Sebastiana Barráez/ Martes 13 de Agosto de 2019
@SebastianaB
En
la silenciosa estrategia que aplicó Hugo Chávez y que ha continuado después de
su muerte, de la destrucción progresiva de la Fuerza Armada Nacional
Bolivariana (FANB), encaja perfectamente las acciones que desarrolla un
comisario de la policía, Freddy Alirio Bernal Rosales. A él lo designó Nicolás
Maduro como Protector del Táchira, sin ningún basamento legal, fue un cargo paralelo
al del que ganó en voto popular la gobernadora Laidy Gómez.
Bernal
nació en Táchira pero se formó en la capital e ingresó a la Policía
Metropolitana de Caracas, donde llegó a ser el jefe del temido grupo de
operaciones especiales Comando
Especial Táctico de Apoyo (Ceta), grupo que Maduro incorpora en el 2017 al
Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN). Es así que Bernal es comisario de
ese cuerpo de Inteligencia. Ha ocupado varios cargos en la administración pública por su relación
con el Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), incluso diputado,
constituyente y ministro del gabinete de Maduro.
Aunque
Bernal es solo un policía ha ejecutado acciones por encima de la Fuerza Armada
Nacional, de manera que incluso mayores generales y generales han quedado como
sus subordinados. Sus primeras acciones fueron ocupar, allanar y apresar,
actuando como un supra jefe que ordena al poder judicial, al Ministerio
Público, a la Fuerza Armada y a los grupos policiales.
Fue
él quien llevó a cabo la Operación Manos de Papel, que consistió en detener a
quienes realizaron operaciones ilegales con el papel moneda (el bolívar), con
transferencias de divisas desde el exterior e incluso con los vehículos usados
que estaban en concesionarios privados, a quienes les retuvieron los carros y
apresaron a los dueños de las empresas, a dos registradores públicos y a otros
funcionarios.
Bernal
maniobra para imponer jueces, fiscales y cuenta para los operativos con las
Fuerzas de Acciones Especiales (FAES), un grupo élite creado por Maduro y que
se ha convertido en una agrupación muy peligrosa por los excesos de la fuerza.
Los irregulares
Bernal
pasó de la capital del Táchira a la zona fronteriza. Ahí le fue más fácil
actuar en un escenario donde la ilegalidad es la característica principal. Una
cosa es allanar y detener a dueños de concesionarios o meter presos a
especuladores de alimentos, otra muy distinta es enfrentar a grupos de
paramilitares o bandas criminales que pululan en la frontera.
El
23 de febrero, fecha en la que Juan Guaidó anunció el ingreso de la Ayuda
Humanitaria, llegaron a esa zona de San Antonio del Táchira Ureña, muchos
grupos llamados colectivos que rápidamente se integraron a los de la guerrilla
colombiana: el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y Los Pelusos.
No
le cayeron muy simpáticos a los paramilitares la invasiónde nuevas agrupaciones,
además de los elenos, a tratar de disputarles el territorio. Bernal prometió
ocuparse de los irregulares, pero descubrió con el transcurrir de los días que
no se enfrentaba con malandros cualquiera de barrio, sino con organizaciones
sanguinarias, entrenadas y dispuestas a morir o a matar, según sea el caso.
Se
desató una guerra con la guerrilla (Ejército de Liberación Nacional y Los
Pelusos) contra paramilitares, quienes además atacaron con dureza, decapitando
a algunas personas a quienes relacionaban con los cuerpos de inteligencia
militares y policiales de Venezuela. La cantidad de muertos, crecía.
Uno
de los temidos grupos paracos de la frontera se autodenomina La Línea, que
conjuntamente con Los Urabeños y otras bandas, ha enfrentado a los
simpatizantes del chavismo y alias El Paisa ha amenazado a Bernal.
La Fuerza Armada
Las
batallas en territorio venezolano empezaron a ser muy cruentas, los
paramilitares amenazaron a los militares venezolanos, al Cuerpo de
Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas, es decir a las
autoridades civiles y militares, a quienes acusaban de ser tolerantes o aliados
con la guerrilla colombiana.
Es
así como en el marco de la Campaña Libertadora, Nicolás Maduro anuncia, como
excusa perfecta, los ejercicios militares que se llevan a cabo del 24 al 28 de
julio: “Hoy arranca la primera fase de los
Ejercicios Militares Campaña Libertadora Simón Bolívar 2019. Vamos a probar diversos
armamentos que tiene Venezuela para defender la integridad territorial de la
patria”, indicó Maduro Moros.
La verdad es que lo que se propuso fue meter a la Fuerza Armada
con el mayor despliegue posible para enfrentar a los paramilitares que ya se habían
apoderado de la zona sin que la guerrilla y los colectivos pudieran detenerlos.
Lo inaudito es que Bernal siguiera
actuando como vocero, que pasara por encima de los jefe militares de la zona.
La molestia de los oficiales era manifiesta, como la de todo aquel que se
sienta segundón.
El 3 de agosto 2019 Bernal dijo que se llevaría
a cabo un "despliegue militar permanente" en San Antonio y Ureña con
el fin de reducir y prevenir la entrada de bandas de presuntos paramilitares
colombianos.
Bernal añadió que no permitirá que
bandas paramilitares “les roben la tranquilidad a los habitantes de San Antonio
y Ureña”, a la vez que aseguró que el Táchira no será un "territorio
paramilitar ni norteamericano". Y fue quien informó sobre la captura de
siete paramilitares del grupo Los Rastrojos en el
sector la Palmita, municipio Panamericano del Táchira.
Nada
casual es que Bernal anunciara después la incautación de 3 toneladas de narcóticos, 7 mil
cartuchos y así mismo la captura de 28 paramilitares.
El comandante estratégico operacional
(Ceofanb), almirante Remigio Ceballos Ichaso, de inmediato empezó a informar
sobre las operaciones ejercidas por la Fuerza Armada, lo que significó un
respiro para los jefes militares de la zona, quienes no pueden disimular el
malestar que les causa la presencia de Bernal.
Lo que indica todo lo sucedido en la frontera con los ejercicios militares y la actuación de Freddy Bernal, es que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana pierde peligrosamente terreno en lo que a sus funciones esenciales se refiere e incluso al permitir que un policía sea su vocero y actúe como jefe superior.
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