José Bladimir Bigott Portela, alias El Mecha, vive en Elorza, un lugar en el que sus relaciones con el poder le permiten hacerse fuerte
El 29 de octubre 2022 “entraron 6 camionetas del gobierno pero al parecer son enviadas con funcionarios desde Caracas. Serán amigos de Mecha porque muchos estuvieron tomando en una tasca. Ese día el pueblo estuvo militarizado, hasta trajeron reservistas, también SEBIN, Ejército, Guardia Nacional, FAES y Cicpc, colocaron alcabalas por todos lados”, dice un pescador a Infobae.
Del PSUV al ELN
Un profesor le dice a Infobae que “estos son pueblos donde la violencia es silente. Los grupos guerrilleros han impuesto la pena de muerte, amparados por las fuerzas del orden público. El Mecha funciona abiertamente con un grupo de hombres armados: con los alias José, El Bigote, Garza, José El Gasolinero, El Ojón, entre otros, de la mano de la Policía y los militares, los guardias, el CONAS, el Ejército”.
Una mujer, a quien la guerrilla le asesinó un hijo, asegura a Infobae que “todo tiene el apoyo de las autoridades, más aún desde que la Marquetalia estaba unida al ELN, después se enemistaron entre ellos y la Marquetalia se desplazó hacia otro lugar más allá. A mi hijo lo mataron y no pude ni siquiera pedir justicia, porque esa gente, antes y ahora, están de la mano del chavismo; yo vi mucho dirigente de esos por este pueblo y en los campamentos, nadie me ayudó cuando mataron a mi hijo. Es gente miserable que solo vienen a buscar votos, a hablar de la revolución como si uno no supiera los negocios que tienen desde hace años con los guerrilleros”.
La relación de los elenos con el PSUV es pública en Elorza. “El Mecha no está escondido, vive en el pueblo con su mujer e hijos, es de aquí. Fue candidato en unas elecciones, estuvo detrás de Capriles, anda armado a pleno día, con un grupo de hombres también armados y miembros del PSUV. Viaja con regularidad a Arauca, tiene negocios y financia negocios en el pueblo, incluso a una cantante de música llanera que es bastante popular”.
El Mecha
“La hermana de El Mecha es la dueña de la ferretería más grande del pueblo. A El Mecha le mataron un cuñado hace unos llamado Manuel Sojo. Su suegra tiene un club llamado La Solapa del Patrullero. Y usted cree que toda esa vida que se da él y la familia sale de dónde, pues de lo que ese grupo de El Mecha extorsiona y roba. Aquí todos saben que El Mecha usa el teléfono 0416-7599504 para extorsionar”, finaliza diciendo la mujer.
Los amigos de El Mecha trabajan de la mano con funcionarios, según coinciden varias fuentes. “Aquí no se puede hacer nada si el ELN no lo permite. Y todos los días hay alcabalas móviles de la Policía, donde uno está obligado a pagar extorsión por cualquier cosa; te revisan cualquier cosa que lleves y se inventan ‘la ley dice que..’ y aunque uno sabe que es mentira no se puede negar porque no hay ante quien acudir. ‘Vamos a tener que retenerte el carro o la moto, ponerte a orden de la Fiscalía y seguro pierdes el vehículo’ es la frase más común que usan los uniformados. Y también extorsionan a los negocios, desde la más pequeña; el comandante Jara es el principal que matraquea junto al ELN. ‘Necesito la cuota del mes’ son los mensajes que Jara envía desde el número 0426-8716282″, narra para Infobae el dueño de un negocio en el municipio apureño.
“Claro que los del PSUV están de lleno con el ELN. Todos los elorzanos saben quiénes son. No solo El Mecha, vea el caso de Daniel Ramos alias El Ojón también es militante del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). También Ariel Ramírez”.
Reciclan guerrilleros
Otro de los hombres del grupo eleno es José Solórzano “quien trabajaba en la estación de servicio de combustible; el papá de él cayó preso cuando el gobierno se enemistó con las FARC, y detuvieron a José Peligro y a parte de su grupo. José y El Garza trabajaban para la Segunda Marquetalia, peor la traicionaron y se sumaron al ELN. Alias Daniel es del pueblo y aquí en Elorza está haciendo una casa por Barranco es salida hacia la finca de Marisol Tapias”
“Alias El Cherry, también trabajaba en la bomba de gasolina cuando el alcalde era Solfredi Solórzano y su esposa la diputada Guerrero; el Cherry era de la Segunda Marquetalia por lo que El Mecha lo amenazó y el tipo se fue en agosto del pueblo”.
“En realidad antes con las FARC de la Marquetalia, en cabeza del comandante Romaña, esa gente no se metía con el pueblo, no robaba, no masacraba, ni desplazaba al pueblo, porque ellos decían que la lucha de ellos en Colombia, que si no han podido resolver en 63 años de lucha para qué van a resolver problemas en otro país hermano dónde no le corresponde”, le asegura a Infobae un joven obligado a desplazarse del pueblo hace tiempo, pero cuya familia sigue en Elorza.
“Nosotros somos personas con familias perjudicadas por ese grupo invasor del ELN. No mencione nuestros nombres porque capaz y nos matan a nosotros y a nuestras familias. Yo perdí todos mis enseres, hasta los alimentos, fui perseguido por las atrocidades y violaciones de los derechos humanos que está cometiendo alias Mecha y su grupo”.
Las FARC desplazada
Durante años las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) hicieron en Elorza uno de sus asentamientos más firmes; con la llegada de Hugo Chávez al poder, el Ejército venezolano dejó de combatir a la guerrilla, lo que con el tiempo ha sido una de las semillas para la destrucción de la institución castrense en Venezuela.
El oficial, enviado a la frontera, recibía un mensaje clarísimo: no tocar a sus enemigos naturales, todo en nombre de un futuro acuerdo de paz en Colombia, que por lo tanto beneficiaría al fronterizo territorio venezolano. Fue propaganda que caló en ingenuos dirigentes de la izquierda y en militares que creían con ello a contribuir con la defensa del territorio y la soberanía.
El común de la gente se acostumbró a convivir con los guerrilleros en una frontera descuidada por gobiernos anteriores a la revolución bolivariana, aun con presencia de la Fuerza Armada venezolana. Pero la llegada de Chávez al poder encumbró a la guerrilla en territorio venezolano, con la consecuencia inevitable de que muchos militares se relacionaran con las FARC y con el ELN, no por razones ideológicas, sino por el lucrativo negocio de la droga. Un militar, de cualquier grado, consideraba un castigo ser enviado a la frontera; hoy muchos luchan e incluso pagan para ser asignados a la zona fronteriza.
Eso explica cómo el Ejército de Liberación Nacional (ELN), con ayuda de militares venezolanos, desplazó a la Segunda Marquetalia del municipio Rómulo Gallegos del estado Apure, cuya capital es Elorza. Sus víctimas más inmediatas son las mismas de toda la guerrilla en la frontera: el pueblo común, donde la mayoría de los habitantes sirven directa o indirectamente a los grupos irregulares que tienen dinero y armas.
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