En el episodio, la semana pasada, murieron cuatro militares y cientos de campesinos fueron desplazados
Sebastiana
Barráez/ 27 de septiembre 2020
@SebastianaSin
Ese sábado Ana Luisa, como
pidió que la identificáramos, estaba preparando un guarapo de malojillo y limón
para el catarro. Pensó en dormitar unas horas para espantar el malestar y fue
cuando oyó el ensordecedor ruido de aviones. “Se oían casi sobre mi cabeza.
Después fue como una explosión que me dejó mareada. Me caí, traté de
levantarme, pero no pude y me arrastré hasta debajo de la mesa y grité,
llamando a mi hijo, pero nadie respondió y yo me quedé ahí llorando, creyendo
que iba a morir”.
Ella es habitante del sector
Tres Esquinas, estado Apure, en la frontera con Colombia, que el sábado 19 de
septiembre vivieron el enfrentamiento entre soldados de la Fuerza Armada
Nacional Bolivariana (FANB) y miembros de la guerrillera Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia (FARC).
Decidió hablar con Infobae
para contar lo que vivió durante el enfrentamiento y hasta que los soldados
venezolanos abandonaron la zona, el sábado 25 de septiembre. De ese hecho
quedaron cuatro militares venezolanos muertos y una frustrante derrota para la
institución castrense.
El miedo de Ana Luisa es como
la del resto de la población civil, víctima de la presencia de los grupos
irregulares, a lo largo y ancho de la frontera del llanero estado Apure. Los
campesinos son los más afectados, porque son vulnerables ante un ejército
guerrillero armado, que se ha instalado en el territorio con la tímida mirada
del ejército venezolano, especialmente desde la llegada de Hugo Chávez al poder
y su reconocimiento a los grupos guerrilleros de Colombia.
“Después supe que cayeron
granadas en el techo de una de las casas, ahí estaba una muchacha con un bebé que,
gracias a Dios, salieron ilesos. Mi sobrino me contó que bajaba un grupo del Ejército
y que después de la escuela de Pueblo Nuevo, en la siguiente finca, entre Caño Hondo
y Pueblo Nuevo, fue que se enfrentaron los militares con los guerrilleros; a 18
kilómetros de Caño Hondo está Tres Esquinas”, narra Ana Luisa.
“Lo que más me afectó fue el
ruido y ver que los aviones soltaban las bombas, como en las guerras de la
televisión, porque además de los disparos hubo aviones del ejército que
bombardearon; por ahí decían que quedaron 19 muertos, pero nadie los vio y por
miedo nadie se va a acercar a esa zona”.
Hay consenso, no solo entre
la familia de Ana Luisa, sino de otras familias de la zona que el
enfrentamiento fue entre la Fuerza Armada Nacional venezolana y la guerrilla
Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). “Yo no me acerqué por ahí, pero
varios aseguran que junto con los soldados venezolanos había hombres vestidos
de negros y encapuchados. Pero lo que sí es que fue las FARC contra soldados
venezolanos”.
Ana Luisa, quien creyó que,
ese sábado 19, lo peor que iba a pasarle era lidiar con su catarro, de repente
estaba tratando de sobrevivir. Le pregunto por la presencia de la guerrilla. “Para
nadie es un secreto que los grupos irregulares tienen fincas y se movilizan
libremente por la zona”, responde. Le insisto en que nos diga quiénes son.
“Ellos tienen explosivos enterrados a la orilla del camino y en el puente
de Caño Hondo también tienen explosivos”, dice como justificando lo difícil que
se le hace identificarlos.
“Nosotros hemos vivido aquí desde hace muchos años y nunca había pasado nada así. Me preocupa que por decir estas cosas ponga en peligro a mi familia o a mis vecinos. Aquí nadie nos defiende”, expresa con angustia, hasta que le prometo que no mencionaremos su nombre ni publicaremos las fotos, que nos interesa saber qué pasó, qué sucede con la población civil y quién es esa guerrilla.
“No sé decirle dónde están exactamente, si son los de las FARC o el ELN, porque ellos están por toda la zona, pero las FARC son los que más tienen presencia en este lado, más allá, hacia El Nula, hay más ELN. Esa gente está en la zona desde hace años; dos fincas más allá de pasar el puente de Caño Hondo, ellos tienen un campamento grande; esos son colombianos y son de las FARC”.
Revela que como los grupos
guerrilleros tienen mucho dinero y han comprado muchas propiedades en la zona,
aun cuando son colombianos y eso debe estar prohibido en la frontera. “Sí, sí
están ahí en fincas que han ido comprando en Tres Esquinas, Pueblo Nuevo, Los
Laureles, Caño Hondo. Fueron comprando pequeñas fincas, unas vecinas de otras,
y han hecho grandes fincas”.
“Hay propiedades que ha
comprado la guerrilla de las FARC y a unos cinco kilómetros compraron los del
ELN. Los que llegaron primero, los de las FARC, tienen más poder en esta parte
y por eso se pasean en sus lujosas camionetas, con armas grandes, mientras que
los del ELN pasan en motos”.
“El martes (22 de septiembre)
muchos dejaron sus fincas, con sus niños en brazos, por el temor a un nuevo
enfrentamiento. En la iglesia de Los Laureles entraron más de cien vecinos y
otra gran cantidad salieron por Valle Verde, porque por Tres Esquinas los
soldados no dejaban pasar a nadie. Yo también decidí irme a la iglesia con mi
nieto”, finaliza diciendo Ana Luisa.
El 22 huyeron
Oscar, un obrero, que trabaja
en la finca de la familia de Ana Luisa, da fe del pánico que se desató el
martes 22 de septiembre. “Decenas de personas salieron a prisa, algunas
llevando solo un morral o un bolso en la mano. En el tiempo que llevo aquí
nunca había sentido tanto miedo entre los habitantes, la verdad, nunca sentí que
corriera peligro como ahora. Unos días antes hubo tiroteos, pero más allá hacia
El Nula, pero aquí nunca hemos tenido esos problemas”.
“Prefirieron dejar todo abandonado
ante un posible nuevo enfrentamiento. Se fueron en moto, incluso montaron las
motos en canoas y atravesaron el río Sarare para salir por Valle Verde”.
“En la iglesia de Los
Laureles había como 100 personas. Claro, hubo personas que se quedaron en sus
fincas por temor a que les roben el ganado. Pasando el río Sarare, hay otra
iglesia y hasta allá fueron a parar otra cantidad de personas”.
Le pregunto a Oscar por qué
la gente decide huir tres días después de lo sucedido. “El sábado nadie se
podía mover del lugar y luego pensamos que ya todo había pasado, pero no fue
así, se siguieron oyendo disparos. El domingo continúo el enfrentamiento. El
lunes, algunos del pueblo hablaban de una reunión para resolver el problema; se
supo que la reunión entre los grupos guerrilleros y el ejército venezolano para
llegar a un acuerdo se dio, pero como nadie podía entrar o salir de la zona,
tampoco había certeza de si continuarían los tiroteos”.
“El martes la gente salió
aterrada, sin esperar permiso o información de nada, aun cuando los grupos
estaban ahí en el monte. Fue muy grande el miedo a que el Ejército venezolano
entrará a enfrentarse con los guerrilleros; lo ocurrido el sábado 19 no fue más
fuerte porque los soldados venezolanos agarraron a los de las FARC descuidados,
porque para esta zona nunca hubo problemas”.
“El enfrentamiento del sábado
fue en Caño Hondo, en los linderos de tres fincas, la de don Daniel Medrano, la
de don Fermín Blanco y la de don Rafael Guerrero, pero bajaron disparando hasta
la finca de don Alipio Cruz y la del señor Aristóbulo Zambrano; es una zona
donde hay unas 15 fincas, más la comunidad siguiente que son Los Laureles y por
la parte de arriba están los del Consejo Comunal de Pueblo Nuevo, que están
bastante cerca”, considera Oscar.
Los terroristas
El viernes 25 los soldados
venezolanos se fueron de la zona. Quedaron como resultado cuatro militares
presos y los cinco “terroristas” capturados, según dijo el ministro de la
Defensa GJ Vladimir Padrino López en un escueto comunicado, pero veamos quiénes
serían los detenidos, que el titular castrense no quiso mencionar.
Detuvieron a Carmen Cecilia
Cubidez a quien estarían responsabilizando por la muerte de uno de los
militares; hay quien asegura que ella se encontraba oculta, debajo de la cama,
con sus dos hijos y su papá que padece Parkinson, al momento en que ocurrió el
enfrentamiento.
En el caserío Tres Esquinas culpan
a los soldados de haber insultado y golpeado al comerciante Luis Emilio
Contreras, de quien aseguran que él estaba en su casa con sus dos hijos y
esposa.
De una vivienda sacaron a
golpes a Jaime Durán, quien estaba en pantalón corto, descalzo y sin camisa
cuando los militares venezolanos se lo llevaron. Dos personas cuyos nombres no
se sabe, pero que fueron detenidos también estaban en pantalón corto, sin
camisa y descalzos como acostumbran a andar muchos habitantes del llano.
Los cuatro soldados
venezolanos muertos: SM/3ra. Gabriel Alexander Pérez Silva, S/2do
Reiber David Chirino Reyes, 1TTE Augusto David Linares Delgado y Tte Miguel
Ángel Mora García.
Lo que quedó entre la gente
de Tres Esquinas, Pueblo Nuevo y Caño Hondo del estado Apure, fue el miedo a
que se repita una acción similar. “Y nos quedan los impactos de los disparos en
las paredes de varias casas”, dice Oscar, el obrero de la finca de Ana Luisa.
https://www.infobae.com/america/venezuela/2020/09/27/lo-que-ocurrio-despues-de-que-el-ejercito-venezolano-se-enfrento-a-la-guerrilla-colombiana-en-tres-esquinas-en-el-estado-apure/
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