Según testigos, el Sargento Segundo Luis Armando Monsalve estaba bajo los efectos de narcóticos cuando sucedieron los hechos. A pesar de eso, sus denuncias fueron utilizadas por sus superiores. El testimonio de las víctimas que sufrieron sus extorsiones
Fue el miércoles 08 de mayo 2019,
en la sede de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM),
cuando el
Sargento Segundo Luis Armando Monsalve Estaba
alias El Alacrán se lanzó del tercer piso de la DGCIM. Un año y casi un
mes más tarde, murió después de haber caído en un estado de gravedad con serios
problemas en los riñones. Es uno de esos sórdidos casos que suceden en la sede
de la temible Dirección General de Contrainteligencia Militar, cuya sede central
está en Boleíta, Caracas.
El tío Jean Carlos Monsalve llegó a
las instalaciones donde es funcionario civil y se reunió con su sobrino Luis
Armando alias El Alacrán; de allí se dirigió a la oficina de la Dirección de Investigaciones,
entrevistándose con el Mayor Néstor Neptalí Blanco Hurtado, sancionado por los
EEUU el 5
de noviembre de 2019 y quien fungía como incondicional del entonces director de
Investigaciones Coronel (Ej) Hannover Esteban Guerrero Mijares.
Horas después de esa reunión El Alacrán, estando de guardia,
llega a la oficina de Hannover Guerrero, según narraron algunos funcionarios,
“estaba con evidencia clara de estar bajo efecto de alguna droga”. Al
parecer creía que lo habían descubierto planificando la fuga del MG (Ej) Miguel
Rodríguez Torres; le relata al coronel la existencia de una operación para permitir
la fuga del alto oficial cuando fuera trasladado a chequeos médicos,
mencionando a sus compañeros el S/2 (GNB) Deivis Jesús Parra Casanova alias Dinastía
y el S/2 (GNB) Daniel José Rodríguez Ochoa alias Cancerbero, con quienes
él había tenido problemas anteriormente por indisciplina.
Después de lo dicho por Monsalve
Estaba los dos militares señalados fueron trasladados al tercer piso de la
DGCIM en Boleíta. “Yo creo que El Alacrán estaba asustado porque se sentía
descubierto con lo de la fuga y no era para menos, porque como el coronel
Hannover había mandado a castigar a otros funcionarios en el cuarto de los
asesores”, cuenta una fuente a Infobae.
En esa historia de la planificación
de la fuga El Alacrán también involucra al S/2 Roberto Escalona Colmenares Soto
alias Neutro y Yohan Antonio Godoy Mabel alias Cuatro. “Aunque las versiones de
Monsalve fueron incongruentes, Hannover levantó actas internas que, aunque ese funcionario
alias El Alacrán estaba bajo efectos de la droga, le dio veracidad. También al
coronel le interesaba porque a esos dos funcionarios, alias Dinastía y
Cancerbero, los venía castigando porque se resistieron a tratos crueles y
violatorios de los derechos humanos de presos por causas políticas”.
Ese 8 de mayo en la Dgcim se corrió
el rumor de que al S2 Monsalve Estaba lo iban a detener: él se encontraba en tal
estado drogado “que delante de los compañeros y a gritos descontrolados
manifestaba que el coronel Hannover lo iba a torturar y que él actuaba bajo las
órdenes de Blanco Hurtado. Fue eso lo que lo llevó a lanzarse del tercer piso
de la DGCIM en presencia de los compañeros que estaban apresados”,
Uno de los que presenciaron el
incidente contó a Infobae que “él se lanzó cuando estaba super drogado. Cayó en
una platabanda, y se le quebraron las piernas, aun así, como estaba consciente,
empezó a dar vueltas sobre sí mismo; cuando se lanzó llevaba un tenedor en las
manos, de manera que cuando se le acercaron para tratar de auxiliarlo, él se
daba con el tenedor en el cuello y lanzaba golpes con el tenedor a quien
trataba de acercársele. En una de esas dio una vuelta y cayó a una rampa, tipo
regresiva, más abajo; ahí sí no le fue nada bien, quedó inconsciente porque se
dio en la cabeza y se le partió la columna”.
Monsalve Estaba fue llevado al
hospital militar. Un custodio dice que a los días llegó a la habitación donde
estaba hospitalizado, unos funcionarios de DGCIM y el tío Jean Carlos Monsalve.
“Se encerraron con él y pretendían sacarle información. El dijo que intentaron
ahogarlo”.
En el Hospital Militar El Alacrán
decía a otros detenidos que se encontraban recluidos ahí que a él lo habían
lanzado y que lo drogaron para sacarle información.
Hannover mantuvo en las actas la
versión de la fuga de Rodríguez Torres sin mencionar que el S2 Monsalve había
hecho esas declaraciones bajo efectos de las drogas, tampoco dijo que los funcionarios
involucrados tenían más de dos meses presos en la DGCIM. Tampoco dijo que Rocío
Ramírez, pareja del exministro y ex jefe del Sebin había sido detenida por ese
caso, sin presentar pruebas valederas.
Cuando las denuncias contra el
entonces jefe de Investigaciones se hacían más escandalosas, el coronel
Hannover Guerrero habla con los funcionarios señalados de la planificación de
la fuga para pedirles que se declararan culpables y que él se comprometía a
reducirles la pena, pero se negaron a hacerlo, en medio de una discusión.
El oficial decide enviarlos a la
cárcel de La Planta, aun cuando la orden del tribunal era que los trasladaran a
la cárcel militar de Ramo Verde. Uno de esos funcionarios fue atacado en esa cárcel,
cuando otros presos se enteraron de que era funcionario de inteligencia; le
causaron una herida que ameritó 20 puntos en la cabeza.
Otra de las funcionarias a quien
alias El Alacrán mencionó en la supuesta fuga fue a las S/2 Marina, Lisbany
Esther Aguilar López alias La Gata, quien
anteriormente se había negado a tener algún tipo de relación íntima con él.
Ella declaró ante el fiscal que estando de vacaciones en el estado Carabobo,
fue llamada a la sede de Boleíta, siendo detenida; el juez ordenó su reclusión
en la cárcel de Ramo Verde, pero el coronel Hannover Guerrero la envió a la
cárcel de mujeres en el INOF, donde por ser militar fue golpeada por otras
reclusas.
Ni para remedios
Hay detenidos en los sótanos de la
Dgcim que recuerdan la actuación que El Alacrán tuvo con ellos. “Armando El
Alacrán no pasaba todo lo que nos traían, nos robaba las cosas buenas de comer
que nos enviaban desde la casa. Sabíamos que cuando él estaba de guardia era un
momento muy malo. Los tratos que nos daba fueron denigrantes”.
Los meses en el Hospital Militar Dr.
Carlos Arvelo, no fueron nada fáciles para El Alacrán. “La DGCIM le negó el
presupuesto para realizarse las operaciones de columna, material médico,
medicinas, ayuda familiar, terapias de rehabilitación física regulares. En
diciembre le habían dicho que lo iban a enviar a su casa bajo una medida
cautelar que nunca llegó. Murió en extrema pobreza, abandonado por la
institución y por la Guardia Nacional”. Solo lo acompañaba su mamá.
Siempre fue asignado al traslado de
los acusados por el caso de los drones. “Se sentaba ahí con respiración agitada,
ojos exorbitados y nos amenazaba con el arma de reglamento”, cuenta uno de los
imputados en el intento del Magnicidio.
Hay detenidos que relatan las
extorsiones del Alacrán. “Cobraba a los familiares por supuestos cuidados,
información, privilegios por el pase de medicinas, objetos no autorizados,
extensión del tiempo de las llamadas telefónicas y cuidado personal a sus
presos”, destaca uno de los familiares.
Su tío, Jean Carlos Monsalve, quien
es personal civil de la Dirección de Asuntos Especiales (DAES) de la DGCIM, era
el encargado de administrar las extorsiones de su sobrino, se dice protegido
del mayor Granko Artega. “Los hombres a cargo de Granko reciben pagos mensuales
en dólares, están autorizados para saquear bienes de sus víctimas, atracar,
proteger cadenas de corrupción y torturar, mientras la mayoría de los
funcionarios y empleados esperan con ansias la bolsa de alimentos CLAP”.
El tío estuvo detenido poco tiempo
y está otra vez en la Dgcim central. Incluso él llamó a la mamá de El Alacrán,
un día después de la muerte del joven sargento, para decirle que fuera hasta la
Dgcim porque sus jefes necesitaban hablar con ella.
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