@SebastianaB
09/05/2018
“Buenas tardes protector del Táchira”, le dice la joven sargento mayor de segunda (GNB) Elisa Zambrano Chacón, al ministro Ferddy Bernal, llevándose el arma al pecho, pidiendo permiso para retirarse y dando media vuelta, como si él fuera una autoridad militar. Después Bernal despliega, en las redes sociales, de que está en ese lugar “en mi tarea de reafirmación de la soberanía”, a la vez que anuncia que lo hace con un grupo de parlamentarios regionales visitando el punto de la Guardia Nacional en “Puente Alianza”, ubicado en Delicias, municipio Urdaneta del estado Táchira.
Bernal, quien es ministro para la Agricultura Urbana, también comisario general del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) y Coordinador Nacional de los Comités Locales de Abastecimiento Popular (CLAP), destaca que la joven militar que lo recibió “mostró la fuerza que tiene el pensamiento de Bolívar y Chávez en el corazón de los venezolanos”.
Varias cosas hay que resaltar sobre el impacto que eso tiene para la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB). La SM2 arranca con un lema que violenta la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela:
- Chávez vive.
- La patria sigue –responde Bernal.
- Independencia y patria socialista.
- Viviremos y venceremos.
Quizás porque esa región queda tan apartada, la joven sargento no se ha enterado de que el presidente Hugo Chávez tiene más de cinco años de muerto. Tampoco sabe que en ninguna parte de la Constitución Bolivariana aparece que nuestro país tenga un modelo socialista. Además desconoce el protocolo para el saludo.
Hay civiles y militares quienes censuran que la sargento haya recibido a Bernal así. Pero como me dijo un mayor general “la única forma que tenemos los militares de saludar, es militarmente. Podríamos decir que la joven cometió un exceso en la exteriorización del respeto hacia el ministro, pero tiene que darle novedades porque está allí como autoridad, aunque no era necesario colocarse firme y portar el fusil al hombro en el saludo, pero él está allí como autoridad”.
Ante la queja de algunos oficiales argumentando que “¿por qué se le está dando parte a Bernal, cuando él no es militar?”, la respuesta más sencilla quizás es que Bernal tampoco es cualquier civil y sí es una autoridad, con responsabilidades en seguridad, lo que fue tomado por la sargento como el signo máximo de respeto.
“No olvidemos –insiste el mayor general- que en un decreto de mayo 2016 los CLAP fueron investidos de derecho en actividad de seguridad ciudadana y seguridad nacional en coordinación con la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. Ese decreto está en vigencia. Y esa autoridad obviamente recae en Bernal, como coordinador nacional de los CLAP”.
Me explica que aún antes, cuando quizá era mayor la formalidad, había una forma de saludar, tanto verbal como gesticular. “Los militares no tenemos otra forma de saludar, ni conversar”.
Recuerda que “él tiene también cierta autoridad cuando lo encargaron, con el Ministerio del Interior y Justicia, incluso con el Comando de la Redi (Región Estratégica de Defensa Integral) y la Zodi (Zona Operativa de Defensa Integral), para llevar operaciones contra acciones ilícitas”.
Agrega que “los militares no tenemos otra forma de exteriorizar militarmente el respeto hacia una autoridad; ese es nuestro lenguaje verbal y de gestos”.
La sargento simplemente está demostrando que no sabe a quién rendir qué tipo de saludo con honores. ¿No ha sido la Fuerza Armada incoherente en sus acciones? ¿No es una consecuencia de ello que la FANB haya quebrado algunos de sus principios esenciales y ello la ha llevado a la pérdida de la formalidad, tambaleando la pirámide militar?
Quienes conocemos y hemos transitado esa zona, sabemos que allí, aunque se haya vulnerado un poco esa tradición, el poder está en el soldado, el sacerdote y el maestro, es decir, el poder del arma, de hablar en nombre Dios y el poder del conocimiento. En lo más recóndito de los Andes eso no ha cambiado sustancialmente.
Hay oficiales que reclaman que se desempolve el Manual de Ceremonial y Protocolo Militar que habla de los honores al comandante y el cargo. “Por ejemplo a un teniente no le salen honores al grado, a menos que sea comandante de compañía. El comandante de la compañía es el responsable de lo que hacen sus subalternos”.
Es atrevido agarrarla con una sargento, quien además no sé si tenga idea de que expone su vida, en ese lugar plagado de inseguridad, en manos de grupos irregulares, con las mínimas condiciones para vivir. Ahí, se los aseguro, la vida la deciden los guerrilleros que tienen mejores armas, entrenamiento y disposición para la misión que tienen.
Lo importante
Pero el saludo de la sargento Zambrano Chacón, jefe del puesto de servicio de Puente Alianza, es lo menos significativo, porque podemos reducirlo a palabras y gestos. Hay otros hechos qué destacar. ¿Quiénes son los hombres armados que acompañan a Bernal? No parecen ni portan el arma como militares, no están uniformados, así que no se aprecia si pertenecen a un cuerpo de seguridad, policial o militar.
Ese territorio es considerado caliente por la presencia de mucho civil armado, sobre todo de la guerrilla colombiana que impone allí la autoridad.
En el video que Bernal enseña a través de las redes solo está uniformada la sargento. No se ve ningún otro militar. Y la joven, aunque con ciertas limitaciones, en cuanto a cumplir el protocolo, al incurrir en el saludo militar a un civil, incluso a la poca habilidad que pudiese demostrar, parece un alma solitaria en esa tierra hostil.
Lo lamentable es que Bernal no se enteró o no quiso enterarse, que cuatro emisoras del Ejército de Liberación Nacional (ELN) se oyen allí mejor que las venezolanas. El profesor Javier Tarazona, quien está al frente de la Fundación Redes (Fundaredes), lo denunció recientemente. Ahí donde Bernal habló de soberanía entran las emisoras de la guerrilla: 96.7 FM, 95.5 FM, 90.1 FM y 105.5 FM.
Y en las escuelas de la zona también se ha distribuido la revista “Antorcha Elena” y los guerrilleros se han paseado libremente con sus armas al hombro.
Bernal corrió mejor suerte que un alto oficial, conocido como “Terminator”, quien hace poco se fue por esa zona como si fuera a día de campo, dizque a patrullar para hacer presencia en la frontera. Se le atravesó una camioneta Toyota con vidrios ahumados; los escoltas del general encañonaron a los de la camioneta. Cuando los otros bajaron los vidrios se encontraron con seis hombres mejor armados que la comisión militar. Retuvieron al general por un rato hasta que decidieron dejarlo ir.
No ha cambiado mucho la situación en ese lado de la frontera desde que el Ejército de Liberación Nacional (ELN) asesinara a dos oficiales del Ejército en el sector Baritalia, municipio Junín; al primer teniente Ruiz Niño y al S1 Pereira Amaya.
La reacción de la FANB no se hizo esperar y así ubicaron, el 12 de marzo 2012, un campamento del ELN. Una comisión a cargo del primer teniente Luis José Díaz Mujica y el teniente Yonathan Euclides Bravo, con doce tropas alistadas, detectaron y desmantelaron el campamento, capturando a Deily Yolima Taborda. De ahí surgió uno de los pocos informes que dan cuenta y demuestran la presencia de la guerrilla en territorio venezolano.
No ha cambiado mucho la ocupación de nuestro territorio por parte de los grupos irregulares armados.
Finalmente, la sargento Zambrano Chacón seguramente será sancionada por el mal uso del orden cerrado, no cumplir con el reglamento de Ceremonial y Protocolo, ni cumplir con las reglas de subordinación, pero ella solo es el eslabón más delgado de una serie de errores y carencias que la Fuerza Armada debe revisar.
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