En el ámbito militar se sigue
comentando con estupor lo que sucedió en el momento en que un grupo de estudiantes
le entregó un petitorio y debatió con un alférez del Ejército. La formación y
la política genera mucha reprobación.
Sebastiana / lunes 25 de Noviembre de 2019
@SebastianaB
Tomado de Infobae
Se sigue hablando en la institución
armada venezolana y entre militares retirados sobre lo que ocurrió en la marcha
de los estudiantes universitarios y el cara a cara con cadetes de la Academia
Militar de Venezuela. “Fue demasiado el impacto”, manifiesta un coronel del
Ejército. “Se usaron a los cadetes, como escudos humanos. Aquí lo que ocurrió
es que los generales mandaron a los cadetes a hacer el trabajo que ellos no se
atrevieron a hacer. Si eso no es cobardía, ¿cómo se llama? Ese alférez mayor
habló con torpeza y pobreza en el lenguaje. Y no quiero señalar lo del uniforme
mal llevado”.
La ceremonia de graduación de los militares en 2019 (Foto tomada de Infobae)
Parece que de repente muchos oficiales se dan cuenta de la preparación de los futuros oficiales de la Fuerza Armada.
Para un general de
división “lo
ocurrido es lo más grave que he visto en el terreno militar”. Le preguntó
¿tanto así? “Si, allí ocurrió, de facto, la eliminación del Art. 328, en otras
palabras, se suspendió la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
para los militares. Cada vez que algo de esa magnitud ocurre, hay que
preguntar, ¿Cuál será el próximo pasó y cuál es el objetivo?”.
Manifiesta que “si hay una nueva
Constitución, ¿ganara beligerancia política y además de votar podrán optar a
cargos de elección pública? Muy pero muy grave lo que ocurrió, tanto como la
miopía política del liderazgo. Hugo Chávez siempre uso escudos humanos y sus
seguidores los emplean también”, dijo refiriéndose al uso de los cadetes.
Un escrito del Cnel. Fernando Falcón
Veloz, causó muchos comentarios entre militares activos y retirados. “Llegar a
ser Alférez Mayor, es decir, el cadete más destacado del cuarto año de
cualquiera de las Academias Militares en Venezuela (Guardiamarina Mayor se le
llama en la Armada, pero aplica lo mismo) es el sueño de todo cadete que
ingresa a cualquiera de los Institutos Militares”.
A su juicio “los actuales oficiales,
según haya sido la duración de su período de formación han visto en funciones y
convivido con alrededor de 3, 4 o 5 de esos ejemplares de la excelencia. Debe
ser el mejor estudiante, deportista excepcional, de aptitud física destacada,
de extraordinario comportamiento moral y de poco común destreza militar. En
suma, el Alférez Mayor, es el compendio de lo que se espera de una formación
militar ideal”.
La marcha de estudiantes en Venezuela (Foto tomada de Infobae)
Narra el coronel que tuvo oportunidad de ver a cuatro Alféreces Mayores en su proceso de formación. “La excepcionalidad marcial y académica de Guaicaipuro Lameda Montero, además extraordinario gimnasta. La inteligencia nata y práctica de Alcides Rondón, la capacidad reflexiva y serena de Oswaldo Contreras y la fortaleza moral y bonhomía de Francisco Usón Ramírez”.
“Con cada uno de ellos me unen distintos
pero profundos y duraderos lazos de amistad. Con todos ellos he discutido sobre
asuntos militares y Políticos en su debida oportunidad. En todos reconozco
profundidad en la reflexión, calidad en la argumentación y criterio propio...un
poco más tarde conocí a otro excepcional Alférez Mayor, el que rompió el récord
de notas histórico en la Academia Militar, el que obtuvo el primer puesto en
todos sus cursos militares y en la Especialización en Derecho y Política
Internacional en la UCV (Universidad Central de Venezuela). Inteligencia,
reciedumbre de carácter y lealtad personal a toda prueba; me refiero a Igbert
Marín”,
En alusión al video donde se observa al
cadete que polemizó con los estudiantes universitarios en la marcha de las
universidades el 21 de noviembre, dice el coronel Falcón Veloz: “hace unas
pocas horas vi el producto de la decadencia de la otrora profesionales Fuerzas Armadas
venezolanas. Un alférez mayor (minúsculas a propósito) balbuceante, con
vocabulario medio, repitiendo consignas de carácter político y pretendiendo
aleccionar sobre política a Estudiantes de Ciencias Políticas”.
“Mientras eso ocurría, un Alférez Mayor, de excepcional calidad académica y fortaleza Moral, Luis Ramón Castellanos Hurtado (Promoción 1984, GB Juan Gómez Mireles) trata de sobrevivir en el exilio y, en una ergástula del régimen, el antiguo Alférez Mayor Igbert Marín Chaparro (promoción Cnel. Miguel Antonio Vásquez, 1999), incomunicado, maltratado y tal vez torturado, paga con su libertad y su integridad física el delito de haber sido fiel a su juramento de servir a Venezuela. No hay poder humano que haga que se perdone tanto daño, tanta ignominia y tanta vergüenza...en que han convertido al ideal del Alférez Mayor”, finaliza diciendo el Cnel. Fernando Falcón Veloz.
Responden los
generales
La respuesta del general Oswaldo Manuel
Contreras Maza, ex jefe de CITGO, y quien fuera el alférez mayor de la
promoción “GB Francisco Carabaño” de 1976, fue:
“Mi estimado amigo Fernando, gracias por tu defensa de la majestuosidad de la
máxima jerarquía a la que puede aspirar un cadete. El compromiso moral que
conlleva el haber llevado en los hombros esas tres estrellas es de por vida y
obliga. Solo me atrevería a agregar algo. Los Jefes Militares de antes NUNCA
habrían permitido la participación de cadetes en eventos de políticos. La
política no es su centro. Un abrazo”.
Lo que respondió el general Guaicaipuro
Lameda Montero, ex presidente de PDVSA, egresado de la Academia Militar, como
alférez mayor de la promoción 1974 “General en Jefe José Ignacio Pulido”: “Fernando, al igual que
Oswaldo te agradezco tus comentarios sobre la figura del Alférez Mayor, en mi
experiencia personal, recibir esa distinción representaba un compromiso
institucional de ejemplo y moralidad”.
“Esas enseñanzas las recibíamos de
quienes la ostentaron antes que nosotros. Recuerdo a un Adelso Pérez Ramírez, con
quien compartí dormitorio y litera en la primera compañía, un Antonio Navarro,
Jorge Zedan y más antiguos como Ismael Guzmán, por nombrar algunos y durante el
ejercicio de la carrera otros que te guían para mantenerse en ese camino. Entre
ellos un Juan Torres Serrano, Jacobo Yépez Daza, José Santana Quevedo”.
“Tuve bajo mi mando a Ronald Blanco,
pero ya estaba en el proceso de captación de jóvenes para la conspiración.
Razones las había, pero las cosas se torcieron y nuestra Casa de los Sueños Azules
dejó de serlo y se convirtió en la cuna de la revolución. Hoy no podemos
esperar que en esa casa nazca algo distinto a lo que estamos viendo”.
Agrega el general Lameda que “hubo una
larga complicidad silente, muchos lo veían, pero lo dejaban pasar, ahora nos asombramos
de las consecuencias. Pensemos en quienes eran los Alféreces Mayores en tiempos
cuando Vásquez Peña era director de la AMV y las cosas que allí ocurrieron.
Recuerdo la frustración del General Troconis Peraza quien siendo comandante del
Ejército pidió a Lusinchi que sacara ese General de la Amil y no le fue
posible. Luego nombraron a Orozco Graterol (también Alférez Mayor) y la
historia no fue buena”.
“Vendrá el tiempo de reconversión, el
del imperio del código de honor y los valores morales positivos. Es cosa de
tiempo, hoy no sabemos ni cuando, ni como, pero vendrá. El bien siempre se
impondrá sobre el mal. Pero requiere de la acción contundente de los buenos
para gestar la reversión y así nuestra casa será nuevamente la de sueños azules”,
finaliza el mensaje del general Guaicaipuro Lameda.
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