Jorge Alberto Fernández estaba en medio de un viaje que arrancó desde Estados Unidos. Luego de casi un año, este jueves podría iniciarse el juicio
Sebastiana Barráez/ jueves 27 de enero 2022
@SebastianaB
Jorge Alberto Fernández Hernández es cubano estadounidense y está detenido en el Centro de Reclusión Simón Bolívar, antigua cárcel de La Planta en Caracas. El 26 de febrero 2021 fue detenido en la alcabala Peracal de San Antonio del Táchira, apenas llegando a territorio venezolano, porque traía consigo un dron pequeño que según su familia en conversación con Infobae “es de juguete y lo usaba para tomar fotos y videos en sus vacaciones”. Lo imputaron por terrorismo y luego de casi un año hoy le darían inicio al juicio.
En
comunicación escrita a mano solicita ayuda para que se conozca la situación que
ha vivido desde su detención. Denuncia que desde que fue detenido “nunca se me
ha permitido hacerles una llamada a mis padres e hijos, tampoco se me ha
permitido comunicarme con mis embajadas, en total violación a mis derechos
humanos. Mi audiencia de presentación fue el 29 de septiembre del 2021, siete
meses después de que fui detenido, violando el código penal”.
Asegura
haber sido víctima de xenofobia “que existe aquí hacia los ‘gringos’ como me
dicen despectivamente muchos funcionarios. Tampoco se ha permitido que mis
abogados me defiendan; durante la audiencia preliminar la jueza María Renee
Garrido (Luisa
René Garrido Traspalacios, juez del Tribunal Tercero de Control con competencia
en Terrorismo) conocida como La Nena, me negó ese derecho, me ofendía
verbalmente con palabras obscenas y me dijo que asumiera (los hechos) o
me fuera a juicio, porque ella no iba a negociar nada conmigo sobre los delitos
que se me imputan”.
Denuncia
el abandono por parte del gobierno estadounidense “ya que soy un ciudadano de
dicho país, con número de pasaporte 490517523 y desde mi detención nunca se ha
pronunciado por mí. El pasado 12 de diciembre estuvo un representante del
presidente Biden aquí en Venezuela y se reunió con los 6 (detenidos) de Citgo,
el señor Mathews y los dos (Luke Denman y Airán Barry) de (Operación) Gedeón) y
yo fui olvidado, no sé si por mi apellido”.
Fernández
Hernández, quien cumplió su cumpleaños número 52 encarcelado, nació en La
Habana, Cuba, pero desde 1994 se fue para Estados Unidos. Dice que vive en la
ciudad de Las Vegas en USA, donde trabajaba para la compañía MGM en uno de sus
hoteles, donde tenía 11 años.
“Yo
no tengo nada que ver con la política, y así se los dije a la gente de la DGCIM;
yo soy un simple obrero que vive en Estados Unidos yo no tengo nada que ver con
política. También hacía trabajos de Lyft como segundo trabajo para ahorrar $
para mis viajes, es como conductor, así como Uber. No tengo vicios por eso también ahorro. En mis viajes no me
hospedaba en lugares lujosos, trataba de buscar lugares económicos o los
llamados RB and B”.
Dice
que sus hijas viven en Estados Unidos y su familia en Cuba”. Se queja que hoy
en día “estoy pesando 62 kilos de 85 que tenía cuando llegué acá. Tengo
problemas de la sangre; soy anémico ferroso y nunca me han hecho un examen de
sangre para chequear mi hemoglobina, aunque lo he pedido en múltiples ocasiones”.
Relata
que le preguntaron a qué venía a Venezuela y para quien trabajaba. “Yo en todo
momento les dije que era cubano pero que vivía en USA, entonces me llevaron a
una habitación, me pidieron mis redes sociales, me cambiaron de ropa y me
tomaron unas fotos; me metieron a un cuarto de la Guardia Nacional para
interrogarme”.
“Al
cabo de las horas llegó el DGCIM con 3 agentes y me esposaron con las manos
hacia atrás en una silla y comenzaron a golpearme y a pedirme explicación sobre
mi visita a Venezuela. Les dije que mi motivación es por turismo, les pedí que
miraran mis redes sociales que ese es mi hobby, pero ellos decían que eso no
era verdad, que yo era uno de esos agentes que vienen al país hacer terrorismo”.
“Durante
el interrogatorio fui golpeado y apuntado con una de las armas de uno de ellos,
Me pedían que dijera lo que ellos tenían escrito en un papel que el sujetaba.
Me negué a decir que era agente o pertenecía a alguna organización terrorista”.
Explica
que lo llevaron a una casa de seguridad de la Dgcim en San Antonio, que tenía fachada
de una casa normal. “En el tribunal comenté con otros detenidos y me
confirmaron que era eso una casa de seguridad. Está ubicada dentro de un barrio
con negocios y casas a su alrededor; además me pusieron al lado del cuarto de
lavandería y encendían la máquina de secado con objetos adentro para que
hiciera ruidos y no nos permitieran dormir”
“Ahí
me esposaron colgado y me golpearon, me patearon; estuve así toda la noche. Al
otro día me descolgaron, pero me esposaron con las manos hacia atrás. Comencé a
orinar sangre por casi 4 días. Nunca me atendió un médico y cuando me quejaba
con los agentes me decían que tomara agua que eso se me curaba así”.
“Solo
el día 5 de marzo, cuando me iban a trasladar para Caracas, me sacaron de la
casa base y me llevaron a las oficinas de la DGCIM, me tomaron fotos”. Asegura
que jamás había estado antes en Venezuela y que en su cuenta de Instagram (Soloxlavida)
se puede constatar los viajes que ha realizado.
Cuando
ya estaba en las oficinas policiales en Caracas “me hicieron la revisión médica
y le comenté al doctor lo que me sucedió allá en Táchira; él me revisó y me
dijo que tenía mi hígado inflamado y el riñón izquierdo lacerado por eso tuve
los días orinando sangre. El médico, un muchacho joven, delgado, de piel blanca,
muy educado, cabellos algo crespo, nunca levantó ningún reporte sobre la
condición que yo tenía, solo me dio medicamentos”.
Finalmente
insistió en que “vine a Venezuela por curiosidad, porque aquí hay muchas cosas
lindas como el Salto de Ángel, sé de otro lugar donde todas las noches hay
rayos algo del Catatumbo, he visto muchos vídeos de Youtubers sobre Canaima,
sobre Chichiriviche. De verdad nunca pensé tener problemas porque nunca lo
había tenido antes en ninguna otra parte”.
Pobre hombre seguro esperaban sacarle unos reales
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