El presidente de la Asamblea Constituyente de Venezuela, que responde al chavismo, nombró a los barrios hacia donde estarían apuntados los proyectiles. Pero se trata de un armamento que no sirve para atacar objetivos terrestres
Sebastiana Barráez/lunes 28
octubre 2019
@SebastianaB
Después de que Diosdado Cabello dijera en su programa semanal que “los Pechora son candela pura” y que están apuntando directamente “hacia el barrio (urbanizaciones de Bogotá) La Candelaria y El Nogal. ¿Por qué? Porque ahí es donde vive la burguesía colombiana”, un oficial de la Fuerza Armada venezolana responde “la verdad es que estos ignorantes no tienen conciencia”.
El Pechora es un sistema de misil tierra-aire de origen ruso que Venezuela le compró a los rusos para la defensa antiaérea.
un misil Pechora. (Foto Infobae)
De manera que el oficial de la Aviación a quien consultamos dice que el presidente de la oficialista Asamblea Constituyente (ANC) no sabe de lo que habla y que “solo busca engañar al público de galería que lo aplaude en el programa televisivo, incluso cuando les miente”, pero resalta que demuestra la mala intención del capitán retirado para con población civil y desarmada, como la que vive en esas urbanizaciones de la capital colombiana.
Diosdado Cabello habló sobre los misiles Pechora y hacia dónde estarían apuntados.
En ese mismo orden hace unas semanas el
diputado Pedro Carreño y amigo personal de Cabello dijo que “en 11 segundos un
Sukhoi está en Bogotá; tenemos las coordenadas del palacio de Narkiño (sic),
tenemos las coordenadas del barrio El Nogal donde vive la oligarquía”.
Carreño, a juicio de militares pilotos de la FANB,
miente o desconoce el tiempo y distancia de la frontera venezolana a Bogotá.
“Un Sukhoi despegando de la Base Aérea Santo Domingo del estado Táchira para
ponerse en Bogotá requiere aproximadamente 20 minutos, es decir 1.200 segundos,
y no 11 como afirmó Pedro Carreño, porque la distancia entre Bogotá y Santo
Domingo en línea recta es de unos 400 a 500 kilómetros. Esa es la velocidad de
un Sukhoi 30 que tiene la Fuerza Aérea de Venezuela”, explicó un general de la
Fuerza Aérea venezolana.
En el caso de lo expresado por Cabello
la noche del miércoles pasado, el oficial entrevistado explica que “en primer
lugar el Pechora de casualidad alcanza los 27 kilómetros, si es que el avión no
lo elimina primero. En segundo lugar, no es un arma balística, es decir no es
artillería de campaña, de manera que no es para objetivos terrestres. Está
quedando en ridículo, logrando que hasta los rusos se mueran de la risa con lo
que dice”.
Ante el hecho de que haya existido el
sobrevuelo de drones sobre el Centro Refinador Paraguaná en el estado Falcón la
madrugada del martes, el alto oficial de la Aviación explica que “los RAPS (por
sus siglas en inglés) Sistema Aéreo Remotamente Piloteado, llamados UAV o drones,
no pueden ser detectados por nuestros radares si se desplazan a muy bajas
alturas, es decir menos de mil pies, aunque hay radares como el JY11B, que sí
tiene Venezuela, que pudiese detectarlos”.
“No hay equipos, al menos hasta donde yo
sé, que puedan derribarlos, capturarlos o neutralizarlos, tal vez cambiando su
frecuencia para capturar su control o con pistolas especiales que disparan
mayas para engancharlos si es neutralizada su frecuencia y tomado por otro
radio control”.
Ahora bien, “los sistemas de misiles o
artillería antiaérea pueden derribar drones si su envergadura es mayor RQ4 o
MQ4. El MQ9 Reaper, el MQ1 Predeator el RQ4 Global Hawk, son algunos sistemas
de vehículos aéreos de combate no tripulados UCAV, que pueden ser derribados
por misiles antiaéreos de largo alcance como el Antey y quizás un Buk o
Pechora. Pero si es detectado y se activa la alerta temprana”.
Algunas de las armas rusas más importantes del arsenal venezolano (en sentido horario): cazas Sukhoi Su-30, misiles S-300, lanzadores portátiles Igla-S y tanques T-72 (Foto Infobae)
“Los drones pequeños son los RAPS que
pueden llevar cámaras, armamento y hasta explosivos y pueden infiltrarse a muy
baja altura y más difíciles de detectar. No obstante, me pregunto: ¿los rusos
no estuvieron efectuando entrenamientos de tripulaciones Pechora en la
Península de Paraguaná, estado Falcón, empleando drones de ellos? En este tema
mediático los falsos positivos pueden ir y venir de donde sea”.
“Pienso que el objetivo del programa ese
del mazo es victimizarse con lo dicho sobre la intención de comprar oficiales
para que entreguen Igla-S. Pareciera que Cabello lo que busca es neutralizar la
acción de una hipótesis que pudiera ser falsa o falso positivo por parte de
ellos. De manera que si llegara a ocurrir se lavarían las manos diciendo que
fueron objeto de una sustracción por parte del enemigo, del imperio y sus
lacayos”.
El oficial se pregunta “¿a quién se le
ocurriría intentar sustraer un misil Igla-S? Porque en caso de que cayera en
manos de terroristas, eso pudiera causar un incidente internacional, porque podría
derribar, por ejemplo, un avión comercial con consecuencias catastróficas de
vidas de inocentes”.
Venezuela estaría obligada a notificar,
de inmediato, una pérdida o robo de esa magnitud. “Pero al mismo tiempo estamos ante el peligro
del uso irresponsable, por parte de milicianos seudo entrenados y sin
responsabilidad ética en el arte de la guerra, sin comando y control, por lo
que sería una locura si un Igl-S cae en manos de reos, pranes o colectivos
armados”.
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