Aquellos retirados que están en el país y no reciben privilegios de la revolución, ni siquiera cuentan con atención médico-hospitalaria apropiada
Sebastiana Barráez/ jueves 10 de junio 2021
@SebastianaB
Alguna vez la Fuerza Armada venezolana le permitía a los militares que salían de la institución castrense gozar de un retiro en calma, con la seguridad de contar con servicio médico hospitalario privilegiado, con la pensión que les permitía cubrir sus gastos, algunos se dedicaban a alguna empresa, a disfrutar con la familia, al deporte y gustos personales. Pero eso fue hace tiempo, antes de que la revolución bolivariana cambiara la razón de ser de la institución castrense.
Muchos oficiales, los que pudieron,
se fueron del país, algunos lo hicieron gracias al apoyo de familiares y
ahorros, otros no tan honestos disfrutan el dinero que usufructuaron en
Venezuela; varios de esos militares “profundamente chavistas y
antiimperialistas”, otros “radicalmente opositores, pero también corruptos,
irónicamente escogieron a Estados Unidos para vivir.
Los más vulnerables son aquellos
militares que tuvieron una carrera honesta, que por delitos de opinión contra
el régimen venezolano apenas sobreviven en el exterior. También están los que
se resignaron a quedarse en Venezuela,
sin la opción de poder gozar de la seguridad por la que han pagado durante
décadas.
Hay mucho militar que en su vejez
ha debido dedicarse a trabajar en la mayor variedad de cosas; los más
privilegiados en temas relacionados a su carrera militar, otros ocupados en
oficios sacrificados.
Aquellos militares retirados que
están en Venezuela y no reciben privilegios de la revolución, ni siquiera
cuentan con atención médico-hospitalaria apropiada. Los prestigiosos hospitales
están venidos a menos, después que Hugo Chávez decidió que ya no fueran solo de
atención para los militares, por lo que colapsaron y apenas funcionan gracias
al esfuerzo del personal. El suministro de los medicamentos, de los que gozaban
los militares y sus familias, ya tampoco es una opción.
Pagando 54 años
El Teniente Coronel (Av) Eduardo
Centeno George, egresado de la Escuela de Aviación Militar en 1967 manifestó su
indignación, un día antes de ser operado, por la precaria seguridad social que
se evidencia, aun cuando tiene más de cinco décadas pagando en el Instituto de
Previsión Social de la Fuerza Armada (IPSFA).
“¡Qué voluntad! ¡Qué sinvergüenza
somos! Estas son las cosas que debería reclamar el IPSFA, la Contraloría de la
FAN y el IORFAN (Instituto de Oficiales Retirados de la Fuerza Armada)”.
Explicó el oficial Centeno que “yo
mañana voy a ser intervenido quirúrgicamente en el hospital más arr… del país.
Después de 54 años de graduado, 54 años pagando IPSFA, 54 años pagando Seguros
horizonte y 54 años pagando Hospital Militar,
tengo que comprar 14 pares de guantes quirúrgicos, un kit de
laparotomía, 29 inyectadoras de 20 CC, un set de transfusión, 14 gorras de
quirófano, 14 botas de quirófano. ¿Dónde está la bola de dinero que le pagué a
esas tres instituciones?
Quisiera que el Iorfan hiciera
llegar mi reclamo”, finaliza diciendo.
Una Tarea sencilla
El mayor Ramón Antonio Arteaga
Alfinger, pertenece a la promoción del Ejército “General en Jefe José Ignacio
Pulido”, del año 1974. Le escribe al presidente del IPSFA, General de División
(Ej) Renier Enrique Urbáez Fermín una comunicación que titula “Tarea sencilla
de ejecutar para el presidente del Ipsfa”. “Señor General cumpla con una de sus
tantas misiones, como es velar por el bienestar y cúbrase de glorias ante los militares retirados y afiliados y cuando
pase a retiro sea recordado al menos por este logro”.
“Hoy, 06 de junio del 2021.
mientras observaba la televisión noté que el partido de Gobierno conducía una
jornada de carnetización para su militancia a nivel nacional y sin costo alguno
para los acreditados”
“Ahora bien señor General, ¿Será
que ese carnet es más importante que el carnet de Afiliado al IPSFA? Lógicamente
ese carnet tiene un costo para el Estado y debe saber usted que los recursos
del Estado nos pertenecen a todos los venezolanos”.
Narró, en ese momento, que había
llevado a su esposa a dicho centro asistencial. Ella había sufrido “un pequeño
accidente en la casa y se rompió la cabeza. La traslade de urgencia al
mencionado centro. Primero la atención despectiva que recibió por parte de la
enfermera tratante, luego el personal no logra suturar la herida, porque no
disponen de guantes, sutura, tijera, o sea los instrumentos básicos para curar a
cualquier herido”.
Agrega que a su esposa le emiten un
récipe “para que fuéramos a comprar la sutura y la aguja a la calle. Al
observar tanta negligencia y abandono, me fui con ella a un ambulatorio de la
Alcaldía de Carrizal en el sector José Manuel Álvarez; allí le brindaron todas
las atenciones del caso y le tomaron cuatro puntos de sutura”.
Subraya el coronel que está narrando
lo sucedido “para avizorarlos y no vayan a perder el tiempo al ambulatorio
militar de la Rosaleda. Da pena ajena que un Centro hospitalario tan importante
por encontrarse en un sitio clave, donde
nos atendían de excelente manera hasta hace un año, actualmente está por el
suelo en el cumplimiento de las importantes funciones para lo cual fue creado”.
“Ojalá este mensaje y experiencia
pasada por mí, no le ocurra a otro Oficial o familiar de militar que solicité
la ayuda por una emergencia. No es justo que paguemos los servicios de un
Hospital Militar y cuando solicitamos
sus servicios nos salgan con desplantes de esa magnitud”.
“Es decepcionante que nosotros
Oficiales en la digna condición de reserva activa seamos maltratados y sobre
todo ahora cuando más necesitamos un buen servicio médico. Entregamos 34 años
de orgulloso servicio a la patria, siempre nos descontaron por nómina una parte
de nuestro sueldo para mantener operativos y disponer los servicios del
Hospital Militar, y ahora nos responden de esa negligente manera”.
“Si la capacidad operativa de ese
Centro Hospitalario está menguada por cualquier razón el Director debería
presentar un informe y solicitar al Comando superior cerrarlo y así no se
pierde tiempo en llevar algún herido de emergencia para allá”, dijo finalmente
el coronel Mendoza Terán prometiendo que haría llegar la novedad a los más
altos mandos del Ministerio de la Defensa.
Seguro que los que dirigen la Organización de prevención de los militares ellos, deben tener el Carnet de la Patria por que a ese extremos han llegado los altos jerarcas del M de la D de Venezuela dirigido por un gral que perdió los libros donde lo enseñaron la Normas de un Militar en Vzla .
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