La medida podría crear mayores tensiones entre los líderes chavistas, en medio de la baja moral y un asesinato sin explicación en Fuerte Tiuna, el mayor reducto militar del país
Sebastiana Barráez/14 de Julio de 2020
@SebastianaB
Muertes misteriosas, incluso en el seno
del principal cuartel venezolano: Fuerte Tiuna. Eso es parte de la crisis que
está sufriendo la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), mientras Nicolás
Maduro corre una frenética carrera hacia la consolidación de la destrucción de
la institución castrense, el Ministro de la Defensa Vladimir Padrino López, en
su visión de futuro, trata de capitalizar lo que podría ser su inversión
política ante su cada vez mayor avance de politización de la FANB.
Pero, nunca hubo tantos hechos no
explicados, tantos delitos no solo entre oficiales de alto rango, sino en toda
la estructura de la pirámide militar. La Fuerza Armada venezolana está
enfrentando problemas serios. Maduro no se conformó con el envío a sus casas de
39 altos oficiales de la promoción de Diosdado Cabello, sino que se propone sacar
de sus cargos a una docena de generales activos que son afectos al presidente
de la oficialista Asamblea Constituyente, lo que va a crear mayores tensiones
internas.
Aunque Padrino López se haya mantenido
en el cargo de Ministro de la Defensa ya no representa el poder que incline la
balanza hacia algún lado, por lo que trata de sobrevivir radicalizando su
discurso. De ahí viene lo que dijo el 5 de Julio retando a sectores de la
Oposición que sin duda reaccionarían, tal como ocurrió. https://sebastianasinsecretos.blogspot.com/2020/07/el-ministro-padrino-lopez-dijo-que-hay.html)
A la compleja situación de lo que ocurre
en los cuarteles venezolanos, con baja moral entre los militares, con el
apresto operacional reducido, con miles de deserciones que dejaron profundas
fallas de personal, se le suma el ingreso de números hombres y mujeres a
quienes les colocan el uniforme sin haber cumplido el proceso de formación y
preparación que anteriormente era riguroso. A veces basta un curso de algunos meses,
para ingresarlos a la Fuerza Armada, sin mencionar la aberrante inclusión de
armar a los civiles a través de la Milicia.
En la sede de la Policía Militar, que
funciona en las instalaciones del Fuerte Tiuna, el principal complejo militar
de Venezuela, que se encuentra en el corazón de Caracas, solo queda como preso
político el general Ramón
Lozada Saavedra, quien fue acusado de rebelión en el 2017, en el 2018 le
otorgaron casa por cárcel y lo volvieron a detener en junio 2019.
Desde septiembre 2018 el director del
354 Batallón de Reemplazo
de Policía Militar “G/J Juan Bautista Arismendi” es el General de Brigada
del Ejército Donato Francesco Tenores Damiani, quien prohíbe el paso de alimentos,
de útiles personales, necesarios para quienes están detenidos.
Un hecho reciente fue el asesinato en
las instalaciones del Fuerte Tiuna, del Primer Teniente del Ejército Pastor
Maximiliano Vargas Nelo, de 39 años, adscrito a la 35 Brigada de la Policía
Militar.
Según la Unidad de Investigaciones de
delitos contra las personas, eje central de homicidios, expediente K-20-0479-00215,
el hecho ocurrió en el Fuerte Tiuna, Brigada de Policía
Militar, específicamente en el Río Valle, parroquia El Valle, municipio
Bolivariano Libertador, Caracas, “en horas imprecisas de la mañana del día de
hoy 10 de julio 2020”.
Se limitaron a decir que “mediante las primeras diligencias urgentes y necesarias, se pudo conocer que el hoy inerte debía entregar su servicio de perímetro a las 09:00 am. En vista que no realizó el relevo, comenzaron una búsqueda para ubicarlo, siendo localizado en la dirección antes mencionada por uno de sus compañeros, presentando un golpe en la cabeza”, específicamente un hematoma en la región frontal.
Destacan que “fue trasladado por los
centinelas hacia el Hospital Militar “Doctor Vicente Salias Sanoja”, lugar
donde no pudo ser ingresado ya que se encontraba sin signos vitales”.
Varios de los militares no entienden por
qué el cuerpo fue movido para el hospitalito, en lugar de preservar el lugar
del crimen. Es necesario recordar que el febrero 2020 ocurrió el extraño
asesinato de Ayendry Dianelys Moreno López, la
detective de la División de Investigaciones Contra Hurtos del
Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), quien murió luego de recibir tres
disparos desde la alcabala 3 del Fuerte Tiuna, por parte de un teniente que hoy
en día se mueve con libertad dentro de la Brigada. (https://www.infobae.com/america/venezuela/2020/02/26/el-extrano-asesinato-de-una-detective-en-la-alcabala-del-principal-fuerte-militar-en-venezuela/)
Aunque no hay móvil del crimen del
Teniente Pastor Maximiliano Vargas Nelo, varios compañeros suyos aseguran que
él pretendía denunciar a jefes militares de la Brigada por la venta de cajas de
alimentos que se mantienen en el depósito de la institución, las cuales
estarían siendo violentadas, para extraerles algunos productos, de manera que
eran entregadas incompletas a los profesionales, lo que ha creado varías quejas.
Además, el teniente habría reclamado porque
pasaban meses antes de que les entregaran las llamadas cajas CLAP, permitiendo
que quienes negociaban los alimentos que les quitan a los militares, pudieran
venderlos a los negocios que los paga en dólares.
Por ahora solo se sabe, según el Acta de
Defunción, que murió de asfixia mecánica por estrangulamiento.
Uno de los principales problemas que
están azotando a la Fuerza Armada es el tráfico de drogas, con participación de
militares activos y retirados. No hay distinción de grado militar ni de
componente, aunque os casos más frecuentes aparecen en el Ejército y la Guardia
Nacional.
Un caso revelador fue el ocurrido la
noche del 13 de junio 2020 cuando, en el marco de la Operación Escudo
Bolivariano III Salud Segura 2020, efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana
(GNB), adscritos al Punto de Control Mucuruba, sede de la 3Cia.D-221, del
andino estado Mérida, detuvieron a dos individuos, por tráfico de drogas.
Los detenidos, quienes llevaban 210
panelas, para un total de 223 kilos de cocaína, resultaron ser Gregorio Morillo
Ávila, 31 años, y el primer teniente del Ejército Juan Francisco Villalobos
Mendoza, 27 años, adscrito al Centro de Adiestramiento de Combate de Formación
y reentrenamiento "Casique Paramacay”, extensión Maracay del estado.
Aragua.
Según revela el acta levantada por los
funcionarios que los detienen, la droga la transportaban, en cinco bolsos de
mano y una talega, ocultos en el maletero de una camioneta Toyota 4Runner año
2006, placas, AB515UP.
El chofer del vehículo era el primer
teniente, procedente de la Ciudad de San Cristóbal, del fronterizo estado Táchira, y se dirigían a
la ciudad de Barinas. Les retuvieron tres teléfonos celulares, 220 dólares americanos,
17 mil 500 bolívares, además de un uniforme bicentenario y uno patriota.
Eso no se menciona en la institución
castrense. Los mensajes por las redes de las cuentas relacionadas a la Fuerza
Armada distan mucho de parecerse a lo que ocurre en la realidad del día a día
militar.
Buena infornación...
ResponderBorrarEl matfito de maduro no va hacer nada, si se va en mierda cuando tiene de frente al mardito de Diosdado que de hecho el es que manda
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