Este grupo tomó las calles de la capital del fronterizo estado Táchira. Intervienen cuentas de redes sociales, vigilan los grupos de WhatsApp y manejan bots para influenciar en las corrientes de opinión
Sebastiana Barráez/ domingo 31 de enero 2021
@SebastianaB
Tomado de Infobae
Las denuncias de brutales atropellos contra una pediatra y un empresario, por parte de Jesús Tamaní Bernal, un supuesto funcionario del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin), que estaba en una comisión de las temidas Fuerzas de Acciones Especiales (FAES), en San Cristóbal, coloca al descubierto un peligroso modus operandi de jóvenes hijos de dirigentes de la revolución bolivariana, que se han tomado las calles de la capital del fronterizo estado Táchira, en camionetas blindadas y portando armas de guerra.
El hecho, ocurrido el pasado fin de semana, se origina
cuando varias personas que se encontraban en un local de una feria de comida
presencian la irregular acción de la comisión de FAES, que venía persiguiendo
un vehículo, a cuyo conductor golpean salvajemente. Los funcionarios se percatan
que, desde la venta de comida, algunas personas los estaban grabando.
Los FAES se acercan a solicitar los teléfonos para
borrar las grabaciones, pero según la narración del empresario Nicola di Gioia los golpearon y
hubo sangre por todos lados. “Apenas me metieron el golpe, me agarró uno por
detrás y me ahorcó y me tuvo un rato ahí y se me fueron las luces. Caí al piso.
Los pocos clientes que estaban, la gente que trabaja ahí,
todos empezaron a intervenir”.
Recordó
las amenazas de Jesús Tamaní Bernal de quien relató sus amenazas; “me tocó
desbloquearle mi teléfono. Que me revisara mis fotos, mis conversaciones, todo
lo que él quiso revisar en mi teléfono, y luego me lo entregó. Me
dijo: te voy a dejar ir, espero que esto no pase a mayores. Como
amenazándome para que me quedara callado. Me soltaron, salí, eran como las 2:30
am. Lo que quería era llegar a casa”, recuerda Nicola di Gioia.
La doctora Laura Virginia Hurtado, por su parte, destacó que varios de quienes se encontraban en el establecimiento de comida, fueron golpeados y en su caso amenazada con una granada y amedrentada por Bernal; su tío José Domingo Hurtado resultó gravemente herido y fue internado por orden de les médicos para ser operado. ((http://www.sebastianasinsecretos.com/2021/01/una-doctora-narro-las-atroces-acciones.html)
Bernal es parte del grupo de jóvenes que, además de exhibirse con armas y camionetas de lujo sin placas, hacen actividades paralelas, desde la estructura de una sala situacional dedicada a intervenir cuentas de redes sociales, a husmear en los grupos de whatsapp y manejan bots para influenciar en las corrientes de opinión.
Son varias las personas del Táchira, entre ellos
dirigentes sociales, políticos, gremiales, periodistas, defensores de derechos
humanos y gente que ha participado en alguna protesta o reclamo, quienes han
recibido mensajes de ese grupo en sus teléfonos, en twitter, Facebook o
Instagram, que en algunas ocasiones se hacen pasar por opositores radicales
para difundir información falsa. Ese grupo se consideran guerreros digitales.
Armas y vacuna
Ese grupo, la mayoría de ellos jóvenes, se identifican
con símbolos, pregonan ser del movimiento Anonymous, pero simpatizante del
comunismo, y por ello cargan un frente 10, en alusión al Frente Décimo de las
FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia).
Uno de los personajes vitales del grupo es conocido en
el Táchira como El Hacker, que infiltra comunicaciones y tiene la estructura de
cuentas falsas. Existen cuentas de hacker que hacen seguimiento de
conversaciones de dirigentes en el Táchira.
La anarquía que se ha impuesto arropa también a los
funcionarios de la Policía Nacional y de la Policía del Estado, que instala
gran cantidad de alcabalas improvisadas en toda la ciudad, de manera que cada
dueño de negocio, bodega o abasto son extorsionados y se ven obligados a pagar
la vacuna, así como conductores o camioneros.
Muchos de esos funcionarios entran, con armas y
chapas, para abrir o cerrar discotecas, mientras extorsionan a sus
propietarios; ese hecho se ha agudizado cuando las cuarentenas radicales se
aplican por efecto de la pandemia.
Uno de los integrantes de ese grupo es un dirigente
político del chavismo quien, a través de cuentas externas, fabrica falsos
positivos, mencionando a representantes de la CIA (Agencia de Inteligencia de
Estados Unidos). Se dedica a usar cuentas anónimas y buscan diálogos con
activistas de la oposición.
La historia de Bernal
Hay que destacar que resultó sorpresivo que la doctora
Hurtado señalara que en el grupo que los agredieron, estaba Yepfri Arguello, jefe
de prensa del mal llamado protector del Táchira; “él también estaba presente y
fue el único que no intentó golpearme, pero él estuvo allí, se llevó mi
teléfono y lo revisó”.
La doctora Hurtado le responde a Arguello quien
reclama pruebas: “cómo va a haber una prueba Yepfri, si tú te llevaste mi
teléfono y me lo devolviste, se lo llevaron para borrarlo”.
Pero no extraña que Arguello estuviera con la comisión
del FAES, porque es parte del grupo de Jesús Tamaní Bernal.
Y tampoco lo es la violenta red de ataques contra la
doctora Hurtado y el empresario Nicola, que en realidad fueron las víctimas de
lo sucedido el 22 de enero en la noche y 23 en la madrugada.
Tres días después, Freddy Bernal, padre de Jesús
Tamaní Bernal, se dedicó a contar la historia de una operación que llamó
Octubre Rojo, quizás imaginándose una batalla como la del submarino ruso; le
agregó los ingredientes de siempre: conspiración, CIA, EEUU, intentos de
asesinatos, dirigentes de la derecha, etc.
Ante la fuerza que tomó la denuncia contra su hijo,
sin que su historia del Octubre Rojo lograra el cometido de distraer la
atención, el llamado protector del Táchira se refirió al tema. Dio una versión
nueva del hecho, pero se aseguró de dar una demostración de su poderío.
Aseguro que “pedí al
Fiscal Superior que iniciara una investigación profunda de estos hechos y que
se le diera una medida de protección a los denunciantes, pero luego mi hijo va
a ejercer las acciones de carácter penal por difamación e injuria»
Por ahora el grupo de los hijos de la revolución
siguen cometiendo estragos en San Cristóbal.
https://www.infobae.com/america/venezuela/2021/01/31/los-hijos-del-chavismo-conforman-un-grupo-que-exhibe-camionetas-blindadas-y-armas-de-guerra-mientras-hackean-redes-sociales-y-persiguen-opositores/
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