Emilio Iván Herrera, ex funcionario del Centro Refinador Paraguaná, dialogó con Infobae y aseguró que “un secreto de estado” que depende de los EEUU es clave para poder operar la planta, que hoy está “fuera de servicio con daños mecánicos severos”
Sebastiana Barráez/15 de Junio de 2020
@SebastianaB
“Ni rusos ni iraníes podrán operar al Centro Refinador Paraguaná (CRP), no porque no posean el conocimiento, sino porque catalizadores y sustancias químicas sólo se elaboran en Estados Unidos y son materiales muy específicos para las tecnologías diseñadas. Jamás Rusia podrá manufacturar el catalizador del Flexicracking, pues, estamos en presencia de un secreto de estado. Así funciona la industria de los combustibles fósiles”, dice para Infobae Emilio Iván Herrera, exsuperintendente de las unidades de hidrógeno, azufre, isomerización, alquilación y craqueo catalítico del CRP.
La situación del combustible en
Venezuela ha dado lugar a numerosas especulaciones. A las larguísimas colas
para poder surtirse de la poca gasolina que se está distribuyendo en el país,
se ha establecido el cobro de ésta en dólares, aunque la moneda nacional es el
bolívar. Además, a través de las redes de comunicación del régimen de Nicolás
Maduro se asegura que se va a producir gasolina, porque se van a reactivar las
plantas necesarias del Centro Refinador Paraguaná (CRP).
Emilio Iván Herrera, quien ha sido profesor
universitario y Magister Scientiarum en Ingeniería Química, fue superintendente
de las unidades arribas descritas del CRP, instalado en los sectores Amuay, Cardón
y Bajo Grande, de la península de Paraguaná en el estado Falcón y quien llegó a
ser el segundo en capacidad del mundo.
Explica Herrera que “toda la tecnología
del CRP es de Exxon Mobil. Por ejemplo, los catalizadores del Complejo
Hidrodesulfurador son secretos de Estado. El catalizador que utilizamos en ese
complejo solo lo elabora Estados Unidos. El catalizador que utiliza el
Flexicracking sólo lo elabora Estados Unidos. El catalizador que utiliza
Isomerización sólo lo elabora EEUU. El
catalizador necesario para Alquilación solo lo sabe elaborar EEUUH”.
“Todas las empresas del ramo en el mundo
han tratado de plagiar este tipo de manufactura, pero sencillamente es un
secreto”.
Herrera explica que, si algo debe quedar
muy bien definido, es que la gasolina “es una receta formulada con las mezclas
de: naftas catalíticas, alquilato, butano, pentano y aditivos para especificar
el octanaje. Los aditivos usados en Venezuela para lograr los octanajes de 91 y
95 son compuestos oxigenados, básicamente el ter amil metil éter (T.A.M.E) y/o
metil ter butil éter (M.T.B.E)”.
“Desde la década de los años setenta
nuestro parque de refinación se adecuó para la formulación de gasolinas premiun
con base en los hidrocarburos descritos. Necesario es destacar que le
correspondió al entonces presidente Hugo Chávez, de manera acertada, la
eliminación del aditivo tetraetilo de plomo como responsable de la mejora del
octanaje y sustituirlo por T.A.M.E y/o M.T.B.E, ya que el tetraetilo de plomo
era responsable de severos problemas de salud que se estaban evidenciando en
sectores de las principales urbes venezolanas”.
Dice que “desde esta óptica debe quedar
bien establecido que, para manufacturar gasolinas, se requiere disponer de las
corrientes de hidrocarburos citadas”. Ahora para producirlas se requiere la
Unidad de Desintegración Catalítica, el Desintegrador
Térmico Fluido, Desintegrador Térmico
Retardado, Unidad de Alquilación, Unidades de Gases Licuados y las Unidades de
Oxigenados.
El profesor Herrera explica que “la Unidad
de Desintegración Catalítica, es conocida coloquialmente como
"catalítica" y su propósito es producir volúmenes de Nafta Catalítica
cuyos rendimientos pueden oscilar entre 60 mil y 80 mil barriles diarios,
obviamente, depende del volumen de crudo que se procese en las corridas
normales de destilación de crudos”.
A su juicio “en un complejo de refinación como el CRP la corrida de crudo, típicamente, era de 825 mil barriles de crudo por día. Actualmente, la corrida del CRP no alcanza los 180 mil barriles”.
A la Unidad Desintegrador Térmico
Fluido, llamado coloquialmente “coker” es el responsable “de aumentar los
volúmenes de nafta catalítica para garantizar los máximos rendimientos en la
manufactura de gasolinas”.
En el caso del Desintegrador Térmico
Retardado es otro modelo de “coker”, y el profesor Herrera dice “que apalanca y
garantiza los máximos rendimientos de naftas, uno de los componentes
fundamentales para la preparación de la gasolina”.
“Otra situación distinta es la Unidad de
Alquilación, que es la unidad de proceso premium que permite la obtención de un
hidrocarburo conocido como Alquilato, el cual ya posee un octanaje que ocupa
bandas entre 96 y 110 octanos”.
Explica que “las Unidades de Gases
Licuados nos otorgan maniobrabilidad para la obtención de los hidrocarburos
butano y pentano”.
En el caso de Las Unidades de
Oxigenados, según el profesor Herrera “en la refinería de Amuay y en la
refinería Cardón disponemos de las plantas de procesos T.A.M.E y M.T.B.E
respectivamente”.
De manera pues, dice Herrera, “que estas
son las unidades de proceso que garantizaban a la República, de manera segura y
confiable, los más de 300 mil barriles de gasolina diarios para el parque
automotor venezolano”.
El profesor considera necesario, que en
base a esa información que él explica, nos preguntemos ¿Qué pasa ahora con las
manufacturas de gasolinas? “La respuesta es simple: todas las unidades de
proceso descritas se encuentran fuera de servicio con daños mecánicos severos,
tales que han llevado a Venezuela a comprar gasolina a la República Islámica de
Irán”.
Destaca que se conoce extraoficialmente
que se hacen esfuerzos por reactivar la unidad catalítica del CRP Cardón. “Nótese
que para garantizar la manufactura de gasolinas se requiere que todo el
complejo de refinación se encuentre en perfecta sinergia”.
Les envía un mensaje a las autoridades
nacionales: “Si no reactivamos el parque de refinación venezolano, la
importación de gasolina será vitalicia”.
“La moraleja es muy expedita, se
requiere el concurso de todos los profesionales despedidos de la industria,
adecuación de la metalurgia de los equipos, redefinición de los protocolos de arranque
y parada de las unidades de procesos, adquisición de catalizadores y sustancias
químicas”.
Finaliza diciendo que “es necesario
deponer la sensibilidad y el prurito en reconocer los errores cometidos y
rectificar en beneficio de Venezuela”.
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