Antonio Semprun pidió conformar "una Coalición Militar Internacional para evitar la consolidación de un nuevo frente de lucha"
Sebastiana Barráez/ miércoles 5 de mayo 2021
@SebastianaB
Para el coronel retirado de la guardia Nacional, Antonio Semprun, “una situación inédita y muy grave, como la que ocurre en Venezuela, amerita acciones inéditas a tiempo, se debe conformar entonces, una Coalición Militar Internacional para evitar la consolidación de un nuevo frente de lucha contra los enemigos de la libertad”.
Basa su solicitud en que la cúpula de poder en Venezuela “le tendió una alfombra roja a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)”, organización que describe “narco guerrillera, terrorista de extrema izquierda, que basa su ideología y principios en el marxismo-leninismo, que encontró en Venezuela una zona de aliviadero y confort”.
Señala directamente a “Nicolás Maduro, Padrino López y
demás miembros del secretariado venezolano les entregaron un salvoconducto, a
las FARC, para que usen el territorio venezolano como zona de distensión en la
que pueden amedrentar a familias venezolanas y esconderse de la justicia colombiana
después de cometer acciones delictivas en su territorio”.
Se refiere a lo ocurrido en el estado Apure, donde la
guerrilla colombiana ha asesinado a más de 20 militares venezolanos, otros
heridos y algunos desaparecidos, en varios ataques y a causa de haber sembrado
de minas antipersonal parte del territorio fronterizo.
“El asesinato de personal militar venezolano a manos
de las FARC en el sur del país pone en evidencia, la presencia de la organización
criminal en Venezuela, la incapacidad de reacción de una Fuerza Armada sin
entrenamiento militar a la que pusieron a vender pollo, carne y verduras, y la
cobardía del Alto Mando para recuperar los cuerpos de quienes fueron asesinados
y tuvieron que ser recogidos por lugareños del sector donde ocurrió la matanza”.
A juicio del coronel Semprun, “Maduro echa mano al
trueque y reparte ante la actitud pusilánime del Ministro de la Defensa el
territorio venezolano, extendiéndoles una alfombra roja a las FARC en el sur
del país a cambio de protección y apoyo para mantenerse en el poder a cualquier
costo”.
No duda en afirmar que “Venezuela es más que un Estado
fallido, dividido en parcelas entregadas a la delincuencia y al narcotráfico,
donde cada una tiene un tirano que impone su propia Constitución y la hace
cumplir a plomo, sangre y muerte”.
Está seguro el coronel retirado del componente Guardia
Nacional de Venezuela que “la ‘justicia’ en Venezuela solo se aplica para condenar
a quienes levantan la voz para exigir sus derechos. Este dantesco escenario
ocurre frente a los ojos del mundo, en un país al que convirtieron en una
amenaza real no solo para la estabilidad y la paz del Continente Sur Americano,
donde la izquierda ya hace esfuerzos para consolidar su poder secuestrando a Perú
y Colombia”.
Es urgente, dice, que la Comunidad Internacional actúe, pero que lo haga “de manera contundente ante lo que se está fraguando en donde, desdeñosamente, algunos llaman el ‘patio trasero’. China y Rusia dos países con veto en la ONU se soban las manos ante la inacción de los organismos internacionales y usarán su poder de veto para impedir cualquier acción que ponga en riesgo más que sus intereses financieros, los intereses geopolíticos en la región”, finaliza diciendo el coronel Antonio Semprun.
Ruidoso silencio
En la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) se ha
hecho un ensordecedor silencio ante la tragedia que han vivido los militares
frente a la guerrilla colombiana. La muerte de por lo menos 20 militares sigue
desaparecida de las redes de información de la institución castrense y del alto
gobierno.
En el país se impuso el silencio como un pesado manto
blanco al que, desde la cúpula de poder ejecutivo, judicial, político,
económico y militar, se trató de ocultar la pequeña mancha roja, que se fue
transformando en grandes paños púrpura a medida que fue cayendo uno detrás de
otro: Teniente coronel Raúl Roilander, Mayor Edward Ramón, teniente de
fragata Naywill José, primer teniente
Yonathan Miguel y los sargentos Álvaro Rafael, Michael Miguel, Luis David, Wilmer
De Jesús, Ronal José, Andy José, Santiago De Jesús, Jesús Alexander, Yoendri Enrique, Julio Manuel, Breinner Alexander, Andriel
Rafael, otro son identificados.
El ministro de la Defensa, GJ Vladimir Padrino López, sin
la contundencia del caso hizo mención a los sucesos de Apure sin mencionar que
los ataques fueron de las FARC. Ha dirigido su indignación directamente contra
la exfiscal Luis Ortega Díaz, contra el presidente colombiano Iván Duque,
contra los Estados Unidos, contra Iván Simonovis y otros, pero ni una palabra
contra la guerrilla.
El comandante Estratégico Operacional se ha limitado a
reproducir todo lo que Nicolás Maduro publica, hace mención a citas históricas,
lanza frases comunes, pero no asume que el aparatoso fracaso de la Operación
desplegada por la Fuerza Armada en Apure es de su absoluta responsabilidad.
Los comandantes generales de los componentes siguen
una estrategia similar. Ni un lamento por los subalternos caídos, los cuerpos
destrozados, algunos descompuestos en las sabanas de Apure o por los jóvenes
desaparecidos o heridos.
Todos los voceros del Gobierno y la Fuerza Armada se
hacen eco de lo que ocurre con las protestas en Colombia, mientras que la atroz
carnicería que las FARC causa en territorio fronterizo contra soldados
venezolanos, ha recibido un silencio quizá cómplice, tal vez vergonzoso, pero
que impacta profundamente al interior de la institución castrense.
Para cubrir el ataque de la guerrilla contra la Fuerza
Armada, Nicolás Maduro parece recurrir a varias estrategias, que van desde
responsabilizar a Iván Duque de intentar invadir a Venezuela con “grupos
terroristas”, el ataque del delincuente El Coqui contra la Policía, los
elevados lamentos por la muerte del ministro de Educación Aristóbulo Istúriz,
incluso la más reciente con la visita del actor Steven Segal.
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