@SebastianaSin
Tomado de Infobae
Con el sorpresivo movimiento de unos 25 militares
en Venezuela, en apoyo a Juan Guaidó, quedaron dos hechos al descubierto: la fragilidad
de una Fuerza Armada Nacional Bolivariana que no está unida, que la tomó de
sorpresa la acción de tal manera que quedó en shock causando una muy tardía
reacción del Alto Mando Militar. Y lo otro es que dejó en evidencia la lealtad
de la más inaudita figura que se podría alinear con fuerzas opositoras, la del
jefe de la inteligencia política, SEBIN (Servicio Bolivariano de Inteligencia),
cargo que recae en personas de la más absoluta confianza del jefe de Gobierno.
Aunque lo sucedido no fue un golpe de Estado ni
siquiera una intentona militar, sí logró la rebeldía de dos docenas de
militares activos, uniformados y armados, que se colocaron al servicio del
presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, a quienes reconocen como
presidente encargado y comandante en jefe de la Fuerza Armada Nacional
Bolivariana (FANB).
Mucho peso tuvo el acto efectista de ver a Leopoldo
López, líder de Voluntad Popular, en libertad, presentándose junto a sus
custodios, gracias a las acciones del general Manuel Ricardo Cristopher Figuera, director del SEBIN, quien habría sido determinante para que abandonara
su casa donde cumplía arresto domiciliario.
Ese grupo de oficiales fueron acogidos en calidad
de asilo en la embajada de Brasil, luego de haber cumplido con su objetivo.
Observemos que los militares no se pronunciaron desde ninguna base militar, ni
sometieron a oficiales que estaban al mando de algún cuartel, no hubo
pronunciamiento de líder militar alguno, Guaidó no se pronuncia junto a un
grupo de militares, porque aunque estaban los uniformados detrás suyo, él se
dirige al país solo, incluso separado de Leopoldo López quien se mantuvo a unos
metros de distancia.
No hay quien lo defienda
Fue evidente que en la Fuerza Armada no existe
apoyo masivo ni a favor de Nicolás Maduro ni al gobierno de turno, lo demuestra
la escasísima respuesta militar que hubo para sofocar al grupo de militares,
que cuando amanecía se encontraban casi solos con Juan Guaidó y Leopoldo López
en las inmediaciones de la Base Aérea La Carlota. Pero tampoco hubo el apoyo de
otros militares a favor del joven y osado presidente de la Asamblea Nacional.
Lo sorprendente para opositores y aliados al
Gobierno es que tampoco ocurrió la lógica reacción que debió haber por parte de
la Fuerza Armada ante la magnitud de un hecho que pudo significar el
derrocamiento de Nicolás Maduro y que el Ministro de la Defensa calificó de
Golpe de Estado.
Lo otro relevante es que la FANB no salió a
reprimir las manifestaciones en la proporción que hubiese deseado el poder
ejecutivo; por ello hubo una gran descoordinación en el plan a seguir, hubo
sorpresa en los intentos y las estrategias del Gobierno de Maduro con relación
a los militares inconformes o molestos con la FANB.
El nombramiento nuevamente del general Gustavo González
López, en la dirección del SEBIN, no significa fortaleza para Nicolás Maduro,
significa triunfo de poder para Diosdado Cabello porque González López está al
servicio incondicional del presidente de la Asamblea Constituyente,
significando un retroceso en las estrategias que había venido desarrollando
Nicolás Maduro para enfrentar a Diosdado Cabello internamente y para restarle
poder.
Además, el presidente de la ANC logró hace meses arrebatarle a Diosdado Cabello
el control de la Inteligencia política, igual que lo hizo con el control de la
cárcel militar de Ramo Verde. Pero hay que reconocer que fue Cabello el que más
rápido reaccionó, aunque lo hizo horas después,
Mientras el Alto Mando Militar no se pronunciaba, el
ministro Padrino López apenas publicó tres tuits y Nicolás Maduro no aparecía
por ningún lado, salió Cabello a través de la señal del canal del Estado en un
mensaje donde no le hacía el llamado a la FANB, sino a la milicia y a los
afectos al chavismo.
No hubo por parte de fuerzas aliadas al Gobierno
ninguna reacción, más allá de unas bombas lacrimógenas, durante las horas
vitales para someter y controlar al grupo de militares que estaban en plena vía
pública en las inmediaciones de la Base Aérea Militar La Carlota. El tiempo fue
el gran aliado de Juan Guaidó y su estrategia, porque le permitió protegerse de
miles de personas que empezaron a llegar al lugar y a salir de todas las zonas
de Caracas.
Que al final del día los 25 militares terminaran en
la embajada de Brasil, que Leopoldo López y su familia lo hicieran en la
embajada de España y que quienes salieron a las calles regresaran a sus casas,
no es una derrota, como insistió Cabello en decir: “Que viva la Patria carajo!!! Los traidores a la Patria
nuevamente fueron derrotados, nuestro Pueblo glorioso dando lecciones de
dignidad, pase lo que pase y en cualquier circunstancia Nosotros Venceremos!!!”. Y si alguien sabe que lo ocurrido en Caracas trae consecuencias
definitivas es Diosdado que conoce muy bien a la Fuerza Armada y que a pesar de
sus desesperados llamados para que la estructuras miliciana y los colectivos se
concentraran en Miraflores, no logró más que un grupo de personas acatara su
solicitud.
Fue una larga noche para la Oposición y para los líderes
del Gobierno y de la Fuerza Armada. Hoy la jornada es la de mayor incertidumbre
para quienes se disponen a marchar.
Padrino y la FANB
Los señalamientos de dos de los funcionarios de la
Administración Trump, dejaron una estela de duda sobre los tres hombres de
mayor confianza de Maduro: el ministro Padrino López, el presidente del
Tribunal Supremo de Justicia Maikel Moreno y del jefe de la Dirección de
Contrainteligencia Militar (DGCIM) y también jefe de la Casa Militar general
Iván Hernández Dala.
Padrino López es el oficial con mayor liderazgo
dentro de la institución armada, no hay
en el escenario del ejército fundamentalmente otro con su ascendencia y
relación con sus subalternos, lo cual le ha permitido permanecer durante casi
cinco años en el cargo y en la FANB.
La imagen del titular castrense lució desdibujada
en la reacción que tuvo ante el movimiento militar de Guaidó, pero lució más
desafinada con el discurso cargado de lugares comunes en la política y alejado
de la formalidad que debe tener la respuesta de un jefe militar ante un hecho
de insubordinación y rebelión como el sucedido.
No tuvo la Fuerza Armada su mejor día con el arranque
de la fase final de la Operación Libertad, como la llamó Juan Guaidó.
https://www.infobae.com/america/venezuela/2019/05/01/venezuela-amanece-con-una-fuerza-armada-confundida-y-una-sociedad-civil-dispuesta-a-marchar-para-sacar-a-nicolas-maduro-del-poder/
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