Los arrestos responderían a un cruce entre oficiales por un incidente ocurrido en un punto de control
Sebastiana Barráez/ martes 29 de noviembre 2022
@SebastianaB
Hacía cuatro días una teniente de apellido Yépez había arrestado a nueve guardias nacionales en el Punto de Control Puente Lata, El Amparo, municipio Páez de Apure. Nada indicó que la situación desencadenara algo inusual a no ser que el 25 de noviembre, una comisión de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM), llegó al Destacamento 353, ubicado en Guasdualito y se llevó detenidos al Teniente Coronel (GNB) Luis Fernando Reyes Salas y al Mayor (GNB) Vivas.
Las detenciones responderían a
un enfrentamiento entre oficiales de la GNB y el Ejército por el incidente
ocurrido en un punto de control. El régimen venezolano les permite a los
militares funcionar con cierta libertad en lo que negocios ilícitos se refiere.
En la Guardia Nacional ha imperado, desde hace muchos años, “el pote”, es decir,
la recolección de dinero en los puntos de control, cuyo monto es mensualmente
distribuido entre un determinado número de oficiales, que incluye a diversos
rangos, incluyendo generales.
Algunos comandantes de la
institución han negado la existencia del mismo, pero es la principal excusa
para que el guardia raso en la alcabala hasta el oficial justifique así la
extorsión en las alcabalas. Pues bien, basta con querer sacar a un militar del
camino para que se active algunos de los expedientes contra el objetivo.
Ese sería el caso de lo
ocurrido a los jefes del Comando de Guasdualito y a un grupo de Guardias
Nacionales. Funcionarios de la DGCIM se aseguraron de filtrar las fotos de los
sargentos, pero no así la del comandante; también un sonido donde un individuo
explica lo ocurrido, aunque solo es parte de la historia.
Lo que es una realidad en la
institución castrense es que todos los componentes saben quién negocia qué,
con quién, quién lo protege, así como las relaciones de compadrazgo, amistad y
familiaridad. La historia de “El Pote” no es leyenda urbana, es una vergonzosa
realidad, que implementa la GNB desde hace décadas; el cobro en los puestos de
control se ha extendido a los otros componentes. No es la primera vez que la
GNB y el Ejército presentan problemas por controlar el lucrativo territorio de
las alcabalas.
Según el expediente TM14C-177-2022, cuando fueron presentados ante el Tribunal solo aparecen siete sargentos: los sargentos mayor de segunda Franklin José Rodríguez Evies, Julio César Cárdenas Bermúdez y Jhancarlos Omaña Chacón, así como los sargento mayor de tercera Jesús Iván Rojas Rivero, Anyelo Rafael Daza Quintero, Jean Carlos Berrueta Suárez y Rafael Simón Chacín Palmar. Todos enviados al anexo militar del Centro Penitenciario de Occidente (CPO) en Santa Ana del Táchira.
Por enfrentar al Ejército
Un individuo de Apure, que no
aparece identificado, le reporta a otro lo que habría sucedido. Haciendo
alusión a las fotografías de los sargentos detenidos asegura que “todos esos
que salen ahí eran “los poteros” de los puestos de Guasdualito. Los agarraron a
todos”, dice aseverando que fueron comisiones de la DGCIM que llegaron en
acción simultánea a los puestos de control.
Así les encontraron el dinero,
“los libros donde anotaban a los que le entregaban la plata, a quiénes le
entregaban plata’, mencionando que irían por los de El Nula.
Explica que eso ocurrió porque “ese comandante que se la tiraba de rudo agarró una camioneta del Ejército con medicina”, continuando el procedimiento y deteniendo al responsable. “El general del Ejército, que es un duro también, dizque lo llamó y le pidió que le hiciera la vuelta”, lo que el comandante no aceptó y causó el problema que llevó a que la DGCIM detuviera a “los poteros” y como consecuencia al comandante.
El comandante
En la audiencia de
presentación, los delitos que le imputan a Reyes Salas son contra el decoro
militar, abuso de autoridad y desobediencia. A los siete sargentos de la
Guardia Nacional Bolivariana les imputan abuso de autoridad y desobediencia.
Reyes Salas es egresado, en el
orden de mérito Nr. 67, de la II Promoción de la Guardia Nacional “Batalla Mata
de La Miel” del 5 de julio 2003; la misma promoción a la que pertenece el
Director de Asuntos Especiales (DAE) de la DGCIM, Alexander Enrique Granko
Arteaga.
Cuando era teniente, en el 2005, fue arrestado durante un día por “ocultar,
encubrir o falsear la verdad” sobre un asunto del servicio. Mientras que en el
2007, con el grado de primer teniente, recibe amonestación por “dejar de
cumplir o de hacer las prescripciones reglamentarias, en la esfera de sus
atribuciones”. Desde entonces no reporta medidas disciplinarias.
Durante varios años, por acumulación de méritos, ha recibido la Barra
de Honor al Mérito en el Escuela de Seguridad y Orden Público, Comando de las
Escuelas, Destacamento de Comandos
Rurales Nro. 99, Grupo Anti Extorsión y Secuestro del Comando Regional Nr. 9 y
del Destacamento de Apoyo Aéreo Nro. 9.
En el 2004 Reyes Salas estuvo a la orden del CORE 9 de Puerto Ayacucho.
En el 2005 es el Comandante del 2do Pelotón de la Tercera Compañía del Cuerpo
de Alumnos en la escuela de GN en Punta de Mata, Monagas. En el 2006, es el
Comandante de la 2DA Compañía de los Comandos Rurales D-99 del Core 9. En mayo
2008 es designado adjunto en la 1Ra Compañía del Cuerpo de Alumnos en la
Escuela de Punta de Mata, pero a los tres meses pasa a orden de la Compañía
de Seguridad del Cuerpo de Alumnos.
El teniente coronel Reyes
Salas estuvo al frente de Unidades Tácticas en el estado Bolívar, en
el D-627 desde agosto 2020, pasó a la Guardia del Pueblo en Río Chico, estado
Miranda, pasando al D-620 en septiembre 2021.
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