Funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar de Venezuela allanaron la casa de la familia: buscaban a Richard Rafael Alemán Castellano, pero como no lo encontraron, se llevaron a otras cinco personas
Sebastiana Barráez/ martes 15 de diciembre 2020
@SebastianaB
Solo el viento costero pasando a prisa, entre las
rendijas de las ventanas, se oía ese 21 de abril 2020 en el apartamento de la
familia Alemán Castellano, cuando a las 2 de la madrugada aproximadamente esa
quietud fue interrumpida por los ladridos de un perro alertando de algo extraño
que había visto. El jefe de la familia, Orlando Alemán se asoma por una ventana
tratando de descifrar qué atrajo la inquietud del animal. “Mi papá vio a los
funcionarios de la Dgcim y se percató de que habían entrado al lugar en tres
vehículos”.
Así lo dijo a Infobae Orlando José, el mayor de los
hijos del matrimonio Alemán Castellano y el único que queda en libertad. Sus
padres, según explica, viven en la parte baja de un apartamento de dos plantas,
en Puerto Cabello, estado Carabobo, a unas tres horas de Caracas. Junto al apartamento
hay un anexo donde duermen los peloteros de la Academia de beisbol Ave
Fénix.
“Varios Dgcim intentaban tumbar las puertas del anexo,
mientras tres se acercan a la del apartamento”, relata. Cuando Orlando Alemán
abre la ventana, un arma lo está encañonando. “Quien le apuntaba era nada menos
que el capitán (GNB) Franco Paolo Rizzi Pérez, un excompañero de mi hermano Richard.
Mi mamá gritaba y lloraba, por lo que mi papá le pedía calmarse. En la casa
estaban los dos hijos de mi hermana Yolimar y las dos niñas de Richard que
habían ido a pasar el fin de semana con sus abuelos; los niños gritaban
asustados”.
El capitán Rizzi Pérez, en medio de la sala, gritaba:
‘lo queremos vivo, lo queremos vivo’, en evidente alusión al capitán Richard
Alemán. “Entre los nervios y el miedo mi familia no encontraba las llaves para
abrir la reja y las puertas. El Cap. Paolo Rizzi los amenazaba con dispararles
sino abrían. Mi papá le pedía que se calmara, en medio de la angustiante
situación que le elevó la tensión. Mi hermana tuvo que colocarle a mi mamá, Ana
Edilia Castellano, una pastilla debajo de la lengua, porque estaba a punto de
colapsar”.
Los funcionarios entraron y empezaron a recorrer la casa. Buscaban al teniente (GNB) Richard Rafael Alemán Castellano, a quien relacionaban con la Operación Puerta Morocha. (https://www.infobae.com/america/venezuela/2020/04/21/una-rebelion-encabezada-por-capitanes-de-la-guardia-nacional-intento-un-levantamiento-militar-contra-nicolas-maduro/)
Preguntaban por su número de teléfono, hasta que una
de sus hermanas se los dio. “Se llevaron consigo todos los teléfonos de mi
familia, una laptop, dos uniformes de la Guardia Nacional que pertenecían al
capitán retirado (GNB) Renny Olivares Moreno, compañero de ellos, que se
hospedaba temporalmente en la casa porque trabajaba con Richard en la academia
de beisbol; también se lo llevaron detenido”.
Como ya es costumbre en los allanamientos, éste
tampoco estaba autorizado por ningún tribunal y se robaron varias cosas, entre
esas seis franelas nuevas y otras prendas de vestir.
‘Vístase que usted se va con nosotros’, le dijeron al
Capitán Erickson Alexander Chaya Barroeta, esposo de Yolimar. También detienen
a un primo de los Alemán Castellano, a quien liberaron un mes después. Cuando
le dijeron a Orlando Alemán que también se lo llevarían, una de las hijas,
Andreina José, les dijo que se dieran cuenta de que su papá estaba muy mal ‘y
se les va a morir en el camino. Llévenme a mí’, se ofreció la mujer. Y el funcionario le dijo: ‘vístase pues’. Así
terminó Andreina en la Dgcim.
Por fin la comisión de la Dgcim se va de la casa de
los Alemán. A los 20 minutos regresó una funcionaria y un capitán que le dijo a
Yolimar ‘vístase que nos la vamos a llevar. Lo que pasa es que usted se pone a
enviar esos mensajes’. Narra Orlando José Alemán Castellano que ahí se dan
cuenta de que los teléfonos estaban vigilados. “No se sabía qué le habría dicho
mi hermana a Richard para que los funcionarios decidieron llevársela”.
Esa noche detienen a las dos hermanas Alemán
Castellano, al esposo de una de ellas que es el capitán (GN) Chayo Barroeta, a
un sobrino y al capitán retirado (GNB) Renny Olivares Moreno. La DGCIM iba
buscando al teniente Richard Alemán, a quien capturaron después en otro estado.
Casi un mes después de estar encerradas en la DGCIM,
sin visita, sin presentarlas ante los tribunales y sin recibir asistencia
legal, unos custodios le dijeron a Yolimar y a Andreina que recogieran sus
cosas de la celda porque las iban a liberar. Ellas estaban felices e incluso
entre sus miedos hacían planes para abrazar a sus padres, a los hijos de
Yolimar y regresar a sus trabajos y estudios.
Los funcionarios de la Dirección General de
Contrainteligencia Militar (Dgcim) las trasladaron hasta el centro comercial
San Diego de Puerto Cabello. Las damas bajaron torpemente, casi sin poder
caminar de la emoción. “Apenas respiraban el olor de la libertad, tratando de
adaptarse a la luz y organizarse para llegar a su casa. De repente una comisión
de la Dgcim, oculta en el lugar, se les lanzó encima, las tiraron contra el
suelo, las esposaron, mientras ellas gritaban, pedían auxilio y se las
volvieron a llevar para la sede de la Dgcim en Caracas”.
Esa fue la manera en que la DGCIM trató de solucionar
la desaparición forzosa que un mes antes cometió contra ellas, cuya detención
no aparecía en ningún lado, no había presentación ante el Tribunal, solo su
secuestro y la tortura brutal de la cual fue objeto el capitán Richard Alemán.
Durante ese tiempo, y en la noche, las hermanas Alemán
y el capitán Chaya Barroeta eran llevados a la sede del SEBIN en El Helicoide
para decirles que convencieran al capitán Alemán de admitir los hechos y declararse
culpable. Como el oficial se negó a hacerlo, la DGCIM decide presentar a las
mujeres ante el tribunal, pero tenían que resolver el mes de desaparición
forzosa.
Hay evidencias claras y testigos de que todos fueron
detenidos ese 21 de abril de la familia, incluyendo a las hermanas Alemán. Andreína,
quien es licenciada en enfermería y trabaja en el ambulatorio Santa Rosa del
Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS), desde ese día no se ha
presentado a laborar por estar detenida; hay que destacar que ella tiene
problemas con la hemoglobina, que le baja de manera peligrosa y debe estarse
controlando. Yolimar no ha vuelto a
llevar a sus hijos al colegio por estar en los sótanos de la Dgcim.
El día 11 de diciembre le permitieron a Yolimar y al capitán Chaya Barroeta que recibieran la visita de sus dos hijos, por primera vez desde que fueron detenidos aquel 21 de abril; eso fue después que Infobae publica la denuncia hecha por varios familiares y los videos de niños de dos militares reclamando ver a su papá. A otros niños no les han permitido visitar a sus padres detenidos en esos sótanos inmundos. (http://www.sebastianasinsecretos.com/2020/12/hijos-de-presos-politicos-del-regimen.html)
El juez de la causa Gedeón, donde aparecen las
operaciones Gedeón y Puerta Morocha, es el del Tribunal Tercero de Terrorismo,
José Maximino Márquez García, quien junto con el fiscal Jean Karín López Ruiz
les han dicho a varios de los detenidos que admitan los hechos y se declaren
culpables para que no le salgan tantos años de prisión.
El juez Márquez García prefiere ignorar la
desaparición forzosa de las hermanas Alemán, el allanamiento de la vivienda de
la familia Alemán Castellanos sin orden previa, la violación al debido proceso,
la tortura brutal contra Richard Alemán y el chantaje que tienen sobre el
teniente.
Lo inaudito es que el juez y el fiscal les dijeron a
las hermanas Alemán que si el teniente Richard Alemán no admitía los hechos,
ellas no saldrían en libertad, es decir, las están usando como si fueran
rehenes contra su hermano.
En la causa Operación Gedeón aparece lo que se conoce
como Operación Puerta Morocha, porque aparecen imputados integrantes de la
misma promoción egresada el 9 de enero del año 2009. Es la III Promoción
Batalla de Ayacucho, de cuatro años y medio, no cinco como era tradicional.
Hay varios hechos qué resaltar. A esa promoción
pertenece el capitán Antonio José Sequea Torres (Nr. 87 en el orden de mérito),
quien condujo la Operación Gedeón, que constituyó una emboscada donde fueron
asesinados varios militares y policías, y detenidos medio centenar de personas.
También a Gedeón pertenece el capitán Víctor Alejandro Pimienta Salazar (Nr.
35).
En esa lista también hay que sumar al capitán Franco
Paolo Rizzi Pérez (Nr. 64), compañero de todos ellos, pero esbirro de la DGCIM
y quien conocía a la familia, la casa y los movimientos de los Alemán
Castellano lo que facilitó que esa madrugada fuera a detenerlos.
Se llevaron a Erickson Alexander Chaya Barroeta (Nr.
15) y a Renny Olivares Moreno (139), el primero cuñado de Richard Rafael Alemán
Castellano (Nr. 89) y el segundo amigo y compañero de trabajo en la academia de
beisbol.
Las hermanas Alemán Castellanos están detenidas sin
que haya ninguna razón para ello, solo ser las hermanas del teniente Richard
Alemán y un elemento de presión contra él para que admita los hechos.
https://www.infobae.com/america/venezuela/2020/12/15/el-impactante-caso-de-las-hermanas-aleman-detenidas-para-obligar-a-un-teniente-a-declararse-culpable-de-conspiracion-contra-maduro/
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