Desde hace cinco semanas le impiden a Igbert Marín Chaparro todo tipo de contacto. Ni siquiera una llamada telefónica. Ha sido inútil ir hasta la sede principal de la DGCIM en Boleíta, Caracas. Nadie les da información
Sebastiana Barráez
@SebastianaB
Cuando el 5 de mayo en su programa de televisión, Diosdado Cabello Rondón enseñó un cronograma, extraído de los supuestos documentos de la Operación Gedeón, que daba cuenta de quienes serían los cabecillas de la Junta Restauradora, mencionó a tres oficiales presos; el general en Jefe (Ej) Raúl Isaías Baduel, el general de Brigada (GNB) Armando Hernández Da Costa y el teniente coronel (Ej) Igber Marín Chaparro, sentenciándolos a ser peor tratados de lo que hasta ahora han sido.
Los familiares de
los militares presos empiezan a comunicarse, a través de sus redes,
manifestando preocupación porque suponen que eso bastará para traer
consecuencias, no solo para los mencionados, sino para todos los que están en
los sótanos de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim).
Según la imagen
presentada por Cabello con lo que sería la Junta Restauradora, la misma estaría
presidida por el general Baduel, excomandante del Ejército y exministro de la
Defensa; a Hernández Da Costa lo presenta como Secretario de Estado de la
Nación y al comandante Marín como Jefe del Consejo Estratégico de la Nación.
Es tan elaborado
eso que incluye a solo un civil, al presidente de la Asamblea Nacional, Juan
Gerardo Guaidó Márquez como Jefe del Consejo del Poder Legislativo. Porque el
otro personaje con el que termina el organigrama es el capitán (GNB) Antonio
José Sequea Torres, a quien no le coloca el grado militar sino el título de
licenciado, con el cargo de Secretario de Estado Interior y Justicia.
Indignada la
familia de Marín Chaparro se pregunta cómo es que el comandante, con dos años y
dos meses recluido en los inmundos sótanos de la DGCIM, aparece en esa Junta.
Para ese 5 de mayo tenía casi dos meses sin visita y sin comunicación con
familiares ni abogados, más allá de dos llamadas de 30 segundos.
Desde hace cinco
semanas la familia de Marín Chaparro no sabe nada de él. Ni siquiera llamada
telefónica. Ha sido inútil ir hasta la sede principal de la DGCIM en Boleíta,
Caracas. Nadie les da información.
A familiares de
algunos detenidos les han recibido agua y medicamentos, pero a los de Marín
Chaparro nada. Uno de los peores problemas que siempre hubo en la DGCIM es el
acceso al agua para consumo, que siempre debían llevar. “Ahora ni agua”.
El desespero y el
miedo se ha apoderado de la familia Marín, porque la gran mayoría de los
oficiales que están en la perversa Casa de los Sueños, como llaman en la DGCIM
al sótano más profundo, han solicitado artículos personales y han hecho
llamadas telefónicas, por lo que el martes las esposas, madres e hijas llevaron
lo solicitado. En el caso de Marín solo hay silencio.
El capitán de custodios no ha dado explicación alguna. El Director de Investigaciones, general Carlos Enrique Terán Hurtado está haciendo gala del perfil que presentamos luego de su llegada a la DGCIM central.(https://www.infobae.com/america/venezuela/2019/10/04/la-cruel-trampa-de-la-direccion-de-contrainteligencia-militar-venezolana-para-no-liberar-a-un-matrimonio-detenido-y-a-un-coronel/)
El efecto fue lo que Diosdado quería, que al comandante Igber lo incomunicaran. La esposa del oficial les ha comentado a las mujeres de otros oficiales que teme que la condición de hipertenso de su esposo haya empeorado.
El temor a lo que
pueda suceder es válido, porque fue precisamente en manos de la DGCIM que
estuvo el capitán de corbeta Acosta Arévalo, quien fue torturado y asesinado,
mientras estaba en manos del Estado.
Son innumerables
los casos de torturas cuando los cuerpos de inteligencia capturan, desparecen y
asesinan, como acaba de suceder con la Operación Gedeón, de la cual aún no se
ha dado a conocer oficialmente el nombre de siete de esos fallecidos y mucho
menos se saben cómo ocurrieron esas muertes.
Es importante
destacar que el teniente coronel Marín Chaparro es un destacado oficial del
Ejército, considerado el mejor índice académico de la Fuerza Armada, ocupaba el
cargo de comandante del Batallón de Infantería Motorizada Juan Pablo Ayala,
ubicado en el Fuerte Tiuna, el más importante del poder militar en Venezuela.
Cada vez que Cabello menciona a alguien en su programa, de manera negativa, eso trae consecuencias para el mencionado, sea persecución o cárcel. Lo inadmisible es que lo haga con gente extremadamente vulnerable como son presos, a quienes durante años los han maltratado física o psicológicamente, les han afectado la familia, incluso si son niños pequeños, como ocurre con Marín Chaparro, quien el año pasado estuvo sin llamadas ni visitas de sus hijos, esposa, padres ni abogados, durante tres meses.
En agosto del
2019, anticipándose a que ya sabía que sería destituido como Director de
Investigaciones de la DGCIM, el cruel coronel Hannover Esteban Guerrero Mijares
les permitió a los padres del teniente coronel Igbert Marín Chaparro, por
primera vez, luego de tres meses sin contacto con familiares ni abogados, que pudieran
visitarlo.
Con Guerrero se
continuó y profundizó la modalidad de tortura psicológica contra los militares,
implementada por el coronel Rafael Antonio Franco Quintero de la mano del general
Manuel Ricardo Cristopher Figuera entonces subdirector de la Dgcim.
Castigar a los
detenidos se ha hecho una constante. Cuando los detenidos empezaron a reclamar
mejores condiciones de reclusión, después del informe de Michelle Bachelet, la
Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, instalaron en los sótanos
unas puertas que los custodios llaman “Puertas Bachelet” y que tienen una
pequeña hendidura por donde les pasan los alimentos.
Cabello y Marín
El presidente de
la Asamblea Constituyente, Diosdado Cabello, quien nunca había mencionado el
caso de los comandantes detenidos el 2 de marzo 2018, esa noche en el programa del
5 de mayo 2020, presentó una lista de acciones conspirativas. Dijo que en la
número 6, la de marzo 2018, estaba el MG (Ej) Miguel Rodríguez Torres y el
comandante Marín Chaparro. Lo presento así:
Movimiento de
Transición del Pueblo
(sabotaje
electoral)
Operación
Terrorista con Mayor Poder de Fuego en la FANB.
Teatro de
Operaciones: Caracas
Fecha: mayo 2018.
Actores
principales:
Miguel Rodríguez
Torres
Igber Marín
Chaparro
Objetivos:
Asaltar unidades
militares.
Impedir la
reelección de la elección presidencial.
Boicotear el
diálogo.
Tomar Fuerte
Tiuna.
Otros datos de
interés:
Logran contar con
hombres de comando en Unidades Estratégicas del Ejército.
Captaron oficiales
de la promoción 2002. Tenientes cuando Rodríguez Torres era subdirector de la
Academia Militar.
Operación con
mayor poder de fuego.
Alianza con María
Corina Machado.
Neutralización:
Corte operativo
(actividades de inteligencia).
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