El pequeño le cuenta a su abuelo lo que sucedió en El Amparo: detonaciones, tránsito de vehículos militares y cuatro personas muertas
Sebastiana Barráez/ lunes 21 de febrero 2022
@SebastianaB
Todo lo que va del año 2022 la frontera venezolana de Apure con el Arauca colombiano ha sido el escenario de una guerra sin cuartel entre el Décimo Frente de las FARC y el ELN, que se disputan el control de territorio y donde la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) actúa por tercería. Plomo, muertos, heridos, explosiones, sobrevuelos de aviones y helicópteros, desplazamiento de vehículos militares y enfrentamientos ha sido la constante. Un niño le envía mensajes a su abuelo donde narra lo que vivieron en El Amparo, estado Apure, el 7 de febrero y días sucesivos.
El pequeño cuenta lo que sucedió al escuchar las detonaciones, mientras que reproduce sonidos artificiales onomatopéyicos al describir la secuencia que producen las balas o proyectiles de las armas de fuego. “Cuando escuchamos los disparos racata, ta,ta, ta, la profesora cuando escuchó la racata, ta, ta,ta, y todo el mundo salió corriendo, descubrió que era plomo y nos tumbó a todos, a gritos, de la silla, cerró el portón y nos mandó para allá”.
En otra parte, el infante cuenta el tránsito de vehículos militares “ahí pasaron anoche unos tanques de guerra; en la noche escuché algo raro, salí y vi los tanques de guerra. La cosa por aquí está delicada, abuelo. Mataron a cuatro personas; la primera fue que le tiraron la bala en la cabeza, la segunda terrible, la tercera, mataron a un amigo de nosotros en el propio auto, lo dejaron atrás, no adelante”.
Lo
impresionante, de lo que el nieto relata a su abuelo, es la cercanía con la
cultura de la muerte que va impregnando a los pueblos de la frontera
venezolana, como un hecho cotidiano. La presencia de la guerrilla en territorio
apureño ya no es solo que se les vea, uniformados o no, que cobren la vacuna
como llaman a las cuotas de extorsión que paga todo aquel que tiene algún
negocio, empresa o tierra productiva, ni siquiera que se les vea armados, sino
que por primera vez la violencia es una realidad brutal, real y cercana, cuando
el ELN y las disidencias de las FARC disparan, asesinan e involucran a la población
civil en una guerra que no le corresponde.
Una
fuente del pueblo le dijo a Infobae que el primer día de lo ocurrido en El
Amparo, después de poco menos de media hora de continuas detonaciones, en el
sector Matepalo, a unos metros del centro del pueblo, varios helicópteros de la
Fuerza Armada venezolana sobrevolaron la zona. Siguieron los tiroteos
esporádicos. “Al día siguiente, El Amparo parecía un pueblo fantasma y el
silencio era horrible, Había mucho miedo, la gente oculta en sus casas. A
veces, a lo lejos, en la sabana, se oían algunos disparos. Pasaron varios días
con tensa calma, pero los enfrentamientos han continuado y eso ha causado que
la gente abandone las fincas”.
“El 7 fue horrible porque los disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) vinieron a enfrentarse en Matepalo, para recuperar ese barrio que es grande y está a unas cuatro o seis cuadras del centro de El Amparo”.
¿Qué
quiere decir con recuperar?
Ah,
lo que pasa es que las FARC antes tenían control de varios barrios que ahora se
los ha controlado el Ejército de Liberación Nacional (ELN). Los faruchos
vinieron a rescatar ese barrio porque ellos han perdido muchos de los barrios.
¿Y
las autoridades saben eso?
Claro
que lo saben. Ellos llegaron con los helicópteros ese día fue solo a pantallar.
¿Por qué no se bajan al terreno y capturan a esa gente? Porque tampoco son
muchos los guerrilleros.
¿Y
los militares y policías conocen los lugares donde está la guerrilla en El
Amparo?
Por
supuesto. Ellos saben como todo el pueblo lo sabe. Los guerrilleros están
acantonados detrás del Teatro de Operaciones, entre el pueblo de El Amparo, en
esa sabana que se llama Agua Verde; hay dos entradas, una por Guasdualito y
otra por El Amparo. Aunque el ambiente antes del 7 de enero 2022 estaba
calmado, este enfrentamiento se esperaba, porque los elenos han ganado terreno
y en esos días corrieron a los faruchos de aquí. El gobierno apoya al ELN. ¡Qué
tremendo eso!
Las
Disidencias de las FARC habían anunciado que no atacarían al ELN y que
esperaban detener la guerra, hicieron puentes con políticos y militares del
Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), con quienes han sostenido
relaciones desde hace años cuando Hugo Rafael Chávez Frías le dio beligerancia
a la guerrilla colombiana, especialmente a las FARC.
La guerrilla, que se ha enseñoreado desde hace años en el territorio fronterizo, asentó campamentos que han fortalecido durante años y que desmienten al Ministro de la Defensa, GJ Vladimir Padrino López cuando dijo recientemente que esa situación se había creado de la noche a la mañana.
Cuando el Comando Estratégico Operacional (Ceofanb) muestra en sus videos y fotos de propaganda la destrucción de campamentos, laboratorios y el desminado de parte del territorio, implícitamente está revelando que han pasado años para que esas estructuras, algunas subterráneas, se hayan consolidado.
Aunque el GJ Domingo Hernández Lárez hace esfuerzos por responsabilizar a la inexistente figura Tancol, la realidad demuestra que no son bandas cualquiera, sino ejércitos irregulares colombianos, es decir guerrilla, sea Décimo Frente de las FARC o ELN.
El territorio fronterizo venezolano no solo es atractivo para la sobrevivencia de la guerrilla, ante la presión que en los últimos meses ejerce el Ejército colombiano en su frontera, sino que es fundamental para las rutas del narcotráfico, en la que participan ambas organizaciones guerrilleras, las cuales han arrastrado consigo a gran cantidad de oficiales y militares venezolanos de los diversos componentes.
En el intento de recuperar territorio perdido en Apure las disidencias de las FARC, al mando de Gentil Duarte, aglutinó varios frentes de esa organización, desplazándolos de territorio colombiano, pero también de Zulia y Amazonas hacia Apure.
Mientras el Cedofanb estallaba los cilindros con pólvora o desactivaba las minas antipersona, la guerrilla se llevaba de La Macanilla y Puerto Páez, todos los cilindros de gas doméstico que les fue posible.
“Las FARC está en muchos sitios. Hace dos semanas, tropa de la Fuerza Armada entró por el sector El Palito, que da salida a Clarinetero, más abajo está la isla La Pedreña, El Vapor y el Guárico, que es super grande y está dividida esa zona en esos nombres; eso es territorio de las FARC. La isla La Pedreña está exactamente entre El Amparo y Puerto Infante, y el ELN se desplaza desde ahí hasta Elorza por el río”, dice en conversación con Infobae un habitante en la zona.
La Fuerza Armada en La Victoria, parroquia Urdaneta, Apure, ha desactivado los campos minados que el Décimo Frente Martín Villa de las FARC tenía y ha destruido los campamentos entre ellos los de alias Ferley y alias Arturo. La FANB ha desminado sitios en El Ripial, Arenales, Santa Rosa, Santa Rita, Santa María, entre otras del municipio Páez.
Se estima que haya más de un centenar de muertos, producto de la guerra entre las guerrillas, en la franja fronteriza, La Victoria, El Amparo, El Nula del lado venezolano y Arauca, Arauquita, Saravena, Fortul y Tame del colombiano. También Puerto Páez, Orichuna, entre otros del territorio apureño.
Los que sabemos nada de semejante ataja perros como se soluciona una barbarie de tan alto calibre bombardear con naplan seraydespues los que ahí vivenque
ResponderBorrarSerá que en la oficialidad está tan podrida que de verdad nadie le va a echar un parao a semejante tonelada de mierda
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