Consideró que “sean cuales fueren las razones”, el comportamiento fue “omisivo y lesivo” para la soberanía de Venezuela
Sebastiana Barráez/ miércoles 20 enero 2021
@SebastianaB
Tomado de
Infobae
“Al momento de defender en estrados los intereses
supremos de la república, en la fase preliminar del juicio contencioso ahora
planteado, hubo ausencia del régimen de Nicolás Maduro Moros, quien al igual
que el de Hugo Chávez Frías, respondiendo no a los intereses del país sino a
los lineamientos diplomáticos del régimen cubano y en el marco de la estrategia
de la ALBA, prefirieron sumar apoyos en el seno de la Organización de Estados
Americanos”, destaca en un documento el Consejo Superior de la Democracia
Cristiana, en relación a los derechos históricos de Venezuela sobre la Guayana Esequiba.
Suscriben el documento: Pedro Pablo Aguilar, Oswaldo
Álvarez Paz, Henrique Salas Romer, Humberto Calderón Berti, Andrés Caldera
Pietri, José Curiel Rodríguez, Abdón Vivas Terán, Julio César Moreno León, José
Rodríguez Iturbe, Maritza Izaguirre, Román Duque Corredor, Haroldo Romero,
Gloria Capriles, Nelson Maldonado, Ivonne Attas, Emilio López, Jesús “Chucho”
Ganem, Guillermo Yepes Boscán, Enrique Naime. Sec. Ejecutivo Lorenzo Tovar
Colmenares. Consultores: Gustavo Tarre Briceño y Asdrúbal Aguiar. Copei:
Roberto Enríquez y Robert García. Proyecto Venezuela: Henrique Fernando Salas. Convergencia:
Biagio Pilieri.
Recuerdan la sentencia, del 18 de diciembre 2020, de la
Corte Internacional de Justicia, en la que se declara competente para conocer
sobre la validez o no del Laudo Arbitral, que en 1899 le amputa a Venezuela sus
derechos soberanos, histórica y jurídicamente incuestionables, sobre el
territorio que conforma a la Guayana Esequiba y, de ser el caso, establecer
nuestra frontera con la República Cooperativa de Guyana.
Consideran que “sean cuales fueren las razones” de la
actuación de los gobiernos de Chávez y Maduro ante el caso del Esequibo, ese
comportamiento fue “omisivo y lesivo a nuestra soberanía, incluso si se considerase
que la demandante Guyana no podía acudir unilateralmente al Alto Tribunal de La
Haya sin contar con el consentimiento de Venezuela, hubo de tener presente el
régimen que esa posibilidad estaba abierta”.
“Ella ha sido motivo de discrepancias entre nuestro
país y la misma Guyana, pero es una de las alternativas de solución
contempladas por el Consejo Superior de la Democracia Cristiana, Acuerdo de
Ginebra que, en 1966, le da piso cierto, firme y jurídico, a nuestra histórica
reclamación”.
Hubo mala fe
A juicio de la organización está abierta la herida “que
aún sufre el sentimiento patrio, desde cuando se coaligan la Gran Bretaña y la
Rusia para, bajo coacción y mediando prevaricación de los jueces arbitrales en
1899 –como lo demostrara el Memorándum de nuestro abogado Severo Mallet Prevost
de 1949 sobre cuya base se logra firmar en 1966 el Acuerdo de Ginebra, logro
diplomático de los gobiernos de Rómulo Betancourt y Raúl Leoni– es un elemento
para considerar”.
Agregando que “el mismo ya no es suficiente para
encontrar “soluciones satisfactorias para el arreglo práctico de la
controversia” entre las partes, entre Venezuela y Guyana, como lo dispone dicho
instrumento”.
“Lo que fuera objeto histórico de controversia
política y diplomática –el acto arbitral írrito e injusto– se ha vuelto ahora
una cuestión juridificada, sin mengua de la exigencia de su resolución
práctica, al encontrar como su fundamento, justamente, al señalado Acuerdo para
resolver sobre la reclamación y que aceptaran Gran Bretaña y la misma Guyana,
entonces en vías de independencia”.
“La mala fe guyanesa llevó al fracaso de la Comisión
Mixta que funcionó entre 1966 y 1970”, la cual estaba encargada de encontrar ‘soluciones
satisfactorias’. El esfuerzo posterior de distención bilateral estaba destinado
a crear un clima de entendimiento para reanudar las negociaciones y sin ceder
en los derechos de Venezuela, que implicara el Protocolo de Puerto España
suscrito durante el primer gobierno de Rafael Caldera y renovado en el de Luis
Herrera Campíns.
“Las condiciones para las negociaciones de un “arreglo
práctico de la controversia”, se estrellaron contra la tozudez y el rechazo
guyanés de 1983. De donde, ambas partes, se avinieron en poner el entuerto en
manos del secretario de la ONU. A él se le encomendó señalar la vía apropiada,
diplomática o judicial, para resolver”.
Hubo distintos emisarios personales del secretario de
la ONU “designados y aceptados por ambos Estados entre 1989 y 2017”, advirtiendo
que de no avanzar su último emisario en el encuentro entre las partes de “una
solución satisfactoria para el arreglo práctico de la controversia”, pasado un
año y a menos que mediase una oposición conjunta de ambos Estados, referiría la
cuestión a la Corte Internacional de Justicia.
“No podríamos dejar de señalar que, para el logro de
la firma del Acuerdo de Ginebra y en su implementación durante la democracia,
destacaron las gestiones de los cancilleres Marcos Falcón Briceño e Ignacio
Iribarren Borges, Arístides Calvani y José Alberto Zambrano Velasco, habiéndole
correspondido al último trabajar tanto en el Protocolo de Puerto España como su
no renovación y sostener sin descuidos las gestiones ante el Secretario General
de la ONU”.
Agrega el documento que “dejó como legado su obra que
recoge la historia de nuestra reclamación: Our historic claim (1982). El fallo
preliminar de la Corte Internacional de Justicia, en consecuencia, cierra ese
debate preliminar y está Venezuela en la situación de enfrentar con
responsabilidad al medio de solución establecido, para alcanzar el propósito
que le llevara a la firma del Acuerdo de Ginebra mencionado”.
El llamado es al pueblo
Destaca el Consejo Superior de la Democracia Cristiana
que “encontrándose la nación y nuestra república en una situación de grave
debilidad, al punto que vienen a la memoria aquellas en las que diatribas
intestinas hicieron perder a Venezuela el territorio de la Guajira en el
extremo occidental y luego ser víctimas de un arbitraje corrompido,
palmariamente contrario a las normas del Derecho internacional que nos arranca
un costado en el extremo oriental”.
“Esta vez media la intervención de una instancia
judicial reconocida por su solvencia, como lo es la Corte Internacional de
Justicia. La ausencia de Venezuela, por ende, ha motivado su advertencia clara
y aleccionadora. En su fallo mencionado recuerda que ‘cuando un Estado se
abstiene de comparecer ante la Justicia no se le permite luego aprovecharse de
su ausencia’”.
“Sobre la nulidad del laudo arbitral que, en 1899,
decidiera arrebatarnos la Guayana Esequiba y la aceptación por la Gran Bretaña
del acto de injusticia histórica del que hemos sido víctimas, aceptando firmar
el Acuerdo de Ginebra, le corresponde al régimen imperante en Venezuela
corregir su lenidad y llevar ante la Corte todos los elementos que tiene a
manos y en su favor la república”.
Recomiendan que debe atacarse “el fondo, a saber, que
el tribunal arbitral dictó un laudo que, en procura de sus abyectos propósitos,
no contó con presencia de juez y abogados venezolanos; omitió aquél motivar la
decisión; decidió no aplicar los principios de Derecho internacional
reconocidos; ni investigó los títulos históricos de Venezuela apoyados en la
titularidad de España; y, al término, abordó en su sentencia de despojo
cuestiones que escapaban al conocimiento del tribunal arbitral”.
El Consejo Superior de la Democracia Cristiana, ante
los hechos señalados, hace un llamado al pueblo venezolano “y considera su
deber obligante alertarlo sobre el momento de gravedad histórica que acusa la
república. Le invita para que de manera serena pero inconmovible eleve su
opinión y asuma una conciencia activa sobre un tema que amenaza el destino
nacional”.
Finalmente “que exija del régimen y el sector de la
Fuerza Armada que lo sostiene un comportamiento que no debilite nuestra postura
ante la Corte Internacional de Justicia, y que los sólidos argumentos
históricos y jurídicos que dicen sobre la invalidez de pleno derecho del laudo
arbitral de 1899 lleguen oportunamente a conocimiento de los jueces de la
Corte, desde el ángulo de nuestros sólidos argumentos”.
https://www.infobae.com/america/venezuela/2021/01/20/el-consejo-superior-de-la-democracia-cristiana-critico-la-actuacion-de-los-gobiernos-de-chavez-y-maduro-sobre-el-reclamo-del-esequibo/
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