Sebastiana Barráez
@SebastianaB
Una
airada y masiva indignación ha surgido en la Guardia Nacional Bolivariana (GNB)
ante la orden de Nicolás Maduro de incorporar a un contingente de milicianos a
ese componente de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. “Es la eliminación de
la Guardia, su destrucción”, responde un
muy molesto alto oficial, quien está a punto de soltar una palabrota.
Un
general más veterano califica el hecho de “sin sentido. Con los milicianos
empeora la profesionalización y desmejora el cumplimiento de su misión”.
La
respuesta que nos dio un efectivo de la GNB de Barinas fue: “Eso es una bajeza
lo que están haciendo en la Fuerza Armada. Meten a unos señores de la Milicia
directamente en la Guardia. Yo para ser Guardia me tuve que calar dos años en
la Escuela de Ramo Verde. Y a un viejo de esos por ser de la Milicia lo meten
en la Guardia de una vez”.
Un
joven comandante manifiesta que seguramente “los Batallones de milicia tienen
su propio jefe y van a pretender que cada destacamento de la GNB se enlace con ese
destacamento de la Milicia, de manera que tengamos la obligación de
incorporarlos a las actividades y se van a convertir en un peso para la GNB. Cuando
uno comanda es responsable de su tropa. Qué voy a querer yo tener milicianos que
son gente no entrenada y además con los problemas que hay de suministros y
alimentación”.
Explica
que la tropa profesional de la GNB era la mejor entrenada, porque la preparabas
en una Escuela de Formación de GN. “Hay un principio que va a crear muchos
problemas, porque el Comando es uno solo, de manera que cuando te mandan gente
que no esté a tu disposición se convierten en una carga, incluso administrativa,
para el comandante”.
Varios
guardias nacionales consideran que “la incorporación de milicianos significa la
desaparición de la GNB o la ocupación de los puestos del guardia nacional por
la Milicia. Eso es súper delicado”.
Algunos
oficiales consideran que “el apoyo político lo tiene la Milicia. Nosotros
estamos en desventaja. Vas a ver cuando el miliciano empiece a pasar la novedad
de que no comió, por ejemplo, lo que va a significar un problema para su
superior. Cuando uno debe enfrentar algo así con sus hombres, pues la relación
permite que uno les proponga cómo resolver, pero cuando no son tus hombres esa
situación puede convertirse en un problema”.
Y
como remate agrega: “mira, los milicianos molestan en el Plan República, cuando
hay que calárselos unas horas, ahora imagínate de manera permanente”.
Guardias exprés
Un Sargento Mayor de Segunda recuerda que en tiempo
de Hugo Chávez “deciden formar promociones de guardias nacionales en casi todos
los comandos de zona o destacamentos, ahí nos dimos cuenta el deterioro
irreversible que iba a experimentar la Guardia Nacional con ese invento”.
“Metían en el proceso de selección a cualquier
persona sin ni siquiera tener un mínimo de vocación o las cualidades que debe
tener un militar. Esta situación se convierte en una acción coyuntural
para las bandas organizadas en el país, quienes ofrecen, a algunos de sus
integrantes, pagarles una especie de "sueldo" mensual para que se presente
en el paupérrimo proceso de selección, quedar seleccionado, soportar el curso
de 3 meses para luego graduarlo como Sargento Segundo de la GNB”.
Destaca que eso constituyó la fácil penetración de
bandas en el componente a fin de pasar información y robarse el armamento.
“Como el sueldo siempre ha sido bajo, le pagaban aparte a ese integrante para
que continuara ejerciendo su fin dentro de la institución. Eso nos lo contó un
alumno de la Guardia que estaba siendo formado en el DESUR Miranda (Valles del Tuy,
Fuerte Guaicaipuro) cuando lo agarramos una noche en una alcabala que montamos
en Dos Lagunas y cargaba una granada y una pistola”.
“Si eso fue un error que ha pagado caro la
institución castrense, imagínese ingresar esa cantidad de milicianos sin
preparación moral, física y académica, aunque la tengan ideológicamente”.
Dice
que “desde ayer cuando oímos esa orden, he hablado con compañeros de distintos grados y coincidimos en
sentir una profunda pena por nuestra Institución. Nos entristece esa acción
contando con la aprobación del Alto Mando solo por complacer a sus
"jefes" e intereses personales”.
Al
querer conocer la opinión de un capitán, responde de inmediato: “es una estrategia para amedrentar e intimidar. El éxito del Gobierno con las Operaciones
Psicológicas. Pero te confieso que detrás de eso lo que veo es miedo,
desespero y ansiedad”.
Enfatiza en “esto va definirse tarde o temprano en una confrontación de fuerza y tanto en el Alto Mando como en el Gobierno, lo saben. La pobre gente de la Milicia no va estar dispuesta a dar su vida, y si lo hacen, mueren o huyen apenas sientan el primer cartucho pasar cerca. Es más, de los compañeros activos van a ser muy pocos los dispuestos a morir por la revolución”.
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