@SebastianaB
Cuando
Nicolás Maduro anuncia que "procedo a incorporar a este primer
contingente de milicianos al componente de la Guardia Nacional Bolivariana,
para que se sumen plenamente a las labores de seguridad de nuestro
pueblo", está avanzando en dos direcciones: una, en convertir a la
Fuerza Armada Nacional Bolivariana en una institución al servicio del partido
de Gobierno, y otra, en debilitar a la institución castrense, empezando porque aún
cuando es el segundo con más integrantes, es el que por sus funciones
policiales y militares simultáneamente, es donde habrá menos resistencia.
Eso ocurrió durante la celebración del
82 aniversario de la creación de la GNB, evento realizado en la Academia
Militar del Ejército en Fuerte Tiuna. Maduro recordó lo sucedido hace un año en
la avenida Bolívar de Caracas cuando sufrió un atentado con unos drones.
Además volvió nuevamente a hacer
ascensos, esta vez de oficiales más relacionados a su entorno y ninguno afecto
a Diosdado Cabello.
Ya parece que Maduro no sabe qué hacer
con el MG (Ej) Jesús Suárez Chourio, a quien sacó del Alto Mando Militar al
pasar a retiro y sustituirlo en la Comandancia General del Ejército. Luego lo
reincorpora como activo a la Fuerza Armada y lo nombra Jefe del Estado Mayor de
la Comandancia en Jefe, que en realidad no tienen mayor poder militar y no es
más que un club de oficiales sin funciones importantes. En el día de ayer lo
asciende al grado de General en Jefe imponiéndole el cuarto sol.
Pero ese ascenso en particular tendría
una segunda intención, restarle fuerza a ese grado militar que tienen el actual
ministro de la Defensa Vladimir Padrino López; que también ha tenido Raúl
Isaías Baduel, ex ministro de la Defensa; Gustavo González López, jefe del
Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin); y el almirante en Jefe Ramigio
Ceballos Ichaso, comandante Estratégico Operacional (Ceofanb).
Baduel está en la cárcel, acusado por
conspiración. En febrero del 2018 Maduro lo degrada y destituye de la Fuerza
Armada. En el caso de González López no es un oficial destacado en la carrera militar, aunque ha ocupado
cargos importantes como jefe de la Oficina Nacional Antidrogas (ONA) e incluso
Ministro del Interior y Justicia. Ceballos Ichaso es un oficial sin liderazgo y
poco querido en la Fuerza Armada a pesar del alto cargo que ocupa. Suárez
Chourio es un oficial querido, simpático, febrerista pero sin fuerte liderazgo
en la institución armada.
Maduro sigue avanzando en la estrategia
de bloquear a Padrino López luego de haber perdido la confianza en él luego de
los sucesos del 30 de abril, cuando hubo una acción militar, con apoyo de Juan
Guaidó, que pretendá sacarlo del poder y cuyo oficial de más alto rango
involucrado resultó ser el general Manuel Cristopher Figuera, entonces jefe del
Sebin.
Más allá del cuarto sol para Suárez Chourio, habría un reacomodo del poder, teniendo como factor al poder militar. Así encontramos el ascenso de algunos oficiales que responderían a Maduro, directamente o por interpuestas personas, que ya no serían ni de Padrino ni de Diosdado.
Un hombre del Ministro que entra en el
cuadro de este 4 de agosto es el jefe del despacho de Padrino López, general de
División (Ej) Gerson Enrique Labrador Pérez, ascendiéndolo a Mayor General.
En julio había ingresado una ficha
incondicional del titular castrense, la Almirante Érika Coromoto Vírgüez Oviedo al cargo de Vice
Ministra de los Servicios del Ministerio de la Defensa. Hubo cierta molestia
porque ella es egresada de la promoción de la Armada, “Coronel Juan Daniel
Danels” año 1989, por lo que se coloca por encima de las promociones 87 y 88.
El nuevo Mayor General de la GNB, Hernán
José Gil Barrios, es reconocido como amigo personal de Padrino López, además de
ser el único Jefe de Estado Mayor ascendido.
La mayoría de los nuevos generales de Brigada o de División que Maduro asciende ayer provienen de la Guardia de Honor Presidencial, lo que indican que han sido hombres formados en la Palacio de Miraflores.
Los milicianos
Un
alto oficial considera que incorporar
milicianos a la Guardia Nacional Bolivariana “significaría un paso que
visualiza la intención de convertir de manera progresiva y definitiva a la FANB
en una institución al servicio del partido, como es costumbre y necesario
en los regímenes totalitarios”.
Asegura que “la Fuerza Armada no ha podido ser
controlada todavía, conserva muchos aspectos doctrinarios y de
funcionamiento que no han podido ser desmantelados”.
Aunque se ha mantenido en la lista que pasan
las Juntas de Ascenso la meritocracia, más allá de que en Miraflores las
volteen al revés, el oficial considera que “está comenzando el proceso de
politización profundo de la FANB, precisamente en el Componente donde es más
fácil hacerlo como lo es la GNB”.
“La milicia fue creada para romper el equilibrio del monopolio de la fuerza, dividiéndolo. Al haber fracasado en esto por no haber podido consolidar la Milicia, siendo en la actualidad, inoperante, con bajo peso específico y prácticamente una caricatura de cuerpo armado, podrían estar planeando que ese rol como contrapeso a la Fuerza Armada lo ejerza la GNB”.
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