Sebastiana Barráez/ jueves 17 de junio 2021
@SebastianaB
La
mañana del lunes 14 de junio 2021, listos para el nuevo día y saborear el café
diario, oyeron que alguien llamaba a su puerta. La pareja de ancianos, que vive
sola en su casa, no dudó en abrirla para dar la bienvenida al visitante, como
es tradición entre los habitantes de Baragua, capital de la parroquia Xaguas
del municipio Urdaneta del estado Lara. Pero allí en su puerta estaba una
comisión de siete hombres que no se quería identificar, pero que se supo son de
la Dirección de Inteligencia Estratégica (DIE) de la Policía Nacional Bolivariana,
como ahora se llama a FAES, el cuestionado organismo famoso por las ejecuciones
extrajudiciales del que Michelle Bachelet pidió eliminar.
Los
siete hombres, ante el rostro de asombro de los dos ancianos, dijeron que
debían revisar la vivienda. La hija de los Álvarez que vive cerca es la primera
en darse cuenta y toda la familia se va acercando a la casa de los ancianos, en
la avenida Sucre en el centro del pueblo.
Carmen
Josefina, hija de la pareja, dice que “eran siete tipos armados hasta los
dientes, en un carro particular, no querían dar identificaciones, no permitían
que sacáramos teléfonos, me mandaron a apagarlo y que no hablara con nadie. No
presentaron orden de allanamiento y no tenían ninguna denuncia. Iban buscando
dólares”.
Encontraron
unas viejas armas, que por seguridad los ancianos conservaban desde hacía años
cuando eran importantes comerciantes. Eso bastó para que los FAES/DIE vieran la
excusa de obtener un dinero adicional para los siete.
Los
hijos de los Álvarez, que viven en otra parte del pueblo, oyeron el
requerimiento de los FAES/DIE, quienes pedían “una colaboración” de cinco mil
dólares, como si lo que solicitaban era un chocolate para disfrutar la aburrida
tarde de pueblo.
Lo
que no esperaban los policías fue la firmeza de los Álvarez, quienes contaron a
Infobae que se mantuvieron firmes para no aceptar la extorsión y porque además
no son los prósperos comerciantes que alguna vez fueron. “Bueno, por lo menos
que sean 500 dólares”, insistieron los funcionarios, pero la pareja no cedió.
Como si fuera una subasta, donde los FAES fueron bajando la cantidad de dólares que querían, mientras los Álvarez se mostraron firmes, pasaron unas horas, que tuvo un cambio radical cuando uno de los hijos murmuró que tenían un familiar militar. Los siete FAES/DIE se apresuraron a terminar “el procedimiento” haciendo un acta, en la que se nota que solo firma un funcionario actuante que no se identifica. En ella destacan que varios miembros de la familia de los Álvarez les entregaron voluntariamente dos revólveres calibre 38, una escopeta de marca no visible, siete municiones calibre 38 sin percutir y 21 calibre 12.
Arruinados
Como
en muchos pueblos de la sierra entre Lara y Falcón, el esfuerzo diario hacía
prósperos a sus habitantes para en la vejez disfrutar de la holgura económica;
desde hace unos años ya no es así. Muchos habitantes perdieron aceleradamente
sus ahorros de toda la vida y apenas logran cubrir sus gastos.
Un
vecino de Baragua le dijo a Infobae que “ese viejito, Álvarez, fue un
comerciante muy famoso de la época, tenía mucho dinero, pero quedó arruinado.
Los viejitos viven solos y la hija vive cera de ahí. Los FAES vieron a los dos
viejitos indefensos, se le metieron a la casa, revolvieron todo: estuvieron
como tres horas ahí”.
Narra
que al señor Álvarez lo obligaron a abrir una caja fuerte que utilizaba cuando
era un hombre con grandes recursos económicos. “Lo único que el señor tiene
ahora ahí es papeles, porque ya no tiene dinero. Lo único que los funcionarios
piensan que le sacarán valor es a las armas viejas que el viejito tenía cuando
era un comerciante tronado, importante”.
Uno
de los siete funcionarios de FAES/DIE que estuvieron en el procedimiento en la
casa de los Álvarez es José Quintero alias El Boleta, quien fue identificado
por los vecinos de Baragua, pues fungió como escolta de Luis Ladino, alcalde
del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
Repudio colectivo
La
dirigente social Marisol Bustamante, quien es politóloga y defensora de
derechos humanos del estado Lara destaca que “lo sucedido con la familia
Álvarez debe recibir el repudio de toda la colectividad. No podemos ver como
normal esos hechos”.
Es
una fiel vigilante de lo que sucede en el municipio Urdaneta y dice que “se
aprovechan de gente como el urdanetense que son personas pacíficas, porque los
niveles de criminalidad en la zona son mínimos. Hoy es el municipio con menor
nivel de credibilidad del estado Lara”.
“Hablé
con la familia Álvarez y están muy indignados. Están denunciando lo sucedido.
Les he manifestado mi solidaridad y apoyo, porque esos hechos, como lo que hizo
el FAES/DIE, afecta a la gente. Hablaremos con Provea para que documente el
caso”.
“Es
muy irregular que el funcionario que firma el acta no coloca su nombre, ni su
cédula y la firma es ilegible, pero a los Álvarez sí los identifica plenamente
incluso con huellas dactilares”.
Ante
la preguntarle de si sabe quién es el funcionario José Quintero alias Boleta
responde “sí, cuando era escolta, a él lo tenía el alcalde Ladino para
amedrentar e intimidar a la gente en el pueblo”.
Destaca
que hace una semana antes FAES/DIE realizó detenciones arbitrarias en la
capital del municipio Urdaneta, en el pueblo Siquisique, vecino de Baragua.
“Eso ocurrió cuando la población
protestó por el despacho irregular de combustible. En menos de una
semana se han producido 4 detenciones arbitrarias con similar patrón de
actuaciones en este municipio. ¿Acaso Pretenden atemorizar a la población por
denuncias sobre despacho irregular de combustible?”, finaliza diciendo
Bustamante.
El
régimen venezolano ha ignorado la solicitud de la Alta Comisionada de Derechos
Humanos, Michelle Bachelet quien pidió la eliminación de organismo policial,
que acumula cientos de denuncias por ejecuciones extrajudiciales. Nicolás
Maduro solo se burló de la petición cambiándole el nombre a FAES por el de DIE,
pero con los mismos hombres e iguales vicios.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario