La defensa asegura que funcionarios norteamericanos estaban en conocimiento de las acciones que el general planeaba contra el régimen de Nicolás Maduro
Sebastiana Barráez/ domingo 30 de enero 2022
@SebastianaB
Desde que el 27 de marzo 2020 un avión de la DEA trasladó al Mayor General Cliver Antonio Alcalá Cordones hasta los Estados Unidos, parecía que las autoridades estadounidenses tenían pruebas para condenarlo por delitos de narcotráfico. Pero a casi dos años, y ante la negativa de Alcalá de declararse culpable, más aún desde que en diciembre pasado el Departamento de Estado lo retira de la lista de narcos, en su declaración preliminar ha dicho que funcionarios de EEUU estaban en conocimiento de las acciones que él adelantaba contra el régimen de Nicolás Maduro.
Infobae tuvo acceso al documento completo donde están plasmados los
argumentos para solicitar que se desestime su caso, entre otros porque la
acusación fiscal describió “una conspiración global de narcoterrorismo que dura
más de dos décadas”, pero “no brinda prueba alguna sobre los actos del general
Alcalá Cordones en apoyo de esa conspiración expansiva”.
“No hay alegaciones de pagos
ilícitos o lavado de fondos, ninguna evidencia que demuestre la propiedad de
activos o cuentas extraterritoriales, y ni siquiera una acusación de que dio
una orden o realizó un acto en relación con un cargamento de narcóticos”.
En el documento se asevera que la
acusación contra el oficial venezolano “no afirma nada más que una supuesta
reunión hace catorce años, a la que habría tenido que asistir como parte de sus
deberes militares oficiales”.
“El general Alcalá Cordones rechaza
rotundamente cualquier acusación de haber participado en narcotráfico o de haber
ayudado a las FARC más allá de lo que se le exigía como oficial uniformado de
las Fuerzas Armadas venezolanas y de acuerdo con la política oficial venezolana”,
agrega el documento recalcando que los alegatos en su contra son parte “de las protecciones que ofrece la doctrina de la inmunidad
oficial extranjera”.
“Con
respecto a las alegaciones de que el General Alcalá Cordones, un oficial
militar, conspiró y poseyó ilegalmente ametralladoras y artefactos explosivos
para ayudar e instigar a las FARC a poseer tales armas, y con una conspiración
para poseer tales armas, estos cargos atacan directamente a la esencia misma de
los deberes militares del General Alcalá Cordones. No hay nada más
inherente a los deberes oficiales de un soldado que la posesión de armas para
defender a su país”.
“Que el
gobierno de Venezuela simpatizaba con las FARC y brindaba apoyo a la
organización revolucionaria no era un secreto”. Recuerdan que “los académicos han atestiguado que el apoyo de Venezuela a
las FARC surgió de una alianza ideológica, específicamente, lo que Chávez
denominó la “Revolución Bolivariana”. El presidente Chávez anunció
públicamente su alianza con las FARC. En 1997, cuando Estados Unidos
designó a las FARC como organización terrorista, se
opuso públicamente a la acción y siguió apoyando a las FARC”.
Agrega el escrito que el único acto
detallado en la acusación atribuida al general Alcalá Cordones es una reunión
de 2008 con el Mayor General Hugo Carvajal Barrios (su oficial superior en
rango y jefe de la Agencia de Inteligencia Militar de Venezuela) y Diosdado
Cabello Rondón (exvicepresidente de Venezuela y líder del partido político del
presidente Chávez).
“Este único acto que vincula al
general Alcalá Cordones con la supuesta conspiración criminal es una reunión
con un oficial superior y un funcionario del gobierno. Tal reunión formaba
parte de las funciones oficiales del General Alcalá Cordones en representación
del Estado de Venezuela y es precisamente el tipo de conducta por la cual debe
aplicarse la inmunidad oficial extranjera. De manera similar, su supuesta
posesión de armas y su supuesta provisión de armas a las FARC eran parte de sus
deberes oficiales”.
“Este no es un caso en el que se
acusa a un traficante ilícito de armas de proporcionar armas a una pandilla
callejera de drogas, de modo que pueda imputarse responsabilidad por
conspiración; más bien, cualquier suministro de armas fue un acto oficial
en cumplimiento de la política oficial del gobierno y no puede ser procesado
aquí”.
En el escrito se asienta que “las
decisiones de política soberana de Venezuela en sus tratos con las FARC no
están sujetas a revisión en esta Corte. El enjuiciamiento de este caso
requiere que este Tribunal litigue las decisiones de política soberana de un
gobierno extranjero y las acciones emprendidas por un funcionario extranjero en
el ámbito de sus funciones”.
La defensa de Alcalá dice que, si el
Tribunal niega la desestimación del caso, “debe ordenar al gobierno que
presente una lista detallada con los nombres de los coconspiradores no
identificados y los testigos del juicio. Los abogados defensores han revisado
miles de documentos que contienen millones de páginas y cientos de horas de
grabaciones de audio y video. Hasta la fecha no hemos visto evidencia que
demuestre la participación del General Alcalá Cordones en la conspiración
acusada”.
“Los intentos del General Alcalá
Cordones de sacar del poder a su presunto co-conspirador fueron conocidos por
los niveles más altos de las comunidades de inteligencia y aplicación de la ley
de los Estados Unidos y la defensa confía en que existen materiales que son
centrales para probar que el General Alcalá Cordones no es culpable de las
acusaciones”.
Recuerda que Alcalá Cordones no tuvo
interés de formar parte del gobierno de Maduro dudando que “fuera un líder
efectivo y sospechó de la fidelidad de Maduro a los ideales democráticos”, por
lo que no aceptó ir a cargo diplomático alguno y permaneció en el Ejército solo
cuatro meses más hasta que cumplió los 30 años de servicio militar y se
convirtió en crítico público de Maduro.
“La oposición del general Alcalá
Cordones a Maduro pronto se intensificó y, en 2017, con el conocimiento del
gobierno de los Estados Unidos, el general Alcalá Cordones comenzó a planificar
activamente su primer intento de destituir a Maduro y sus compinches mediante
una intervención militar. No se trataba de debates teóricos sobre el
cambio democrático, sino de planes de insurrección armada contra un régimen y
su dirección”.
“El primer intento de este tipo
estaba planeado para marzo de 2018, pero el gobierno venezolano se enteró del
plan y lo aplastó. Muchos de los oficiales militares venezolanos
reclutados por el general Alcalá Cordones para participar en la rebelión,
fueron encarcelados y, según los informes, muchos fueron torturados. El
general Alcalá Cordones huyó a Colombia, pero no cejó en su empeño por derrocar
a Maduro por medio de la rebelión armada”.
“El general Alcalá Cordones pasó el
año siguiente planeando una segunda conquista armada en la que él y sus hombres,
una vez más, estaban dispuestos a dar la vida para sacar a Maduro y sus
secuaces de su cargo, pero se desmorona cuando el gobierno de Estados Unidos lo
acusó en este caso”.
“En vísperas del lanzamiento de esta segunda operación, el General Alcalá Cordones fue informado por agente de la ley de los Estados Unidos, que había sido acusado en los Estados Unidos de participar en una conspiración de narcoterrorismo. Le pidió abordar un jet privado con destino a Nueva York o ser retenido en una cárcel colombiana donde sin duda sería blanco de los servicios de inteligencia venezolanos para asesinarlo. Con pocas opciones, el general Alcalá Cordones accedió a acompañar al agente de regreso a los Estados Unidos”.
Insiste que “aunque Estados Unidos
estaba al tanto de los continuos esfuerzos del general Alcalá Cordones para
expulsar a Maduro del poder, la acusación formal acusa al general Alcalá
Cordones de participar en una conspiración narcoterrorista con Maduro y varios
miembros de alto rango de su régimen. La acusación alega una conspiración
narcoterrorista que abarca más de veinte años y acusa al General Alcalá
Cordones y sus coacusados de actuar como los “líderes” y “gerentes” del
Cartel de Los Soles a lo largo de más de veinte años”, pero “el general
Alcalá Cordones se menciona con especificidad solo una vez en estos términos: alrededor
del 2008, Cabello Rondón, Carvajal Barrios y Clíver Antonio Alcalá Cordones, el
acusado, sostuvieron una reunión en la que acordaron que Alcalá Cordones asumiría
funciones adicionales de coordinación de las actividades de narcotráfico
del Cártel de Los Soles y las FARC”.
Se queja la defensa de que sobre
Alcalá hay generalidades, mencionando que la acusación para referirse al paso
seguro de los cargamentos de cocaína señala que: miembros y asociados de las
FARC y del Cártel de Los Soles pagaron sobornos, lo que
finalmente benefició [Maduro, Carvajal, Cabello y el General Alcalá Cordones].
“Son acusaciones escuetas de que el general Alcalá Cordones era parte de una
conspiración para importar cocaína, y de manera similar escueta lo acusa de
posesión sustantiva de ametralladoras y dispositivos destructivos y
conspiración para cometer esos delitos todos durante el tiempo que fue militar
venezolano activo”.
“Después de más de veintiún meses
desde que el General Alcalá Cordones se rindió y fue detenido, el gobierno aún
no ha presentado una sola prueba admisible que sugiera que realizó algún acto
en apoyo de la conspiración acusada más allá de la mera alegación de la
acusación de que participó en una sola reunión en 2008. Hasta la fecha, el
gobierno no ha presentado ninguna evidencia de pagos, envíos, lavado de fondos
o incluso órdenes dadas por el general Alcalá Cordones en apoyo de la supuesta
conspiración”.
El 22 de noviembre de 2021, el General Alcalá Cordones presentó una
demanda sobre los testigos y miembros del gobierno de los EEUU que conocían su
participación en dos intentos de golpes (y la planificación de un tercero)
contra el gobierno de su presunto coacusado Maduro. “Creemos que el gobierno está en
posesión de este material exculpatorio y que está en posesión de información y
documentos relacionados con declaraciones de testigos co-conspiradores que
afirmaban afirmativamente que el General Alcalá Cordones no estaba involucrado
en la conspiración acusada y/o cuando se le preguntó específicamente sobre el
General Alcalá Cordones, negó tener conocimiento de su papel en la conspiración
acusada”.
La estrategia de Cliver Alcalá para que EEUU desestime su caso - Infobae
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