Sebastiana Barráez/ Viernes 24 de Mayo de 2019
@SebastianaSin
Alexis
Bernardo Bustamante Molano tiene su sitio de trabajo en una empresa en el
estado Zulia, al noroeste de Venezuela, pero viaja con mucha frecuencia a ver a
su mamá a San Cristóbal, estado Táchira. El pasado viernes 17 de Mayo, fue visto por última vez en San Antonio
del Táchira, cuando anunció que pasaría a Cúcuta, Colombia. Desde entonces no
lo volvieron a ver y se activó la búsqueda y la denuncia a través de diversos
medios.
No hay ningún tipo de información oficial, pero
a Bustamante lo detuvo la Dirección General de Contrainteligencia Militar
(Dgcim) cuando regresaba de territorio colombiano y como es su estilo, lo
trasladan a la sede central de Dgcim en Boleíta, Caracas, lo incomunican y
mantienen absoluto silencio mientras familiares y amigos del joven de 32 años
lo buscan desesperadamente. En Dgcim mintieron al decirles que ellos no lo
tenían.
El miércoles 21 de mayo en la noche es
presentado ante un Tribunal Militar de Caracas, con un defensor público, sin
que sus familiares y amigos sepan nada de él, sin permitirle comunicarse ni
solicitar a su abogado de confianza. Ahí le imputan instigación a la rebelión y
traición a la patria, ordenan el tribunal que la cárcel de Ramo Verde sea su
sitio de reclusión.
El activista en derechos humanos no acepta la
imputación. Y ante los asombrados ojos de los funcionarios Alexis Bustamante,
quien es primer teniente retirado de la Guardia Nacional y ex funcionario de la
Dgcim, decide echar a correr y escaparse de los tribunales militares, que están
dentro del Fuerte Tiuna. Los custodios lo persiguen y se inicia una persecución
en caliente que termina cuando Bustamante es capturado entre unos matorrales en
las inmediaciones del contaminado río Guaire. Ya capturado fue llevado a los
sótanos donde están las celdas de Contrainteligencia Militar.
Nada se sabe de él. Hace meses que no les
permiten a los detenidos hacer llamadas telefónicas, tampoco salir regularmente
al sol y mucho menos tener un juicio justo. Les niegan derechos esenciales en
el ser humano como tener algún libro, la foto de algún familiar, las visitas
conyugales, las reuniones semanales con sus abogados, etc. Lo único que ahí se
cumple fielmente es que los detenidos son llevados a celdas de tortura, son
brutalmente castigados sino se someten a las humillaciones.
Desaparecido
Bustamante que es un destacado profesional, con
maestría y doctorado en Educación,
difundió hace más de un año un video en las que se refería a las
elecciones previstas para mayo 2018.
“Tenemos la oportunidad de reivindicarnos como
seguridad del Estado y recuperar el honor que nos corresponde y debemos
recuperar al país, pero no con políticas partidistas”, dijo entonces
Bustamante.
Su hermana Marta Porras lo describió como “un
tachirense honorable, buen hijo, buen esposo, padre de dos bebés. Mi hermano
trabajó para estudiar y así se graduó en química y biología. Desde pequeño se
preocupó por la defensa de las otras
personas. Estamos asustados y preocupados por lo que pueda pasarle”.
Bustamante es activista de la Fundación Redes Zulia
en defensa de los derechos humanos y la denuncia de grupos irregulares. Fundaredes
salió en apoyo al joven de quien destacan que “es un ciudadano honorable, un profesional de la
docencia, investigador de nuestra organización y pues, lamentamos estas
angustiosas horas. Hacemos responsables a las autoridades venezolanas de la
vida e integridad de Alexis Bustamante, la de su familia, así como la de los
integrantes de FundaRedes; de manera que estaremos en esta campaña de
visibilidad de esta desaparición, porque podríamos incluso estar frente a una
desaparición forzada, que ya es un modus operandi de los cuerpos policiales de
detener a una persona sin siquiera una orden de detención, y terminan
trasladándolas a otros estados y siendo criminalizadas”.
Hasta el momento la familia no ha recibido ningún tipo de información oficial.
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