La muerte de dos oficiales provocó asombro e indignación entre sus compañeros, pero también desató una campaña anónima que busca relacionar a uno de ellos con acciones delictivas
Sebastiana Barráez/ 14 de octubre 2020
@SebastianaB
La muerte de dos militares venezolanos, el general
Sergio Negrín Alvarado y el Sargento Primero Deiris Suárez, trajo consigo
asombro e indignación entre sus compañeros, pero también desató una campaña
anónima tendiente a relacionar al alto oficial con acciones delictivas. Lo que
sí es cierto es lo relevante que pudo ser el nombramiento para el que dos días
antes había sido designado: jefe del Comando de Zona Nr. 35 de Apure.
Ese estado se ha vuelto conflictivo. Hay fuertes
rivalidades entre los generales de los componentes Guardia Nacional y Ejército.
Una figura determinante en la confrontación es el General de División Francisco
Alejandro Corona Preciado, quien ahora es Secretario de Seguridad de la
Gobernación de Apure; él fue jefe del Comando de Zona 35 y jefe de la
Misión Barrio Tricolor. “Está en las ligas mayores”, coinciden varios
oficiales, quienes indican así que es un hombre muy poderoso.
Al
ascender a divisionario Corona Preciado debía abandonar el Comando de Zona,
pero él se resistía a hacerlo y más aún se negaba a abandonar Apure. Es por eso
que el Gobernador Ramón Carrizalez le solicita al Ministro de la Defensa que se
lo asigné en comisión de servicio por un año, lo que en efecto se materializó
días después.
En el cargo que Corona Preciado ocupaba fue designado, con la resolución 37340, el general de brigada Wilmer Octavio Herrera Manrrique. El encontronazo entre ambos oficiales ocurre cuando aquel se empeña en seguir ocupando las funciones que tenía antes e invade el territorio de mando del nuevo Comandante de Zona de la GNB. Pero no es solo un problema de mando y de poder, es de control sobre importantes negocios en la zona.
"El gobernador Carrizales
mantuvo al general Corona Preciado durante tres años al mando de la GNB en Apure,
contra la voluntad de la población, porque ese general es de cuidado y
subordinado al extremo al gobernador. Es un fanático que no le importa ordenar
que detengan a cualquier persona, la golpeen, sea hombre o mujer”, revela a
Infobae un dirigente político de la región.
No
es casual que, en la Zona de Defensa Integral, haya sido nombrado el General de División (Ej) Robinson José Vera Cumare,
según resolución 036808, dos meses antes de los regulares cambios militares,
luego de que sacaron, sin explicación alguna, al GD Ghimi José Santini Reyes.
El general Vera Cumare pretendió,
hace tres días, tomar arbitrariamente el control de las estaciones de servicio.
Oficiales de la zona aseguran que el jefe de la ZODI Apure se enfrenta
abiertamente con la GNB. “Él pretende tomar el control de la gasolina”, dice un
oficial de dicho componente.
El secuestro
Militares y dirigentes de Apure aseguran que el
enfrentamiento entre generales se originó cuando en Arauca, ciudad colombiana,
en frontera con Venezuela por el estado Apure, fue secuestrado Francisco Alvarado,
hermano del exgobernador de Arauca Ricardo Alvarado Bestene,
quien reveló que su hermano había sido amenazado, desde hacía tiempo,
por las disidencias de las FARC (Fuerzas Armadas revolucionarias de Colombia).
El hecho ocurrió el 2 de
julio, a las 2:30 de la tarde, cuando Francisco iba llegando a su casa y es
interceptado por tres vehículos con hombres armados. Media
hora después la camioneta en la que se lo llevaron apareció, en la vereda
Barrancones, a orilla del río Arauca, por lo que las autoridades colombianas sospecharon
que lo habían pasado a territorio venezolano e indican que fue llevado a la
población de El Amparo, Apure. Se ha mencionado al cuñado de un oficial
del Ejército como involucrado en el secuestro de Alvarado; él es un ganadero de
la zona, que desde hace años está estrechamente relacionado con la guerrilla
colombiana, específicamente con las FARC.
El Gaula (Grupos de Acción Unificada por la Libertad
Personal ) de la Policía dijo, poco después, que Alvarado está en manos de
alias Ferley, integrante de la estructura décima de las Disidencias
de las Farc, según aseguró el general colombiano Fernando Murillo.
El caso es que la familia
Alvarado negoció su liberación, “con personas que serían funcionarios de la
Guardia Nacional, incluso un coronel del GAERS, al mando de un oficial, que han
manejado varios secuestros en Apure. El problema es que la familia del
secuestrado pagó y ahora no aparece el dinero y por supuesto la familia se
niega a pagar nuevamente, porque no hay garantía alguna de que lo vayan a
liberar”.
Un hecho relevante es que por
la desaparición del dinero del secuestro está detenido, desde hace días, en el
Sebin Apure un muchacho conocido de la zona a quien llaman el Gordo Tovar,
quien ha estado muy relacionado con el grupo del general Nieto Patiño y con el
General Corona Preciado. Aún Tovar no ha sido presentado en los tribunales,
violando la Ley.
“Muchos de esos oficiales que
llegan a Apure, se conectan con los grupos irregulares, con sus organizaciones y
con el rentable negocio que surge del contrabando, venta de armas, alimentos,
secuestro y trata de personas. Es un negocio que da demasiado dinero, aunado a
lo que da el contrabando de narcóticos”, revela un funcionario que habita en
San Fernando de Apure.
Coinciden varios oficiales en señalar que diariamente
entran, a varios estados del país, camiones de mercancía colombiana, desde
confites, víveres, útiles personales. “Todo es enviado por el general Corona
Preciado”.
El general Negrín Alvarado, quien pertenecía a la II
promoción Batalla de Mosquitero 1993, era el Segundo Comandante y Jefe de Estado
Mayor de la ZODI Zulia, desde hace menos de dos meses, luego que por la resolución
37334 del 21 de agosto 2020, sale del cargo de Comandante del Grupo de Acciones
de Comando.
Un
amigo del general relata que “a Sergio siempre le gustaron las cosas buenas y
caras; él decía que era por ser hijo de españoles. Su casa era impresionante y
siempre le gustaron los buenos carros”.
Al general
Negrín y a su chofer los asesinan en un hecho que aún no está nada claro. Quién
sabe si algún día se sabrá. El nombramiento de Negrín apenas se resuelve el 11
de octubre. El 13 en la madrugada toma la carretera para llegar a recibir su
nuevo cargo en Apure.
Las minutas
preliminares dicen que se consiguió obstáculos en la vía, unos sujetos lo
interceptan en la autopista Cimarrón Andresote, a la altura del sector
Alpargatón, municipio Juan José Mora de Carabobo, que está en los límites entre
ese estado y Yaracuy. “El vehículo no tiene ningún impacto de bala”, señala un
compañero de Negrín.
En un reporte, cargado de
gran cantidad de errores, y que supuestamente realizó el GB Wolmar Guevara
Sotillo, Comandante del comando de Zona 40 de la GNB en Yaracuy, relata que a
las 3:30 de la madrugada aproximadamente “pasó por La Raya, que es mi última
Unidad adscrita al CZGNB 40. Los efectivos militares de servicio lo alertaron
para que estuvieran pendientes ante las acciones de los delincuentes de
esa zona ya que colocan obstáculo y barricadas para sorprender a sus víctimas”.
“Al llegar al sitio se dieron
cuenta de que tenían sometido un camión cava y el conductor de Negrín echó marcha
atrás, pero fue impactado por un disparo de escopeta y perdió el control de la
camioneta Hilux encunetándose a la orilla de la autopista. Los delincuentes
abordaron el vehículo averiado e hicieron disparos en contra de Negrín y su
conductor”.
En horas de la tarde, algunos periodistas de sucesos dijeron que tres jóvenes involucrados en el asesinato del general y el sargento, murieron en un enfrentamiento; las fotos corren por las redes sociales, sin que una fuente oficial certifique que en realidad son los autores materiales de lo ocurrido.
En esa autopista, donde ocurrió el asesinato de los dos militares, en diciembre 2018, murieron los peloteros José Castillo y Luis Valbuena, al volcarse cuando encontraron obstáculos en la vía. Muchos intentaron comparar los hechos, pero la diferencia con el general Negrín es que era un oficial armado y con entrenamiento militar de Comando.
Recordemos que fue el entonces Comandante General (GNB) Richard López Vargas, quien hizo entrega del estandarte del Grupo de Acciones de Comando de la GNB (GAC) a Sergio Negrín Alvarado cuando era coronel, como nuevo comandante de esta unidad de fuerzas especiales. Ahí recibió la barra hombre de fuerzas especiales del GAC, mención Comandante y la Insignia hombres de fuerzas especiales mención comandante del GAC, distinción que fue impuesta por el Comandante General de este componente.
Un alto oficial revela que Negrín llegó
al grupo de Acciones de Comando por recomendación del general Néstor Reverol.
“Tenía problemas porque le quitaron un comando en el estado Monagas, lo colocan
en la Academia militar de la Guardia Nacional Bolivariana y de allí lo mandan
al grupo de Acciones de Comando en Macarao sin ser comando, solo para
justificar cómo ascenderlo a general y después de ascenderlo lo dejaron ahí y
nunca le dieron otro cargo de comando, como sí ocurrió con otros compañeros”.
Muchos oficiales se preguntan si detrás del asesinato
del general no hay algo más complicado que la agresión de piratas de carretera.
“Fíjate que el General de División Javier Rodríguez Albo, que era el Inspector General
de la GNB y, quien también comandó Apure, salió cambiado en la resolución del
11 de octubre. Y al GD Hernán Enrique Hómez Machado lo pasan del Comando
Nacional Antiextorsión y Secuestro (CONAS) para la Inspectoría General”.
Aunque Negrín era el segundo comandante de la ZODI
Zulia, “el cargo que iba a recibir era mejor, porque el que le dieron en agosto
era solo relleno, pues en esos cargos del sistema defensivo territorial lo que
vale es el primero. En apure iba a ser el jefe de Comando. Y al que era Director
de Servicios Internos de la GNB, que fue comandante de la Zodi Guárico, lo
mandaron a comandar el Conas”.
“Entre los oficiales de fuerzas especiales hay muchas
preguntas sobre ese asesinato, porque pareciera que a Negrín lo estaban
esperando en la vía, lo matan y se van, como si el objetivo no era robarlos,
solo matarlos”.
Los asesinos del general y el
sargento no robaron ni la computadora portátil, ni los morrales, ni siquiera la
carga que llevaban en la camioneta y cubierta por una lona; ni siquiera les
pareció atractivo el vehículo.
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