Antonio María Guevara Fernández, un oficial retirado del ejército, hizo una evaluación de la situación política en la región
Sebastiana Barráez/ jueves 6 de mayo 2021
@SebastianaB
“Si los eventos de Apure tienen éxito, y hasta el momento lo han tenido, la disidencia de Iván Márquez se agarra Apure, Zulia, Táchira, Bolívar, Amazonas y Guárico del lado venezolano. La de Gentil Duarte arranca y se consolida desde Goajira, Cesar, Norte de Santander, Arauca, Guainía y Vichada del lado colombiano”, dice el coronel Antonio María Guevara Fernández, un oficial retirado del Ejército venezolano, el número 20 de la promoción 1977 “General de División Gregorio Mac Gregor”.
Guevara destaca esos hechos, a
ambos lados de la bisagra geográfica, con los grupos disidentes de las dos
Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC): por un lado, el ala de Luciano Marín
Arango, alias Iván Márquez y Seuxis Pausias Hernández Solarte
alias Jesús Santrich que representan las FARC/Segunda Marquetalia, por el
otro lado las FARC-EP que comanda Miguel Botache Santillana alias Gentil Duarte. Y
está la tercera, las FARC/Partido, que se queda en el proceso de paz y comanda
Rodrigo Londoño Echeverri alias Timoleón Jiménez o Timochenko.
“Cuando sumas
ambos lados de la bisagra geográfica, tienes ilustrada toda la superficie de la
Nueva Marquetalia, desde donde van a salir todos los dólares (narcotráfico, secuestro,
extorsión, contrabando de minerales estratégicos, entre otros) de la campaña
electoral para el candidato de la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común
(FARC), según sea Gustavo Petro o Rodrigo Londoño alias Timochenko”, asegura el
coronel Guevara Fernández.
Explica que “en
Apure están en juego, en esa parada de dados que están apostando desde el
régimen, tres cosas: en primer lugar, la fuente del joropo. En todo ese cajón
del Arauca criollo, las uñas en el bordón del arpa retumban en los parrando
llaneros como si en el gañote recio se hiciera el estado Apure en un solo
viaje. En segundo lugar, el origen de la arepa que los paisas colombianos han
ido arrimando, poco a poco, hasta disputarla en su partida de nacimiento, donde
la frontera común hace de los llaneros venezolanos, una binacionalidad que
trasciende lo territorial y lo emocional: Apure y Arauca”.
En tercer lugar,
pero que a juicio del coronel es el más importante, “la presidencia de la República
en el Palacio de Nariño, en las elecciones del próximo mayo 2022. Es una
apuesta casi al estilo de poner en la mesa a Rosalinda y todos los corotos.
Entre esos corotos, la libertad y la unidad de la nación”.
Lo que Guevara Fernández describe como una partida de dados que sigue avanzando. “La confianza de la alianza Guerrilla-Revolución en los resultados, estriba en la subestimación histórica de la oposición venezolana y ahora del gobierno colombiano que han hecho del desconocimiento de las potencialidades y realidades del verdadero enemigo: el socialismo del siglo XXI, el foro de São Paulo o Puebla, y la yunta geoestratégica y delincuencial fundada en los acuerdos políticos y militares con Cuba, Nicaragua, Rusia, China, Irán, Turquía. Acuerdos que, a la hora y fecha, nadie conoce”.
Le llegó a
Colombia
La expresión “jugarse a Rosalinda”,
muy popular en el folklore del llano venezolano, sale del poema de Ernesto Luis
Rodríguez: cargado de simbolismos traslada al llanero a la cúspide de la
tensión cuando pierde los primeros tres de sus bienes más preciados: su
caballo, su sombrero, su cobija y su mujer. Y así se dispone a lanzar al
ruedo lo único relevante que le queda: su mujer Rosalinda.
Agrega el coronel
que “adicional a esta jugada de Apure, los camaradas apostaron en Colombia, al
paro y a forzar la renuncia del presidente Iván Duque y una salida extemporánea
del cargo. En todo caso, una movilización como la que se está observando en las
calles de muchas ciudades colombianas, violencia por delante, va a agotar al Gobierno
en el tema de los derechos humanos, que están explotando muy bien los enemigos
de la democracia con el auxilio de la prensa internacional”.
“Desde ahora, a
mayo del 2022, el debilitamiento de la imagen del presidente Duque, expresadas
en la renuncia, o la derrota electoral se convierten en una gran posibilidad
que aprovecharán muy bien las FARC, sus dos disidencias, el régimen venezolano
y el foro de São Paulo para tomar el poder por la vía electoral o la violenta.
Colombia en este momento, es Rosalinda”.
“Si los
colombianos demócratas no se espabilan, y cierran filas en la unidad nacional
para defender las banderas de la independencia, la vigencia del estado de
derecho y la Constitución, la paz y la unidad de la nación, empezarán el
proceso que se inició en Venezuela hace 23 años, en Cuba hace 63 años y en Corea
del Norte hace 73 años”.
“¿Y los
venezolanos? Estamos poniendo lo que nos queda de los corotos. La esperanza y
la fe en el cambio político que se estira como si fuera de plastilina. Y que
iremos perdiendo poco a poco en la mesa de los dados, mientras se siga
subestimando al régimen y sobrestimando las capacidades propias”.
El coronel Guevara
Fernández finaliza diciendo que “no está fácil la partida para la democracia en
la subregión. Sobre todo, mientras descansemos todo en Estados Unidos que tiene
sus prioridades. Los camaradas están jugando cuadro cerrado y están ganando en
todos los tableros. En Venezuela, si el panorama se mantiene así, Duque
renuncia o pierde electoralmente en Colombia y será la catástrofe. Eso es
perder a Rosalinda. Ya en Venezuela se perdieron los corotos. Así es la Nueva
Marquetalia. Y con la Nueva Marquetalia, adiós arepas, adiós joropo”.
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