El uso de funcionarios de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y sus edificios para cubrir los intereses del régimen chavista fue una evidente violación de la Constitución
Sebastiana Barráez/ jueves 2 de diciembre 2021
@SebastianaB
El uso de funcionarios de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y sus instalaciones para lo que tiene interés el régimen venezolano es una evidente violación de la Constitución venezolana, como ocurrió el 26 de noviembre en la escogencia de concejales y diputadores regionales, que en el caso de Amazonas ocurrió en el Comando de la Armada, sede de la séptima Brigada de Infantería de Marina, pero por otra parte no es una elección universal, directa y secreta sino que fueron convertidas en elecciones de segundo grado, por lo que los indígenas debieron escoger delegados en asambleas populares y ellos son los únicos que podían votar.
El hecho que, en Amazonas, uno de los estados más importantes en cuanto a cantidad y presencia de etnias, el acto de elecciones fuera en un cuartel se transforma en un acto intimidatorio porque los indígenas debían acudir a la sede entre hombres armados a ejercer un derecho que debe estar libre de coacción, como es el sufragio.
Las elecciones indígenas con las que el cuestionado
Consejo Nacional Electoral (CNE) anuncia la participación de 4 mil 334
voceros para que escogieran 69 concejales y 8 diputados a los consejos
legislativos de ocho estados con participación indígena.
El
líder social e indígena José Mejías criticó que en el estado Amazonas se haya utilizado
un cuartel como centro de votación “si es un acto indígena y por lo tanto
civil, el hecho que se realice en el Comando de la Armada es un acto
intimidante y de coacción contra quienes acuden a votar”.
También
destacó que “el hecho de que las elecciones sean de segundo grado violenta el
principio universal, directo y secreto que contempla la Constitución; los
ciudadanos de las diferentes comunidades indígenas del país no eligen directamente
a un candidato de su preferencia, sino que seleccionan a un delegado en
asambleas populares, que son quienes emitirán el voto”.
Un
hecho además cuestionable es la manipulación que se hace contra los indígenas
es que, en el caso de Amazonas, según explicó Mejías, a los delegados se les
entregaba un recordatorio para que votaran a Cátedra Guaicaipuro, que dirige Yamileth
Mirabal, actual alcaldesa y antes Ministra Indígena.
“Desconocemos
cuáles fueron los criterios para elaborar el padrón electoral, con el cual
eligen a unos representantes que después van a votar en una Asamblea que eligen
a los votantes. Eso es discriminar a las comunidades y pueblos indígenas.
Aunado a que todas las organizaciones que pudieron participar son alineadas al
gobierno; es una manera de condicionar el voto y asegurarse esos representantes
a los Concejos Municipales y Consejos Legislativos”.
Finalmente
Mejías dijo a Infobae que “un Reglamento no puede estar por encima de la
Constitución. No explica si son indígenas o criollos, solo dice que
venezolanos. Eso se arma para favorecer a quienes en ese momento tienen el
poder”.
En
el caso de Amazonas, Infobae tuvo acceso a información que revela cómo los
delegados fueron trasladados, por la revolución
bolivariana, desde sus comunidades hasta un hotel y de ahí al Comando de
la Armada para mantenerlos controlados.
Explicó que en Delta Amacuro el CNE no realizó las asambleas
comunitarias para seleccionar los voceros. “Fueron escogidos 174 voceros para
asegurar la selección de los candidatos de las organizaciones afines al
gobierno”.
A
su juicio tanto Conive como Cátedra
Guaicaipuro, están partidizadas y son afines al Ministerio para los Pueblos
Indígenas. “No estamos compitiendo contra organizaciones indígenas, sino contra
actores y funcionarios políticos afines al gobierno para secuestrar la elección
de todos los cargos por elegir”, enfatizó Jiménez. “Las asambleas comunitarias
tenían que realizarse en las comunidades indígenas y en asambleas haber elegido
los voceros y eso nunca se hizo”.
Los
derechos de los indígenas se han reducido a morirse de hambre, a huir por el
hambre de sus territorios hacia Colombia y Brasil, a ser azotados por
enfermedades que estaban desaparecidas en Venezuela, a ser usados para la
explotación minera, contaminándose de mercurio mientras poderosas
organizaciones rusas, iraníes, turcas, guerrilla del Ejército de Liberación
Nacional (ELN), y otras se lucran del oro extraído del Arco Minero y del Cerro
Yapacana.
Como
bien explicó el periodista Fritz Sánchez “el Arco Minero invade, destruye y
contamina hábitats de 14 pueblos indígenas: Akawayo, Arawak, Eñepa, Jivi,
Kariña, Kurripako, Mapoyo, Pemón, Piapoko, Piaroa, Sáliva, Sanema, Warao y
Ye´kwana”.
Aunado
a eso la violencia y explotación laboral y sexual de niños y jóvenes indígenas,
cuya población se va dispersando y extinguiendo, se ha elevado de manera
alarmante. Las ministras y diputadas nacionales indígenas no han sido
precisamente defensoras de las diversas etnias y comunidades, se han mantenido
a la sombra, primero de Hugo Chávez y después de Nicolás Maduro, usan a los
indígenas con fines proselitistas, para plasmarlos en un afiche o para tener un
voto manipulado en la Asamblea Nacional, en los Consejos Legislativos o en los
concejos municipales del país.
Han
llegado a nivel de permitir que a los indígenas los representen personas que ni
siquiera tienen rasgos de las etnias indígenas o a quienes ni siquiera hablan
la lengua indígena, como ocurrió en Apure, según denuncia del exdiputado Juan
García.
Lo
dicho por el CNE sobre las elecciones indígenas del 26 de noviembre evidencian
la burla de la que han sido objeto esos pueblos y comunidades: “La jornada
celebrada hoy, caracterizada por el voto secreto y mediante boletas, selló un
proceso mediante el cual 4 mil 334 voceros y voceras previamente designados en
asambleas comunitarias escogieron 69 concejalas y concejales y 8 legisladoras y
legisladores regionales, de acuerdo a sus costumbres y prácticas ancestrales”.
Lo menos que hubo fue respeto por sus tradicionales maneras de escoger representantes.
Según
el CNE para las elecciones indígenas se instalaron “74 centros de votación,
bajo la modalidad nominal y por el sistema de mayoría relativa de votos. El
sufragio de las voceras y los voceros, quienes fueron previamente electos y
electas en asambleas comunitarias celebradas entre el 6 de julio y el 13 de
agosto, fue secreto y se efectuó manualmente mediante boletas y detrás de los
parabanes dispuestos para tal”.
Los
voceros escogidos para esas elecciones de segundo grado fueron: 318 en
Amazonas, 174 en Delta Amacuro, 314 en Anzoátegui, 199 en Monagas, 128 en
Apure, 189 en Sucre, 244 en Bolívar y 2 mil 768 en Zulia.
Los
delegados representaron a más de 20 pueblos indígenas. En Amazonas: Ye´kuana,
Yanomami, Huottoja, Curripaco, Piapoco, Jivi, Bare, Yeral, Piaroa, Puinave.
Anzoátegui: Kariña y Cumanagoto. Apure: Pumé, Jivi y Cuiba. Bolívar: Ka´riña,
Pemón, Warao, Shiriana, Ye´kwana, Curripaco, Eñepa, Hoti, Huottuja, Baniva,
Piapoco, Bare, Mapoyo, Pumé, Jivi, Pemón Kamarakoto, Arawako, Sanema. Delta Amacuro
y Sucre: Warao, Kariña y Chaima. Zulia; Añú, Wayuu, Bari y Yukpa.
El
CNE dijo que las elecciones fueron presenciadas por miembros del Consejo de
Expertos Electorales de Latinoamérica (Ceela), que preside Nicanor Moscoso,
quien dijo entonces que el sistema electoral venezolano es el mejor de
Latinoamérica; Ceela no ha hecho mención alguna a que las elecciones de los
indígenas hayan tenido incidencias como esas de violar la Constitución al
convertirlas en elecciones de segundo grado.
Agrega
el ente electoral que “el 26 de mayo de 2021, el Consejo Nacional Electoral
dictó el Reglamento Especial para Regular la Elección de la Representación
Indígena y posteriormente el Manual para la Participación Política de los
Pueblos y Comunidades Indígenas para la Elección de la Representación Indígena
a los Consejos Legislativos Estadales y de los Concejos Municipales 2021”.
Finalmente,
los 69 concejales se distribuyen en 7 para Amazonas, 12 en Anzoátegui, 7 en
Apure, 8 en Bolívar, 4 para Delta Amacuro, 8 en Monagas, 3 en Sucre y 20 en
Zulia.
El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) no ha dado respuesta a un recurso
interpuesto contra el método utilizado para escoger a los representantes
indígenas en los ocho estados: Amazonas, Anzoátegui, Apure, Bolívar,
Delta Amacuro, Monagas, Sucre y Zulia.
Organizaciones
como Organización Socialista Indígena Bolivariana Unida
(Osibu), Partido
Nacional Indígena (Parlive), Movimiento de los Pueblos Indígenas de Venezuela
(Mopive) y Evolución, hicieron reclamos ante la imposición de las elecciones de
segundo grado y violación e la Constitución pero el CNE los ignoró y realizó
las elecciones según el Reglamento pasando por encima de la Constitución.
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