La guerrilla colombiana continúa ganando territorio con la complicidad del gobierno de Nicolás Maduro. Tras las denuncias de su presencia en la región, llegaron patrullas venezolanas, pero no los encontraron
Sebastiana
Barráez/ 7 de Agosto 2020
@SebastianaSin
Desde la
publicación de lo que sucedía en el municipio Seboruco del estado Táchira,
específicamente en las aldeas donde miembros del Ejército de Liberación
Nacional (ELN) hicieron reuniones con las comunidades, la respuesta por parte
del mal llamado protector del Táchira y de algunos seguidores del chavismo en
Caracas fue negar los hechos, culpar a los Estados Unidos de intromisión y asegurar
que Venezuela defiende su soberanía. Pero la Fuerza Armada se activó al día
siguiente y el 28 de julio hizo presencia con gran cantidad de uniformados en
dos municipios con denuncias de presencia guerrillera. (https://www.infobae.com/america/venezuela/2020/07/27/ahora-nosotros-tomamos-el-control-de-la-zona-el-anuncio-de-un-comandante-del-eln-en-las-aldeas-de-un-municipio-venezolano/)
En un video dado
a conocer por la Región de Defensa Integral (REDI) Los Andes, a través de la
Zona Operativa (ZODI) Táchira se evidencian dos cosas: reconocen que han
recibido denuncias “de sus habitantes ante la presencia de presuntos grupos
armados generadores de violencia”, a la vez que muestran el despliegue militar
en el sector Casa del Padre del municipio Guásimos y en el sector Los Ríos del
municipio Guásimos, parte de los municipios señalados por Fudaredes como
lugares con presencia del ELN.
El término “grupo
generador de violencia” fue inventado en el Gobierno de Hugo Chávez,
específicamente cuando ocurrió el asesinato del comandante Moisés de las
Fuerzas Bolivarianas de Liberación (FBL/FPLN), para no señalar que era un grupo
guerrillero. Así trataron de disfrazar la información relacionada con grupos
irregulares, guerrilla y paramilitares, pero también bandas de delincuentes
comunes.
La llegada de militares
a los municipios Guásimos y Seboruco la dio el jefe de la ZODI Táchira, general
de división Ángel Eduardo Moronta Juliao, quien destacó que el despliegue lo
hicieron con 320 efectivos en Guásimos, específicamente en el sector denominado
Casa del Padre, realizando operaciones de patrullaje, escudriñamiento y
reconocimiento”.
Aseguró que todo
eso lo hacían “para mantener la soberanía y la independencia y luchar contra
cualquier grupo estructurado que ose pisar nuestro territorio; serán combatidos
con toda la fuerza de la soberanía bolivariana”.
En el caso de la
aldea Los Ríos de Seboruco, el capitán Leonel Gámez Cano narró que hubo un
patrullaje “con la finalidad de neutralizar algún grupo estructurado de
delincuencia organizada que intente generar zozobra a la población”.
El Jefe de la
ZODI destacó que “nos encontramos con un despliegue de 250 hombres en este
sector para realizar patrullaje, escudriñamiento y neutralización de cualquier
grupo estructurado de delincuencia organizada que se encuentre en la zona. Defendemos
la soberanía, defendemos la independencia y ningún grupo que no sea la Fuerza
Armada Nacional Bolivariana pretenda estar en estos territorios”.
Los militares hicieron
presencia hasta el lunes 3 de agosto en Seboruco. “Estuvieron en la zona donde
estaban los guerrilleros, que parecen ya estaban avisados porque se fueron poco
antes de que los militares llegaran y por eso no agarraron a ninguno. Solo hubo
declaraciones”, narra un habitante de Seboruco.
“Por aquí no
sobrevoló ningún helicóptero. Hicieron un show y se fueron sin ningún
enfrentamiento, solo con los campesinos de la zona a quienes les decomisaron
dos escopetas caseras. Se apoderaron de dos motos que ya regresaron”.
“En las alcabalas
que colocaron, tanto en el pueblo como en el campo, varios de los militares
cobraron a quienes pasaban a horas prohibidas o por alguna otra excusa”.
“Estos militares
no se toman en serio lo que sucede en la zona. Ellos saben que la guerrilla del
ELN se reunió en las aldeas y si no lo sabían por lo menos ya lo saben porque
estuvieron en Los Ríos. A Las Flores no fueron”.
El campamento
Es cierto que ha
habido gran despliegue militar en toda la zona. Pero la Fuerza Armada debe
actuar con mayor contundencia, hacerle sentir a la comunidad su confianza en el
ejército regular y no en guerrilleros o paramilitares, que finalmente van a
convertirse en sus victimarios si se apropian de la zona.
En la próxima
visita la ZODI debe desplegar un operativo has la aldea Santa Clara, en
la parroquia Monseñor Miguel Antonio Salas, municipio Seboruco, para que vean
el Campamento que tiene ahí el ELN. “Ese campamento base
de la guerrilla está a unos dos kilómetros de la aldea El Tesoro,
justamente en los límites entre los municipios San Judas Tadeo y Seboruco.
Ellos andan en camionetas toyotas, algunas veces usan uniformes camuflados, armas
de guerra y pasamontañas”, dijo a Infobae un productor del municipio.
Ante la pregunta
de si no siente temor de ser víctima de los elenos, responde: “pues a pesar de
que uno sabe que son gente violenta, pues ellos han sido muy educados. Han sido
muy colaboradores y tienen un muy marcado acento colombiano”.
“Para llegar a la
zona hay una sola vía de penetración que está en pésimas condiciones, Hace unos
dos meses ellos construyeron otra vía que cruza la montaña de manera diametral;
la hicieron en tiempo récord y con maquinaria”.
“La nueva vía
está desde el sector Mata de Guineo hasta El Tesoro, más abajo de Santa Clara.
Transitan en camioneta toyotas de tolva, sin placas, con gente muy armada,
pasamontañas o pañuelos rojos cubriendo parte de la cara”.
El profesor
Javier Tarazona de Fundaredes fue citado ayer por las fiscalías primera y
veinte del Táchira. Cuando llegó el que lo estaba esperando era el Fiscal
Superior del Táchira, abogado Alejandro Celis, quien lo atendió por más de tres
horas. Tarazona cataloga el hecho como “una acción intimidatoria, que busca
imponer el silencio y opacidad de las perversidades que se dan en nuestra
región”.
Explica Tarazona
que el motivo de la cita es la denuncia que ha hecho Fundaredes sobre el
conocimiento por parte del Ministerio Público de la actuación y presencia de
grupos armados irregulares en el país. “El fiscal manifiesta su rechazo a ese
"vilipendio" contra su institución por ser esa la única garante de
los derechos humanos en el país según él”.
El director de
Fundaredes, como respuesta a lo que dijo el abogado Celis, le entregó un dossier
de más de 20 denuncias que han interpuesto entre el 2019 y 2020. “Le hice
referencia a denuncias que se han realizado desde el 2003 ante el Ministerio
Público por la actuación de grupos armados irregulares en los estados
fronterizos, lo cual hace a la Fiscalía conocedora de esas perversidades”.
La excusa del
fiscal, para responder a varias de nuestras denuncias, es “el bloqueo económico”,
alegando que “el Ministerio Público ha demostrado su lucha contra los
irregulares, así como también profesó ser un seguidor del legado de Chávez y
por tanto luchar contra el narcotráfico, el imperialismo y los paramilitares”.
Tarazona le entregó
la medida cautelar de protección otorgada por la CIDH para su protección y la
de su familia, haciéndolo responsable de su compromiso con la garantía de dicho
mandato.
Según dijo el
profesor Tarazona, el Fiscal Superior “pretendió señalar en varias
oportunidades a las organizaciones de derechos humanos como desestabilizadoras
y generadoras de un narrativa contraria a la realidad del país, dedico varios
minutos para señalar a Juan Guaidó de casi todo los males de Venezuela, y decía
que no tenía problema con las organizaciones defensoras de derechos humanos,
que respetaba su rol en la sociedad, finalmente indico que él estaba
comprometido hacer las cosas bien y pedía que desde FundaRedes le ayudáramos
sin generar una narrativa contra ellos”.
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