La gran industria del contrabando no se ha detenido pese a la crisis sanitaria derivada de la pandemia del coronavirus. Al paso de alimentos y medicamentos, se le agrega la trata de seres humanos y el tráfico de drogas
Sebastiana Barráez
@SebastianaB
Tomado de Infobae
Hacía unas horas, prensa presidencial anunciaba que el
Comandante Estratégico Operacional (Ceofanb), almirante en Jefe Remigio
Ceballos Ichaso había dicho que “hasta el momento han sido capturadas
más de 176 personas en cruces ilegales. Se ha incrementado la presencia militar
para que toda persona que ingrese por esta vía cumpla con los protocolos
sanitarios”. Sin duda que
el alto oficial está mal informado u oculta la verdad de manera intencional.
Por la frontera van y vienen cientos de personas diariamente.
Eso viene a propósito del reporte diario que la
vicepresidente Daisy Rodríguez hizo el martes en la noche, al anunciar que se
habían registrado 125 casos importados, de los cuales 79 provienen de
Colombia; agregó que en “las últimas 24 horas se han detectado 175 nuevos casos
positivos de COVID-19 por transmisión comunitaria, de los cuales 99 se
encuentran en el estado Zulia”. Quince en Táchira, once en Sucre y siete en
Mérida.
En realidad, la gran industria del contrabando en la
frontera no se ha detenido. Al paso de alimentos y medicamentos, se le agrega
la trata de seres humanos y el tráfico de drogas.
Es falso el control que se pregona en la frontera. “Todo
se maneja como una mafia. Eso empezó hace unos años, pero la única manera de
sobrevivir es aceptando las normas. Imponen un toque de queda, pero para el que
no tiene cómo pagar, porque apenas arranca la medida, paralelamente también
circulan camiones, carros y gente de los que contrabandean o de los grupos
armados que cobran”, cuanta a Infobae una mujer que habita en San Antonio del
Táchira.
Narra que por las trochas pasa de todo sin ningún
control. “Ahí no se sabe, por lo menos nosotros no sabemos, quién pasa, qué
pasa ni en qué cantidad. Todo eso lo controlan los elenos (integrantes de la
guerrilla Ejército de Liberación Nacional), de la mano con la Guardia Nacional
Bolivariana”.
¾
¿Cómo hace esas personas que necesitan pasar?
¾ Cada uno
paga 25 mil pesos (casi 7 dólares) de ida y 25 mil de venida. Casi desnudan a
las personas que se ven en la necesidad de pasar más que todo por el tema de
las remesas y los giros. Ahora, si usted pasa un millón de pesos, por ejemplo,
ellos le quitan 30 mil pesos.
¾
¿Por qué todas las personas que uno encuentra hacia la
línea fronteriza advierten que no se le ocurra sacar el teléfono al intentar
pasar o regresar de territorio venezolano?
¾ Ah, porque el
que saque un celular en esa zona donde haya hombres armados, se lleva un tiro.
Es más, los que viajan con frecuencia pasan con el teléfono oculto e incluso
sin batería o apagado. Eso lo hacen los guerrilleros para evitar las fotos o
los videos. Uno saca el teléfono cuando ellos no están por ahí. ¿Recuerda cuando en febrero del año pasado
cuando la Ayuda Humanitaria hubo varios videos y fotos de hombres armados, en
pleno pueblo, amenazando a periodistas y a la población civil? Esas imágenes
dieron la vuelta al mundo, por lo que a los guerrilleros y a los colectivos los
regañaron sus jefes. Y hubo muchos casos que no se denunciaron en esa época
porque se robaron equipos y teléfonos.
¾
Sí, en aquellos días hubo muchas denuncias de amenazas
contra periodistas que se quedaron encerrados en San Antonio y Ureña, sin poder
salir de la zona.
¾ Y muchos no
contaron lo que les pasó por miedo. El llamado protector del Táchira y varios
diputados y dirigentes del chavismo, se envalentonaron con los colectivos para
que amenazaran a los periodistas y a los dirigentes de oposición. A una
periodista de Venevisión, que es un canal arrimado con el Gobierno, le dieron
una mechoneada (jalada de cabellos) y le robaron los equipos. Unos primos míos
la vieron llorando y muy asustada. Pero desde ese febrero del año pasado los
colectivos y guerrilleros agarraron mayor fuerza desplazando a los
paramilitares e implementando medidas para evitar fotos y videos.
¾
Se cuidan más para no exponerse.
¾ No, que va.
Ellos actúan abiertamente. Al ELN y a la Guardia Nacional no les importa que
todos los vean. Pero más allá de la vacuna hay otras cosas que preocupa ante lo
que está sucediendo. Fíjese que se dispararon los casos del Covid 19 en el
estado, entre ellos el municipio Seboruco, porque los familiares del alcalde
tienen un negocio con mercancía colombiana; no les importa contagiarse o
contagiar a otras personas.
¾
En Táchira hay 23 Puntos de
Asistencia Social Integral (PASI), dos Especiales (PASIE), uno (PASIC), uno
para Migrantes Internos (PASIMI) y dos Puntos de Asistencia Social (PAS). Se
supone que todos pasen por ahí.
¾ No, esos son
para quienes pasan por el puente, pero los que pasan por las trochas no reciben
ningún tipo de control. Además, los centros de hacinamientos porque esos no son
refugios, es solo un parapeto de los retornados que vienen a pie. Por la trocha
hay un mercado gigantesco de todo lo que pueda imaginar y obviamente sin ningún
control sanitario. Los primeros afectados somos quienes habitamos en las
poblaciones fronterizas. Lo que está ocurriendo es la trocha se volvió
nuevamente el punto de conexión de todo el contrabando, el narcotráfico, pero
sumado a eso está el virus haciendo estragos.
¾
Aunque el río esté crecido por las lluvias, la gente
sigue pasando sin considerar el riesgo.
¾ Porque es
demasiado lucrativo el negocio, para unos, pero es necesidad para otros. Hicieron
un puente con cajas de refresco, piedras e infinidad de objetos; ahí se
instalan los grupos con sus armas largas, dirigiendo el paso. En muchas trochas
lo que hay son colectivos con acento caraqueño.
¾
¿Y los militares venezolanos?
¾ La Guardia Nacional
obedece a los elenos. De ambos lados del río Táchira hay uniformados, de un
lado lo que parece GNB y del otro lado uniformados colombianos con trajes
camuflados. Se ven a otros vestidos de civil, incluso con pantalones cortes,
shores deportivos, hasta con chanquetas o sandalias pero todos con armas
largas.
¾
¿No siente miedo pasar por esas trochas?
¾ ¿Miedo?
Miedo es poco, uno pasa mega asustado, pero igual se hace por necesidad. Lo más
peligroso en las trochas es cuando se han caído entre los diversos grupos por
controlar la zona. Esa gente hace un dineral, incluso muchos llegan a los
negocios. “Le subo lo que usted quiera y le cobro tanto”, dicen. No hay control de nada, pasan las veces que
quieren, si están contaminados o no, eso es irrelevante para ellos. Imagínese,
ya hay cadenas de distribuidores trocheros en San Cristóbal, la capital del
Táchira.
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