sábado, 9 de septiembre de 2017

A Maduro le urge otro Padrino López

Sebastiana Barráez

ElEstimulo.com

12/09/2017

Si algo demostró que en la Academia Militar hay un entuerto en la preparación de quienes serán los oficiales de la futura Fuerza Armada Nacional Bolivariana, fue oír al Alférez mayor André Alejandro Serrano Bonilla, ante la Asamblea Nacional Constituyente cuando se inició el debate sobre la juventud. Y es que aquel joven repitió cinco veces el nombre de Hugo Chávez o su comandante eterno, en solo tres minutos y 20 segundos que duró su breve exposición.

Cuando se habla de alférez mayor de una promoción, se habla del mejor, del que sobresale, del ejemplo para sus compañeros. Se supone entonces que Serrano Bonilla lo es de la suya. La pobre interpretación que dio sobre la juventud en la institución castrense al mencionar que “no es normal ver a un soldado en un espacio de la política”, se corresponde con una evidente violación de la Constitución Bolivariana de Venezuela, ignorada por el alférez al mencionar que “vengo de la Academia del Ejército, cuna de la revolución”.

No se quedó en eso Serrano Bonilla sino que habló del “momento histórico donde la patria se ve afectada por un gobierno imperial, toda la FANB estamos dispuestos a aportar nuestras armas, a defender nuestra patria y a dar nuestra vida si fuera necesario”, dijo repitiendo lo que el ministro de la Defensa, GJ Vladimir Padrino López se ha empeñado en recalcar últimamente e incluso girarlo como una orden, a través de radiogramas.

El alférez concluyó diciendo “soldados primero y traidores nunca”, en clara alusión a lo que desde sectores gubernamentales se han empeñado en repetir, ya que quien no esté con la revolución, es un traidor; así se ha señalado a oficiales como MG Miguel Rodríguez Torres, GD Jesús Alberto Milano Mendoza, MG Clíver Alcalá Cordones, GD Alexis López Ramírez, MG García Plaza, vicealmirante Pedro Manuel Pérez Rodríguez, entre otros, que ya no acompañan al gobierno de la revolución.

 

A costa de la vida

Hace unos días, el 28 de agosto 2017, el ministro Padrino López, emitió el radiograma Nr. 5930, en el cual recuerda el contenido del artículo Nr. 17 de la Ley Orgánica de la Fuerza Armada, que citó textualmente: “El más santo de los deberes militares será el amor a la patria y el respeto y admiración constante hacia sus libertadores”.

Agrega el titular castrense que en tal sentido es necesario tener presente que en los actuales momentos, “cuando se ciernen graves amenazas sobre nuestra amada nación, no podemos ser pusilánimes en la defensa de los más elevados intereses del pueblo venezolano, a saber: la libertad, la independencia y la soberanía”.

Es así, como el alto oficial, insta a sus subalternos “a asumir y mantener en todo momento una actitud combativa, honrando el sagrado juramento de defender la patria y sus instituciones a costa de nuestras propias vidas”.

Ese documento viene a propósito de que en los diversos niveles de la FANB no hay muchos que se hayan expresado de manera convincente contra las amenazas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de que considera una intervención militar en Venezuela.

Mientras desde el Gobierno y el Alto Mando Militar se ha levantado una dura crítica hacia el gigante del norte y se ha hecho gran esfuerzo por incentivar o avivar el sentimiento nacionalista, éste solo se ha manifestado en algunos sectores de la revolución, pero no en la Fuerza Armada que es el factor más importante a la hora de considerar una acción bélica, ya que es la institución que tiene el monopolio de las armas en el país.

 

Otra vez Padrino

El radiograma del ministro fue de inmediato difundido a través de todos los comandantes de los diversos componentes. La respuesta oficial fue el silencio, pero en los niveles medios y bajos de la Fuerza Armada, se recibió con indignación. Ante los problemas económicos cotidianos, la escasez de alimentos y medicinas, así como la devoradora inflación, poco parece importarles a los militares sin privilegios, la amenaza del imperio.

Cada comandante se cuidó muy bien de señalar, que la instrucción es del ministro Padrino. Es lógico. No hay otro oficial en la institución armada que tenga aún niveles de liderazgo para instar a sus subalternos a ofrendar hasta la vida por la patria, sin que la reacción haya sido de rechazo.

El ministro de la Defensa es respetado, aún cuando muchas de sus acciones y mucho más ante algunos de sus discursos, sea visto con recelo o crítica por la oficialidad.

A Maduro le urge un nuevo jefe en la FANB. Un nuevo comandante que le asegure el control de la institución armada. No se avizora un sustituto de Padrino López, aún cuando el ministro se haya esforzado en presentar como pupilo al almirante Remigio Ceballos Ichaso.

Veamos los tiempos.

 

Se le acabó el tiempo

El general en Jefe Padrino López debió pasar a retiro en el 2014, cuando cumplió 30 años en la FANB, ya que pertenece a la promoción 1984. Él es el único que queda como oficial activo de esa promoción.

Un alto oficial, que no puede ser identificado porque a los militares no les está permitido emitir opinión pública sin previa autorización del Comandante en Jefe, explica que, según la normativa vigente, para justificar que un oficial sea prorrogado en su permanencia como activo, debe convocarse a una Junta Superior de la FANB donde se explique con claridad que ese es el único oficial que puede cumplir determinada misión”.

La Junta Superior –explica el divisionario- es el Alto Mando Militar constituido como tal. Y ella debe elaborar un informe que se le remite al presidente de la República como Comandante en Jefe de la FANB y éste debe enviarlo a la Comisión de Defensa de la Asamblea Nacional.

Cuando la Ley Orgánica de la FANB fue modificada en el años 2008, dejó al Ministro de la Defensa sin comando y es por ello que el titular castrense no puede y no debe dirigirse a la tropa.

Antes de la modificación de la Ley, el Ministro de la Defensa estaba a cargo del Comando, administración del presupuesto, así como del personal (nombramientos y ascensos).

Hoy en día el Ministro de la Defensa sólo tiene función administrativa. Y por ello no tiene la facultad de dar órdenes a la Tropa.

Por otra parte, recordemos que Hugo Chávez impulsó modificaciones que llevaron a que el Presidente de la República asumiese como oficial activo cuyo nombre de grado es Comandante en Jefe de la FANB; es por ello que el ministro de la Defensa y el Comando Estratégico Operacional están subordinados al Presidente quien tiene comando sobre el  personal militar.

En la historia de Venezuela hubo un hecho que debe resaltarse y es que el entonces presidente Jaime Lusinchi le prorrogó por un año el status de activo al almirante Benítez Martínez, con el argumento del Servicio Aéreo de Transporte Administrativo (SATA).

En julio pasado el presidente de la República Nicolás Maduro, decide quitarle al general Padrino López la jefatura del Ceofanb, porque ya es insostenible la permanencia del oficial en un cargo en el que ya no debe ejercer órdenes sobre la tropa.

Por ahora, no se avizora en la FANB un sustituto para el Ministro de la Defensa, con el liderazgo necesario para seguir imponiéndole a la Fuerza Armada la tendencia ideologizadora que ha caracterizado al general Padrino López.

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