Una fuente de la tribu, que pidió mantener en reserva su nombre, confirmó a Infobae que militares asesinaron a cuatro indígenas a balazos
Sebastiana Barráez/ jueves 24 de marzo 2022
@SebastianaB
“No, no, no es por el aparato de internet. Qué tontería es esa, si en la selva no hay electricidad. Esa comunidad yanomami es nómada y vive en el shabono, ¿qué prioridad tienen para ellos el internet si todos viven en el mismo lugar en medio de la selva? La verdad es que los funcionarios de la Aviación trataron de convencer al cacique Sabino y demás miembros para que permitan la minería en espacios completamente vírgenes. La comunidad les negó el permiso y eso causó la fuerte discusión con los militares, quienes decían que ellos debían pagarle una fuerte cantidad en oro al General de la ZODI y al Comandante de la Aviación. Los militares atacaron a los hermanos yanomamis con armas de fuego matando e hiriendo a varios”, dijo en conversación con Infobae una fuente indígena que pidió mantener en reserva su nombre.
Posteriormente
los indígenas, ante el asesinato de los yanomamis, cercaron a los militares y
en un video se observa a un oficial prometiendo que quien debe responder es el
Inspector General de la Aviación. Los indígenas le dicen al oficial que nadie
sale del lugar, porque lo que pasa allí, por la ley que los asiste, debe
resolverse ahí y les impiden a los 17 militares salir del lugar.
Eran
las 4 de la tarde aproximadamente. En la Base Militar Fronteriza ubicada en
Parimabe, municipio Alto Orinoco del estado Amazonas, nada advertía la nube
oscura que se cernía sobre la población yanomami. Es cierto que en el puesto
militar hay paneles solares y una antena de internet, pero como no tenían el
enrutador, la comunidad consiguió uno con una ONG, llegaron al acuerdo de
facilitárselos a los militares a cambio de que todos tuvieran acceso al
internet.
No
era la primera vez que había problemas por el acceso al internet. “En realidad
los militares solo estaban presionando a los yanomamis para que les dieran
permiso a sacar oro de territorio virgen y la manera que consiguieron fue
impidiéndoles el acceso al internet o al uso de la pista de aterrizaje, lo que
hace muy difícil acceder al lugar por vía terrestre o fluvial. El incidente no
fue más que una excusa para que los militares le hicieran sentir a los hermanos
yanomamis que ellos tienen el poder”.
Es atroz que militares venezolanos asesinaran a cuatro yanomamis de los últimos indígenas originarios que quedan en la América del Sur, en la frontera entre Venezuela y Brasil. La responsabilidad recae en la institución castrense, porque ocurrió en la base de Aviación Militar de Parimabe, con uniformados provenientes de una unidad militar del estado Aragua, lo que puede indicar que no se les haya preparado para entender las costumbres de un pueblo tan importante como el Yanomami.
Hace
unos meses, militares venezolanos retuvieron en Río Negro una embarcación
brasileña que desde hace mucho tiempo hacía el recorrido desde San Gabriel de
Cachoeira, Brasil, y Río Negro, Amazonas, Venezuela, con mercancía, porque es
más cerca para ellos Brasil que Puerto Ayacucho.
Los
militares retuvieron la embarcación, se apropiaron de los productos y de las
armas que iban en la embarcación. La protesta de las comunidades de la zona no
se hizo esperar y lograron que la embarcación se la devolvieran a sus dueños.
“Lo
que sucede es que los militares han venido exigiendo cada día más dinero, oro,
beneficios, acceso a las ganancias del contrabando de combustible y no se
adaptan a la cultura y al modus vivendi de las comunidades que se las ingenian
para tener acceso a los productos necesarios para subsistir en esa difícil
zona. En lugar de garantizarles protección y resguardo, acceso a alimentos y
bienes, los militares acosan y presionan a la comunidad”.
Hay
coincidencia en varias fuentes, a las que tuvo acceso Infobae, en que el
problema principal es el oro. “Están explotando oro sin importarles pasar por
encima de las comunidades indígenas. Al Alto Orinoco lo han convertido en zona
de explotación minera, inclusive en el Cerro Delgado Chalbaud, en la zona donde
nace el río Orinoco, en el parque nacional Sierra de la Neblina hay máquinas.
Los indígenas no solo temen a los garimperios brasileños sino a los militares
venezolanos”.
Todo
militar enviado para esa zona no va castigado, como era antes por las
condiciones difíciles de la zona, ahora va recomendado por el acceso a la
explotación del oro, incluso los 17 de la Base fronteriza Delgado Chalbaud.
Recientemente
el general de la ZODI habría ordenado el relevo de los funcionarios del
Ejército por los de la Aviación, lo que al principio funciono muy bien hasta
que los militares le pidieron al cacique Sabino que les permitiera ingresar una
maquinaria para explotación de la minería. El jefe indio se negó alegando que
esa es una zona virgen. “Nosotros lo que queremos es darle un tributo mayor al
Jefe de la ZODI y que nos dejen en Parimabe”, insistieron los uniformados, pero
los yanomami no cedieron.
Ahora, militares en la zona están solicitando que el cacique Sabino sea detenido por “ataque al centinela”, porque un hijo de él le arrebató el arma al primer teniente del puesto militar y la lanzó al patio, de donde la tomó su padre quien le disparó a dos de los militares que están heridos.
Amazonas
es el segundo estado más grande de Venezuela, pero el de menos densidad
poblacional; está ubicado en la frontera. Fácilmente se le podría confundir con
un paraíso por las riquezas que tiene en sus entrañas: piedras preciosas,
esmeraldas, coltán, pero también los majestuosos ríos, la bravía y misteriosa
selva, la particularidad enigmática de sus comunidades indígenas. Más del 60%
de su población está en Puerto Ayacucho, capital del estado. Su belleza y sus
riquezas también son el motivo de su tragedia, por las apetencias de los grupos
guerrilleros de Colombia y los garimperios de Brasil.
Para
llegar a Parimabe, lugar donde ocurrieron los hechos que llevaron a la muerte
de los cuatro indígenas, lo único apropiado es irse por aire, bien sea por
avioneta o helicóptero, haciendo escala en el puesto de La Esmeralda, capital
del municipio, lo que lleva unos 50 minutos de vuelo y
desde ahí a Parimabe hay 45 minutos más de vuelo. Es una zona tupida, mucha
vegetación y selva alrededor.
En esa zona no hay más de 100 personas y la totalidad de ellos son indígenas yanomamis, que viven en shabono. Lo único exógeno es el puesto militar, que antes ocupaba el Ejército y ahora la Aviación Militar; el otro puesto militar más cercano es la base de Seguridad Cerro Delgado Chalbaud, prácticamente el último puesto militar en la zona.
También
resultaron heridos los militares: Christopher Jesús Bolívar Pino, Eduar José
Evans y el soldado Jéferson Jesús Sebastián Garrido. Los militares terminaron
heridos por los indígenas con las mismas armas que portaban.
La
alcaldesa del municipio Átures y exministra de Pueblos Indígenas, Yamilet
Mirabal, quien es indígena oriunda del pueblo yeral, fue comisionada para que
conciliara ante los yanomamis, dijo que “por instrucciones del Alto Mando” hizo
presencia en el lugar con un equipo multidisciplinario “para atender y aclarar
una problemática presentada por diferencias culturales”.
Siempre
insistiendo en colocar en igual situación a los indígenas con los militares,
aunque los primeros tuvieron arcos y flechas mientras los funcionarios de la
Aviación usaron armas de fuego, agregó que “como todo en una fiesta, en una
riña, hubo un enfrentamiento se dio una discusión en ese momento y todo cae en
una presión, a defenderse cada una de las partes. Aplicar la justicia donde
haya que aplicarla en ambas partes”.
Estuvo de acuerdo en que “la Ley de los pueblos Indígenas se aplique, pero también tenemos que escuchar las versiones de ambas partes; se escuchó al pueblo yanomami y se escuchó a la otra parte. Sabemos que hay tristeza, tenemos dolor, de ambas partes, tenemos algunos funcionarios que también algunos están en una situación muy delicada de salud”, fue la declaración de la exministra.
El
Defensor Delegado del Pueblo, Gumercindo Castro, dijo en el programa Sobre la
Mesa, de la emisora Raudal Estéreo 92.9 FM, que habían iniciado una
investigación por la denuncia que recibieron vía telefónica por “presunto
enfrentamiento entre los miembros de la comunidad Yanomami y miembros de las
Fuerzas Armadas; según las investigaciones supimos que el enfrentamiento se
originó debido al incumplimiento del acuerdo de la Base Militar con los
indígenas sobre el uso del sistema de internet. Las antenas están instaladas en
la Base y el router es propiedad de la comunidad; en vista de que no se venían
cumpliendo los acuerdos, los indígenas quisieron retirar el router, lo que
originó el enfrentamiento entre ambos grupos”.
Castro
enfatizó que “la primera autoridad que recibió la información fue el Comandante
de la Zona Operativa de Defensa Integral (ZODI), General de División José Ramón
Maita González, quien se trasladó a Parimabe al día siguiente, acompañado por
la Fiscalía Militar. El martes 22, se traslada al lugar de los hechos la
comisión mixta conformada por CICPC (Cuerpo de Investigaciones Científicas,
Penales y Criminalísticas), CENAMECF (Medicina Forense), Ministerio Público,
General de la Base Aérea y todos los entes que tiene que ver con esa materia”,
posteriormente hubo reuniones con presencia de la Defensoría Delegada Especial
Indígena representada por la doctora Bertha Macuribana.
Esa situaciones con esta pudrición no va terminar ahí ahora dilatan el hecho hasta lograr cansancio de los indígenas sacan a los involucrados y pasan caso por fiscalía y a dormir se ha dicho y seguir con el negocio del oro y muertos se quedan
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