuesta de ELN de una convención nacional, donde ellos pudieron discutir con diversos sectores: la Iglesia, trabajadores, empresarios, otros, sobre sus propuestas de paz”.
Llama la atención en las diferencias que hay en la creación de los
partidos comunistas de Venezuela y Colombia. “El de Colombia se llama Partido
Comunista Colombiano, mientras que el de Venezuela es Partido Comunista de
Venezuela, es decir que pertenece a una Internacional. El Partido Comunista Colombiano
surge en momentos en que el comunismo se dividía internacionalmente y por eso
ellos no son una sucursal, ellos se presentan como una fuerza nacional. Eso
los hace ortodoxos y les da una peculiaridad distinta al ELN”.
Explica Rondón que el ELN no forma parte del comunismo internacional, sin embargo es un grupo guerrillero muy influenciado por Cuba, muchos vínculos con La Habana en su nacimiento.
Además, los elenos pedían, desde el comienzo, “la participación de la
sociedad en las discusiones: eso se fue resolviendo con el tiempo. En el
gobierno de Uribe se pudo lograr la participación de la sociedad con Casa de
Paz”.
Otra razón que complica los acuerdos es “la situación interna, porque el
ELN no tiene un mando cerrado, ortodoxo, único como las FARC, por su disciplina
comunista, sino que su distribución regional, sus 5 regiones distintas todas,
geográfica, económica, política, organizativa y militarmente plantean una lucha
interna, no por el poder, sino sencillamente que se expresan las diferencias
que tienen estos grupos y eso ha hecho difícil lograr un acuerdo en torno en
torno a la paz, porque no hay un mando único”.
Hace referencia al libro “¿Por qué es tan difícil negociar con el ELN?
Una mirada regionalmente diferenciada” del Centro de Investigación y Educación
Popular (CINEP) de Colombia. Dice que en esa investigación “se habla de un
federalismo insurgente, es decir que el ELN es una federación de guerrilleros, de
frentes guerrilleros. Eso incide, porque ¿quién está negociando en estos
momentos?”
Entre las dificultades en los diálogos con el ELN está “la falta de un
mando único centralizado cuando esa diversidad de grupos en regiones exige
llegar a acuerdos, hacer transacciones, discutir previamente, lo que hace difícil
estar dando órdenes desde un centro. Aunado a ello, las exigencias del Gobierno
que han sido una dificultad, porque le planteó al ELN que depusieran las armas
y se concentrara en un lugar, cuando en cualquier guerra la suspensión de
operaciones tiene que ser producto de un acuerdo, por lo que no puede ser la
condición para empezar a discutir. ¿Con quién se discute? porque un grupo
desarmado, ya estaría derrotado de antemano. Esa fue otra limitante que fue modificada”.
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