Reyes Gabriel Hernández, conocido como “El Gordo”, es uno de los más privilegiados en los sótanos de Dirección General de Contrainteligencia Militar
Sebastiana Barráez/ lunes 26 de octubre 2020
@SebastianaB
El día 7 de octubre los delegados que la Alta Comisionada Michelle Bachelet, tiene en Venezuela, regresaron a las instalaciones de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim). Un hecho relevante fue lo que ocurrió ahí con uno de los detenidos, que se encuentra en el sótano 1 sector C, llamado Reyes Gabriel Hernández, a quien en el estado Apure conocen como El Gordo y en la DGCIM como El Finquero de Apure.
Hace unas semanas le dice a custodios y a otros presos
que algunos de los oficiales, precisamente quienes han sufrido mayor tortura,
estaban planificando un motín para fugarse. La historia fue bien armada, menos
por el hecho de que a dos de las personas que coloca orquestando el motín son
dos coroneles, uno de los cuales está preso porque el otro lo delató. A
consecuencia de eso, tres militares son enviados a la celda de castigo en la
Casa de Los Sueños. Entonces no pasó de ser más que un chisme mal intencionado,
hasta la visita de la Comisión de la ONU.
El 7 de octubre a los delegados de Bachelet les dan un
recorrido por el sector C del sótano 1. La comisión iba en compañía de los
principales funcionarios denunciados por tortura y violación de derechos
humanos, con quienes El Finquero mantiene una estrecha relación de camaradería.
Hernández dijo, casi a gritos, a los delegados de Bachelet, que ahí nunca se ha
torturado a nadie, que eso que han dicho las víctimas de tortura son inventos y
que quienes están en la Casa de Los Sueños es por mala conducta.
Es el único de los presos que en su celda tiene nevera,
televisor, microondas, radio e incluso electricidad individual, por lo que
cuenta con apagador propio. Al igual que la mayoría de los detenidos, en esos
sótanos infernales, se enfermó de COVID y lo enviaron por unos días a la Casa
de Los Sueños. Él tiene problemas renales.
El Finquero
Mientras el Capitán retirado del ejército Jesús Alberto Aguilarte Gámez fue consentido de la
revolución bolivariana y gobernador del estado Apure, su compadre Reyes
Gabriel Hernández se convirtió en un potentado.
Pero es necesario recordar quién era Aguilarte para
entender el caso del hoy detenido en DGCIM. El capitán participó activamente en
la intentona de Golpe de Estado contra el entonces presidente Carlos Andrés
Pérez, el 4 de febrero de 1992, liderizado por Hugo Chávez, Javier Arias
Cárdenas, Jesús Urdaneta Hernández y Yoel Acosta Chirinos.
Con la llegada, años después, de Chávez a la
presidencia de la República, todos los que habían participado, apoyado o
asomado la cabeza a última hora el 4F recibieron lluvias de beneficios, incluso
algunos hasta rangos militares.
“Todos sabían que El Gordo andaba en malos pasos. Cristóbal
Jiménez se lo llevó para un acto en Fuerte Tiuna. Al término del mismo, el
ministro Padrino López mandó a llamar al cantante a su oficina y le pidió que
para futuros actos no llegara con ese tipo de compañía, lo que evidencia que
sabía quién era Reyes”, dice a Infobae una fuente política.
El 31 de julio de 1999, Aguilarte toma posesión como
gobernador del estado Apure. Ese día Chávez da un discurso, donde dice: “Se convierte
usted, Capitán Aguilarte, en el último gobernador del siglo XX en el estado
Apure y al mismo tiempo, el primer gobernador del siglo XXI del estado Apure”.
Al
término del mandato Aguilarte no logra repetir en la Gobernación. Pero lo
intenta nuevamente y siendo gobernador en febrero del año 2011, fue presionado
a renunciar. Un mes antes del hecho Diosdado Cabello viajó a la Gobernación, se
reúne con Aguilarte, con quien nunca había tenido buena relación, y con El
Gordo Reyes Gabriel, con quien sale de ahí en el mismo vehículo.
Semanas
después Chávez le propone a Antonia Muñoz, ex gobernadora de Portuguesa, que
asuma la gobernación de Apure, pero ella se niega. Diosdado propone de
inmediato a Carrizalez, quien había sido Vicepresidente de la República y así
se convierte en gobernador de Apure, cargo en el que lleva nueve años.
Trece meses después, el 24 de marzo 2012, a Aguilarte
le dispararon
mientras se encontraba en un local de comida rápida en Maracay, estado Aragua;
permanece en una clínica hasta que muere el 2 abril. Todo indicaba que era un
sicariato y por ello aprehendieron a seis hombres: Unai Bastidas y su padre
Pedro Bastidas, Jesús Enrique Rodríguez,
Renzo Torres, Spartaco Pacheco y Daninyer Daniel Ferraez. No hubo detención de
los autores intelectuales del hecho; aunque siempre se mencionó que eran deudas
del narcotráfico, el caso se silenció. Después se supo que el capitán Aguilarte
había hecho contactos previos con la DEA para suministrarles información.
Un
amigo de Aguilarte dijo a Infobae que “El Gordo fue parte de la perdición de
Aguilarte, porque lo engolosinó buscándole drogas y mujeres. La pistola que
Aguilarte cargaba encima el día que le dispararon se la había dado Reyes tres
semanas antes”. El Finquero siguió en Apure, donde tenía importantes
inversiones, se le menciona como pieza clave de negocios del narcotráfico en la
zona. Y entra en conflicto con Carrizalez.
En
escena aparece el M/G Eslaín Moisés Longa Tirado, que encabezó el rescate aéreo
de Chávez la madrugada del 14 de abril luego del Golpe del 11A 2002; el alto
oficial fue de la REDI Los Llanos de 2012 a 2013. En abril del 2015, y ante
señalamientos hechos contra él por Carrizalez, Longa reconoció su relación con
Reyes, a quien conoce en el 2011, cuando le solicitaron ayuda por la
desaparición de una avioneta de El Gordo en el aeropuerto de Guárico. El
periodista Miguel Cardoza publicó entonces que el oficial reconoció “ciertos
tratos económicos entre ambos, pero no de grandes dimensiones, el mayor
contacto era para usar el referido predio en la lucha contra el narcotráfico”,
según Longa aseguró a los medios.
Caso de los drones
El
estado Apure es clave en lo que se refiere a la presencia de oficiales, entre
esos generales, relacionados con dueños de fincas y riquezas que nadie sabe
cómo florecieron tanto. Reyes Gabriel
Hernández se relacionó siempre con oficiales de alto rango, algunos de ellos
por estrecha relación de amistad y negocios.
Cuando ocurre el intento de magnicidio contra Nicolás
Maduro el 4 de agosto 2018, empezó una cacería contra oficiales de diverso
grado militar a quienes los servicios de Inteligencia señalaban de estar
involucrados, también se aprovechó de involucrar a figuras políticas y
militares incómodas.
Un oficial, quien supuestamente iba a ser detenido por
el caso, habría sido ayudado por Hernández para que huyera del país. Por esa
razón lo detienen, lo imputan y lo envían a la DGCIM donde aún permanece. Lo
resaltante es que le confiscan el millonario hato El Chaparralito, rico en
pistas de aterrizaje para aeronaves donde, por cierto, según han narrado
habitantes de Apure, “El Gordo hace fiestas con mujeres y exceso de todo,
siendo las últimas para Francisco Flores. En ese grupo estaba Cristóbal Jiménez
y Nixon España que era de Pdvsa”.
Hay que destacar que El Gordo, apodo de antes que
Hernández se hiciera la manga gástrica, intentó controlar el Partido Socialista
Unido de Venezuela (Psuv) en Apure, pero tuvo mucha resistencia. “Él es
hablador, trata de hacer amigos y su personalidad no es hostil, pero es muy
hábil, envía regalos, halaga, hace y pide favores”, lo describe un dirigente
del chavismo.
Al final le quitaron El Chaparralito, otras fincas, algunos
apartamentos y unos galpones en Valle de La Pascua. Le quedan importantes
empresas en el exterior. Ya no viste un día de un traje de marca y al día
siguiente de otra más costosa, tampoco hace lujosas fiestas con ex reinas de
belleza, pero sigue siendo un privilegiado incluso en el infernal sótano de la
Dgcim, aunque sea para mentir.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario